La Virgen de la Fuensanta en su recorrido por el barrio de La Paz.

La Paz se vuelca con la Fuensanta

La Patrona visita el barrio en una procesión extraordinaria por la clausura de las misiones populares

m. c. ramírez

Domingo, 15 de marzo 2015, 20:31

Vestida con manto de Cuaresma, granate bordado en colores, donado por la camarera de la Virgen en el año 2007, salía la Patrona de la Catedral a las nueve en punto de la mañana. Repicaban las campanas y decenas de personas aguardaban su salida. La del domingo no era una procesión programada, sino un acto excepcional que muchos fieles no quisieron perderse. Los cohetes iban anunciando su paso por las calles de la ciudad, que lucían balcones engalanados con las banderolas de la Virgen, como pidió el obispo, principal artífice de la cita.

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Sobre las 9.30 horas llegaba al Seminario, en la calle de la Gloria. Allí la parada era obligatoria. Se cantó la Salve, el himno de la Fuensanta, se rezó por ella y por los seminaristas y se le obsequió con 65 rosas, una por cada seminarista. Tras estos emotivos minutos, en los que se vieron lágrimas en los ojos de muchos fieles, la Virgen siguió su camino. Tras cruzar la avenida de la Fama, la Patrona se adentró en el barrio de la Paz, el objetivo de las misiones populares que se han desarrollado en las últimas semanas. Fue Lorca Planes, obispo de la Diócesis de Cartagena, quien ideó la cita de ayer con el fin de que la Virgen ayudara a este castigado barrio.

En el jardín del Palmeral ofició el obispo una misa seguida por cientos de personas, tanto vecinos, como demás fieles que habían seguido a la Virgen desde la Catedral. Una vez finalizada la eucaristía comenzó el camino de vuelta. Rodeada de fieles y de gritos de «¡guapa!» salió la Fuensanta del barrio de la Paz y enfiló el camino hacia la Catedral.

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