Casi cien días de «encierro» en los centros de desintoxicación

Para la Administración, evitar brotes de coronavirus en los centros sociosanitarios es en estos momentos la máxima prioridad. Familiares, pacientes y profesionales han entendido la necesidad de estas medidas estrictas durante los meses en que toda la población estuvo confinada en sus casas, pero cada vez más voces cuestionan que esta situación se alargue pese a la buena evolución de la pandemia. Advierten, además, de que se puede poner en peligro el éxito de las terapias. Ante las quejas crecientes, la Consejería abrió la mano la semana pasada, permitiendo que los pacientes puedan recibir visitas periódicas de un familiar. Pero para muchos de los afectados y para sus familias, sigue sin ser suficiente.

En estos centros para personas con problemas de adicción «se realiza una terapia multidisciplinar que incluye las salidas semanales al domicilio familiar con la finalidad de que los pacientes adapten todo lo aprendido a la realidad, lo que se considera fundamental para su recuperación y vuelta a una vida normal», subrayan familiares de usuarios del centro Las Flotas, en Alhama, en un escrito de protesta.

«Tenerlos encerrados puede resultar cómodo y tranquilizador para familias y administraciones, pero nos parece muy cruel para los pacientes», insisten los autores de este escrito. «Nos hemos dirigido a las administraciones en busca de una solución, y son incapaces de darnos una respuesta, ni tan siquiera una fecha aproximada», lamentan. «Nos contestan que esperan que en unos meses nos vayamos acercando a la nueva normalidad. En unos meses serán los responsables de que los pacientes abandonen sus terapias, en las cuales han puesto todo su empeño y esfuerzo, y todo este trabajo habrá sido en vano».

También una de las pacientes de Las Flotas ha escrito una carta narrando su situación. «Tengo una niña de cuatro años que necesita a su madre y la necesita bien. He luchado por mi tratamiento contra viento y marea, azotada por la repentina enfermedad de mi padre en pleno confinamiento. Nuestros tratamientos se basan en ir poniendo en práctica progresivamente lo aprendido, se necesitan las salidas y entradas. Necesitamos soluciones ya», reclama.

El problema se repite en todos los centros concertados con la Consejería. «Nos está costando mucho gestionar esta situación», admite Asunción Santos, directora de Proyecto Hombre. «Se permiten visitas muy restringidas. Hay pacientes con hijos, pero los niños no pueden entrar, porque no pueden cumplir con las medidas de seguridad», explica.

La Consejería de Salud defiende el mantenimiento del protocolo «para garantizar la seguridad de los pacientes y profesionales». En lo que se refiere a las salidas de los residentes, «los criterios de salud pública no las aconsejan por los riesgos que conllevaría para la propia comunidad», señalan fuentes de este departamento. Los responsables del centro Las Flotas no respondieron a las llamadas y correos de este periódico.