Más de cien murcianos están en tratamiento para cambiar de sexo
Sanidad carece de un registro de pacientes transexuales y aplica de forma desigual el protocolo de atención en menores de edad
Si alguien entiende de miradas hirientes es Félix Peñalver. No solo por haberlas recibido, sino porque antes de eso ya se observaba en el espejo, «y me odiaba, me odiaba por ser lo que era, me odiaba por no poder ser lo que era», dice, y sus palabras, tan contradictorias y evidentes al mismo tiempo, caen como una losa en mitad de la sala, cortando el aire, lapidando el silencio. Hace menos de un año que Félix se sometió a su segunda operación quirúrgica para cambiar de sexo, tras dos años de tratamiento hormonal y un año de tratamiento psicológico: «Durante mucho tiempo me estuvieron examinando para ver si yo mantenía mi postura, o al menos así me sentí, cuestionado por completo. Y es injusto que la posibilidad de tu cambio dependa de pasar o no ese examen».
El Servicio de Endocrinología de La Arrixaca no dice cuántos trans van a sus consultas
Félix Peñalver: «Algunos médicos nos tratan como si fuéramos enfermos mentales»
Quiere aprovechar este reportaje para desmontar todos los mitos que imperan sobre las personas como él; para dejar claro que «no hemos nacido encerrados en un cuerpo que no nos corresponde, que es de muy mal gusto preguntarle a una persona trans cuál era su nombre antes, o hacerle la típica pregunta de 'qué eres'; que no somos homosexuales que quieran cambiarse de género, que un travesti no es una mujer trans, que el genital externo no cambia y que nunca, aunque nos operemos, jamás vamos a dejar de ser transexuales». A sus 19 años y después de un huracán identitario que arrasó con casi todo, Félix tiene clarísimos todos sus principios, sus derechos, sus argumentos. Pero no siempre fue así: «Lo más difícil fue aceptarme tal cual era. Cuando lo descubres, te odias a ti mismo por no ser como deberías, por no encajar en el sistema, por no ajustarte a lo que dicen que tienes que ser. Por eso yo siempre digo que los primeros en tener transfobia somos nosotros mismos», sentencia sin pudor.
EN TRATAMIENTO HORMONAL
-
40 personas trans de entre 14 y 70 años acuden a Endocrinología en el Hospital Santa Lucía.
-
26 pacientes son los que reciben tratamiento en las consultas del Hospital Morales Meseguer.
-
20 transexuales mayores de 16 años visitan el servicio de Endocrinología del Hospital Reina Sofía.
-
23 han pasado entre 2010 y 2016 por una de las consultas de endocrino del Hospital Virgen de La Arrixaca.
Las deficiencias del sistema
Como Félix, al menos más de un centenar de murcianos se someten en la actualidad a tratamientos hormonales en los hospitales de la Región para cambiar su sexo, según confirmó la Consejería de Sanidad, aunque el Servicio de Endocrinología de La Arrixaca no ha sido capaz de proporcionar datos concretos. En su defecto, han facilitado un estudio sobre disforia de género entre 2010 y 2016 cuyos resultados, sobre una muestra de 23 pacientes, arrojan un perfil: más del 56% de ellos cambiaron su sexo de hombre a mujer, un 91% recibía tratamiento hormonal cruzado, más de un 17% se había sometido a cirugía de reasignación parcial, y más de un 8% se había operado por completo, aunque casi el 40% se encontraba en lista de espera.
En lo que se refiere al protocolo sanitario de atención integral a personas transexuales, citado en la ley 8/2016, «todavía hay muchas incoherencias en el sistema sanitario que son injustas», considera Pascuala, madre de un adolescente trans a quien 'La Verdad' prefiere no citar con su nombre real para proteger el anonimato del menor. «Por ejemplo, a mi hijo no le dejaron empezar con el tratamiento hasta que no tuvo 16 años. Antes le dieron bloqueadores, pero claro, eso le provocó una falsa menopausia y lo pasó fatal. Como madre, creo que se debería revisar el protocolo, por lo menos para dar la posibilidad de empezar el tratamiento a los 14, siempre con el consentimiento de los padres y la autorización del médico, claro». Ella es la voz de su hijo de 17 años. Ella es, en casi todos los ámbitos cotidianos del joven, su férrea defensora y la que intenta protegerle siempre «de los muchos errores que comete la sociedad. Por ejemplo, en el centro educativo, donde no lo dejan utilizar el baño de los chicos durante el recreo; o en cualquier cita médica, en la que violan su intimidad en las listas de espera. Siempre tengo que estar anticipándome para que lo llamen por su nombre actual, dando explicaciones de que es un chico trans. Y ya del DNI mejor ni hablamos, porque es una odisea».
El criterio médico
Un mes ha tardado la Consejería de Salud en proporcionar a 'La Verdad' los datos para este reportaje. No se sabe con exactitud cuántos trans han sido operados en la Región, ni cuántos en total hay en tratamiento hormonal en los grandes hospitales murcianos. Por su experiencia con otros chicos y chicas trans, a los que ha conocido en el colectivo No Te Prives, Félix asegura que en el sistema sanitario «casi todo depende del criterio del médico que te toque, porque aunque haya una normativa, luego ellos hacen lo que mejor les parece en cada caso. Hay personas que empiezan antes de los 16 con las hormonas, hay quienes no cumplen los dos años previos de tratamiento antes de operarse, y hay médicos muy tajantes que, si no has pasado por todo el proceso y no llevas un mínimo de dos años tomando hormonas, no te operan». A pesar de los avances sanitarios de las últimas décadas, tanto Félix como Pascuala creen que al sistema todavía le falta mucho para integrar por completo a las personas trans: «Sobre todo, lo que falta es mucha formación de los profesionales sanitarios, porque la verdad es que algunos médicos nos tratan como si fuéramos enfermos mentales», sentencia el joven.