El Belén Napolitano se quedará en el Salzillo

Casi un año de trabajo e insistencia han dado por fin sus frutos. Desde que la pasada Navidad el Belén Napolitano de los hermanos García de Castro estuviera expuesto en el Museo Salzillo la dirección ha estado trabajando con el único objetivo de conseguir que esta joya del arte belenístico se quedara en Murcia. Primero consiguieron una cesión de un año, pero las negociaciones no terminaron ahí. Fueron el presidente de la Cofradía de Jesús, Antonio Gómez Fayrén, y el consejero de Educación y Cultura, Pedro Antonio Sánchez, quienes decidieron recurrir a José Luis Mendoza. Ambos le pidieron al presidente de la UCAM que comprara el belén y así, de esta forma, se podría quedar en la ciudad.

Las ventajas, según ellos, serían conseguir que Murcia sea la capital mundial del arte belenístico, por albergar el belén de Salzillo y el de los hermanos García de Castro. Por otra, atraer más turismo que pueda revertir en la economía regional. Ante todo, será un revulsivo para el museo, que acusa la crisis y necesita aumentar la llegada de visitantes para poder garantizar su supervivencia.

Quinientos mil euros ha costado a la UCAM la operación para que las piezas que durante años recopilaron Carmelo y Emilio García de Castro se queden en la capital murciana.

Ejercicio de generosidad

«Esto ha sido un doble ejercicio de generosidad porque nos consta que vale mucho más de lo que hemos pagado», aseguró Mendoza. Según Gómez Fayrén, su valor como conjunto podría superar el millón y medio de euros, y por piezas más de dos millones. «Me sobra con saber que está bien cuidado y que está entero», reconoció Carmelo García de Castro con sentimiento agridulce. «La única pena que tengo es que mi hermano no haya podido ver el destino del belén y no haya podido estar aquí», lamentó ante la reciente muerte de Emilio.

En la firma estuvieron presentes el concejal de Cultura, Rafael Gómez, quien destacó la importancia que para la ciudad va a suponer «tener en el mismo museo dos de los belenes más importantes del mundo» y recordó que el Ayuntamiento costeó la vitrina donde el belén está expuesto. El consejero de Educación y Cultura consideró estar haciendo historia: «Dentro de unos años se recordará este día».

El belén se queda, gracias al mecenazgo del presidente de la UCAM, quien lo adquiere pero a su vez lo cede al museo. Carmelo García de Castro prometió ir de forma asidua para seguir contemplando su belén. «Y si veo que no lo cuidan bien lo cojo y me lo llevo», declaró entre risas.

Nada de lo que ayer se firmó habría sido posible sin el empeño y el trabajo de Gómez Fayrén, presidente de la Cofradía de Jesús, sin María Teresa Marín, directora del Museo Salzillo, y sin Germán Cantero, el gerente. «Estos señores tienen la culpa, hasta que no lo han conseguido no han parado».