Celaá quiere que todos los alumnos pasen de curso, pero la Consejería no está de acuerdo

Todos los alumnos pasarán de curso este año, y solo se repetirá en casos muy excepcionales y argumentados. Ese es al menos el criterio que quiere imponer el Ministerio de Educación, que ayer apostó claramente por la promoción automática en todos los niveles educativos, incluso en los que marcan el final de etapa y conducen al título. Un criterio con el que no está de acuerdo de ningún modo la Consejería de Educación, que ayer mostró su oposición a la decisión anunciada por Celaá y exigió que si el Ministerio quiere que todos los estudiantes pasen de curso este año, «tendrá que regularlo en una orden ministerial, que en su caso acataremos. Las instrucciones tienen que estar claras; de lo contrario, aplicaremos la normativa actual y se valorará el esfuerzo de los estudiantes», reclamó la consejera Esperanza Moreno, muy molesta porque las declaraciones de la ministra «no se corresponden con lo debatido en la Conferencia Sectorial de Educación».

La ministra, aunque ayer fue más clara en su voluntad de que todos los alumnos pasen de curso, tampoco terminó de apostar por el aprobado general. Según explicó en la rueda de prensa que ofreció por la tarde, tras el encuentro telemático con los consejeros, «la titulación debe ser la práctica habitual para aquellos alumnos que finalicen cuarto de ESO y segundo de Bachillerato y FP. Una decisión que, en todo caso, será tomada por el claustro de profesores en su conjunto». Celaá añadió además que «la promoción de curso será la norma general y la repetición será una medida excepcional, que deberá estar «sólidamente argumentada y acompañada de un plan preciso de recuperación en cada uno de los informes que se entregará a cada alumno».

En la Región, la Consejería quedó pues a la espera de que ese 'casi' aprobado general se regule por decretos. De no ser así, aplicará los criterios habituales y repetirán cursos los alumnos que suspendan tres asignaturas, o dos si se trata de Lengua y Matemáticas. «Es el Ministerio quien tiene las competencias en la normativa de titulación y promoción, y el que debe establecer un nuevo marco normativo para que todos los alumnos que finalizan etapas de Primaria y Secundaria cuenten con las mismas condiciones en cuanto a la promoción. No podemos dejar a los profesores sin unas instrucciones claras que les respalden», dijo Moreno.

El desacuerdo entre los Gobiernos central y regional se enconó conforme avanzó la tarde, y el Ministerio remitió a la Comunidad el documento marco que quiere refrendar con las autonomías. Por lo pronto, la de Murcia dejó claro anoche que no lo firmará.

El rechazo de la consejera a la promoción automática encontró el respaldo del titular de Educación de Madrid, Enrique Ossorio, quien acusó a la ministra de «dejación de funciones», y denunció que con sus indicaciones un alumno «podría titularse con siete suspensos».

Sí hubo ayer consenso entre Ministerio y Comunidad en la decisión de que las notas finales del curso solo tendrán en cuenta los contenidos impartidos hasta la segunda evaluación, y el tercer trimestre solo podrá favorecer al alumno. Así, las calificaciones finales se decidirán en función de las notas obtenidas durante los dos primeros trimestres del curso, es decir, el periodo lectivo durante el que las clases fueron presenciales, y antes de que se decretara el estado de alarma. La evaluación de los contenidos y del rendimiento del tercer trimestre, que con toda probabilidad se desarrollará 'online', solo podrá utilizarse en favor del estudiante. Es decir, la tercera evaluación será una suerte de recuperación para los alumnos con suspensos, y los estudiantes con buenas calificaciones podrán mejorar sus notas, pero en cualquier caso, no podrá perjudicar al alumno.

La ministra presidió ayer la reunión telemática de la Conferencia Sectorial de Educación, en la que tomaron parte todos los consejeros autonómicos, entre ellos, la murciana Esperanza Moreno, y en la que discutieron sobre cómo evaluar a los más de ocho millones de estudiantes de enseñanzas no universitarias que permanecen confinados en casa. En la Región, son más de 270.000 los estudiantes de Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato y FP los afectados por el cierre de las aulas, y que desde hace más de un mes no reciben clases presenciales.

La consejera de Educación mostró su satisfacción porque su propuesta para que solo se evalúen los contenidos presenciales haya sido la acordada en toda España. «Ningún alumno de la Región debe perder el curso por la situación extraordinaria que estamos viviendo. Mientras dure el estado de alarma y no se restablezca la normalidad en las aulas, la tercera evaluación, que ya ha comenzado, se tiene que centrar en consolidar lo impartido», insistió ayer Moreno.