Borrar
Edificio del IES Sangonera la Verde.
Un pillaje informático 'low cost'

Un pillaje informático 'low cost'

Diez jóvenes serán juzgados por el robo de ordenadores en centros públicos de Sangonera la Verde y su posterior reventa

Jorge García Badía

Lunes, 10 de noviembre 2014, 11:22

Ninguno de ellos es Bill Gates, pero para robar ordenadores no hace falta ser un cerebro de la informática. Lo que sí demostraron presuntamente El Torete, El Chiche, El Borrego, El Bigotes, El Loco, El Cuquillo y El Largo, entre otros imputados, fue tener la frialdad necesaria para supuestamente desvalijar los equipos y el material informático del instituto de Sangonera la Verde, del centro de salud y del centro cultural, para después venderlos a precio de saldo entre los jóvenes de esta pedanía y de otras como Beniaján y El Palmar.

  • DATOS DE LA TRAMA

  • IES Sangonera la Verde

  • Asaltos Fue saqueado en tres ocasiones entre agosto y octubre de 2009. Se llevaron 16 ordenadores.

  • Precio equipos 6.314 euros.

  • Centro de Salud

  • Asalto En la Nochebuena de 2009. Se llevaron 12 ordenadores, 14 monitores, dos impresoras y un escáner. También robaron recetas.

  • Precio equipos 7.015 euros.

  • Centro Cultural

  • Asalto Se llevaron un ordenador.

  • Precio equipo 460 euros.

Así lo recogen las diligencias cerradas por el Juzgado de Instrucción número 6 de Murcia, tras la ardua investigación por robo con fuerza y receptación de objetos robados que tuvo que desarrollar en Sangonera la Verde el Grupo de Delincuencia Organizada de la Policía Nacional. La investigación arrancó después de que, entre el 9 de agosto y el 7 de octubre de 2009, hasta en tres ocasiones fuesen asaltadas las instalaciones del Instituto de Educación Secundaria de Sangonera la Verde.

El aula de informática se convirtió en poco menos que una era, ya que se llevaron 16 ordenadores además de tres monitores. En todas las ocasiones accedieron a las instalaciones con nocturnidad y alevosía, saltándose la valla perimetral y «trepando a través de una obra a la primera planta de ese centro», para romper alguna de las ventanas y acceder a las aulas. Pero el primer error que cometieron fue llevarse ordenadores con el anagrama de la Consejería de Educación y del propio instituto.

El segundo fallo fue no percatarse de que había cámaras de circuito cerrado. El tercero, no resistir la tentación, y solo dos meses después, en Nochebuena, aprovecharon la madrugada de villancicos y polvorones para perpetrar dos nuevos golpes. El primero, en el centro de salud, ubicado en la calle Comandante Cousteau, donde supuestamente accedieron por la puerta de servicio y le hicieron un chequeo completo al centro: 12 ordenadores, 14 monitores, dos impresoras y un escáner. Los facultativos tuvieron que pasar consulta a la antigua, sin equipos informáticos y sin algunos de los historiales de los pacientes, porque uno de los discos duros robado «comprende unas 10.000 historias clínicas». Hasta se llevaron «un talonario de recetas firmadas sin sellar», ya que algunos implicados han estado ingresados en centros de rehabilitación de drogodependientes.

Al descubierto

El segundo palo lo perpetraron presuntamente en el centro cultural, en la calle Rosalinda. Se llevaron un ordenador y los usuarios de las instalaciones, jóvenes y pensionistas de la pedanía, se quedaron sin acceder a internet durante una temporada. Los ahora imputados llegaron a acumular, tal y como recogen las diligencias, un botín de 29 ordenadores, 17 monitores, 2 impresoras, 2 servidores y 1 escáner. Algunos de los equipos fueron escondidos en obras, mientras les daban salida entre jóvenes de la pedanía, amigos y familiares. Justo de ese hilo empezó a tirar la Policía Nacional.

Decir que eran baratos es poco, porque vendieron ordenadores por 50 euros, torres a 10 euros y lotes completos por 40 euros. Todo ello, a pesar de que algunos equipos estaban tasados por más de 600 euros. Las operaciones de venta se producían en plena vía pública, por ejemplo en la calle Rejas, y empezaron a generar, a su vez, operaciones de reventa, señalan las diligencias. Así lo evidencia la declaración de un joven que acudió a las dependencias de Policía Nacional para entregar voluntariamente su equipo tras sospechar de su procedencia ilícita. Era tal el supuesto mercadeo que había en la pedanía que los agentes, en enero de 2010, localizaron a El Gitano, uno de los cuatro menores supuestamente implicados, que confirmó la venta ilegal de equipos por toda la pedanía: «Lo sabe todo el pueblo (...). Ese material está vendido en el propio pueblo». En días sucesivos fueron cayendo los implicados, todos vecinos de Sangonera, porque ellos mismos se iban delatando cuando testificaban ante la Policía. Resultaron detenidos diez jóvenes, además de cuatro menores de edad.

Se quitaron el 'marrón'

El efecto dominó era imparable en Sangonera y se corrió la voz de las detenciones, de tal forma que algunos compradores empezaron a peregrinar a las dependencias policiales para devolver los equipos y, así, evitar un delito de receptación.

En septiembre de 2010, el Juzgado de Menores número 1 de Murcia condenó a tres de los implicados a trabajos de servicios a la comunidad, al considerar probado que participaron en los robos haciendo las veces de 'aguadores', participando directamente en los golpes o comprando el material robado. La sentencia señaló que actuaron «en compañía de un grupo de individuos mayores de edad, puestos de común acuerdo y guiados del ánimo de lucro ilícito».

El resto, pendiente de juicio

En marzo, el Juzgado de Instrucción número 6 de Murcia emitió un auto con el listado de los diez imputados restantes y la apertura de juicio oral está pendiente de señalamiento. El fiscal se ha dirigido al Servicio Murciano de Salud y al Ayuntamiento de Murcia para que ejerzan acciones legales, después de haber tasado los equipos informáticos robados y los daños causados en el centro cultural, el instituto y el centro de salud.

En su escrito, el fiscal considera supuestos responsables de un delito continuado de robo con fuerza a José Antonio B. P., alias 'El Borrego'; Sergio R. B., 'El Torete', y José V. G., 'El Chiche'. De un presunto delito de robo con fuerza a Mario P. B., alias 'El Bigotes'; Rubén F. M., 'De las Cabreras', y Abel I. R., 'El Loco'. Mientras que las supuestas acusaciones de receptación recaen en Pedro G. T., alias 'El Cuquillo'; David P. M., y Antonio José L. B., 'El Largo', y Salvador I. M. Las penas de cárcel propuestas oscilan entre los 9 meses y los 3 años, además de las indemnizaciones.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

laverdad Un pillaje informático 'low cost'