Centenares de jóvenes se quedan sin Nochevieja por una presunta estafa
Los organizadores de una macrofiesta que se iba a celebrar en Zarandona cancelan el evento pocas horas antes del final de año y sin atender a las reclamaciones
Fernando G. Lozano
Miércoles, 31 de diciembre 2014, 17:20
Ángela M., Marta G., Fuensanta H., Laura H. y Ángela R. son solo unas de las más de 1.800 personas que pensaban celebrar la entrada del año 2015 en una megafiesta que ha ido cambiando de ubicación hasta verse cancelada en la misma mañana de Nochevieja. Las jóvenes, que adquirieron sus entradas a través de diversos relaciones públicas y que pagaron por la misma entre 35 y 40 euros, compraron sus tickets en un principio porque la fiesta iba a celebrarse en el restaurante Cepero's de Zarandona, cercano a sus domicilios.
A los pocos días, las afectadas recibieron un mensaje por Whatsapp en el que se les informaba que la fiesta era traslada al restaurante El Palmeral de Sangonera la Verde. Fue entonces cuando el temor a verse implicadas en una supuesta estafa empezó a rondarles por la cabeza, pero aún mantenían la ilusión por una fiesta que, en el caso de algunas, iba a ser su primera fiesta de Nochevieja fuera del ambiente familiar.
Pero las dudas de que habían sido supuestamente estafadas se hicieron más evidentes la noche del 30 de diciembre, cuando volvieron a recibir otro Whatsapp en el que se les informaba que la fiesta se trasladaba desde el restaurante El Palmeral hasta el restaurante La Frasquita, en el polígono industrial de Los Torraos, Ceutí.
Fue entonces, según Marta, de Aljucer, «cuando ya vi que me habían estafado porque llamaba a los teléfonos que había en las entradas para que me dieran una explicación y no contestaba nadie». Lo mismo pensaron Ángela y Ángela, dos amigas del Rincón de Beniscornia, que junto a sus padres, se presentaron este miércoles ante la Policía Local de Ceutí para recabar más información sobre el local donde se iba a celebrar la fiesta y denunciar, de paso, esta supuesta estafa.
A Cati Martínez, madre de Ángela, no le quedó ninguna duda de que la fiesta a la que pensaba asistir su hija es «una estafa en toda regla» y afirmó que piensa poner la denuncia «en cuanto mismo sea posible porque además, a mi hija, que tiene 15 años le han venido una entrada, sin pedirle el DNI, para una fiesta para mayores de 16 años». «Por supuesto que no voy a dejar venir a mi hija a una fiesta que se celebra tan lejos de Murcia», sentenció Cati ante la mirada triste de su hija.
Otro de los padres que también acudió hasta Ceutí para informarse del local donde se pensaba celebrar la fiesta es Pedro González, padre de Marta, que también secundó la idea del resto de padres de denunciar a los organizadores. Tampoco permitirá a su hija, de 16 años, que acuda hasta Ceutí.
Para Josefa del Cerro, madre de otra de las afectadas que ha acudido hasta Ceutí para informarse 'in situ' del local donde se iba a celebrar la fiesta «el tema ha de denunciarse porque los organizadores pensaban meter en un sitio con aforo para 500 personas a más de 1.800 personas». Del Cerro dice sentir frustración porque los organizadores «han jugado con la ilusión de unos críos», pero se muestra contenta «por haberse enterado de esto a tiempo, ya que en Ceutí podría haber pasado lo del Madrid Arena».
Prohibida por la alcaldía
El alcalde de Ceutí, Juan Felipe Cano, al enterarse de que la 'macrofiesta' de Año Nuevo iba a celebrarse en su municipio sin tener los oportunos permisos, mantuvo una reunión con el concejal de Sanidad, Francisco Vidal, y el jefe de la oficina técnica del Ayuntamiento, Antonio Campillo, con el dueño del restaurante La Frasquita y con uno de los promotores de la fiesta para informarles de que «el local donde pretenden celebrar la fiesta no cumple con los requisitos recogidos por la normativa de Seguridad y que por lo tanto no era posible la realización de este evento en el municipio».
El regidor popular también tranquilizó a los padres que acudieron hasta el Ayuntamiento y les explicó que a través de un decreto de Alcaldía determinó la prohibición de esta mega fiesta en Ceutí, que tenía previsto meter a unas 1.800 personas en un local con un aforo para poco más de 500 y que permitiría acceder a la misma a menores de 16 años con entrada para un cotillón supuestamente autorizado para su edad.
Cano aseguró que el fin primordial «es garantizar la seguridad de todos los ciudadanos, sean o no de nuestro municipio» y también anunció que ha puesto en conocimiento de la Guardia Civil, la Delegación del Gobierno y los organismos oficiales pertinentes que desde el Ayuntamiento que él regenta no se autorizaba la fiesta.
Por su parte, Kelly L., una de las hijas del dueño del restaurante Ceperos donde originalmente se iba a celebrar la megafiesta explicó que esta mismo miércoles presentó una denuncia en la comisaría de policía de El Carmen contra los organizadores de la fiesta porque «aunque sabían que ya no iban a celebrar la fiesta en nuestro local desde principios de noviembre siguieron vendiendo entradas a nuestras espaldas». La propietaria del restaurante también quiso dejar claro que «ellos solo alquilaban el local para la celebración y que no son los promotores de la fiesta, por lo que no pueden devolver el dinero ni atender las reclamaciones» de las más de 200 personas que desde que ha saltado la cancelación de la fiesta se han personado en su establecimiento para reclamar. Por su parte, el organizador de la fiesta, Alejandro Parraga, no atendió a las llamadas de 'La Verdad'.