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Varias personas echan un vistazo a la ropa de uno de los puestos del mercadillo de venta ambulante de Cabo de Palos este domingo. Pablo Sánchez / AGM

Vendedores de Cabo de Palos exigen una ubicación «suficiente» para sus puestos

Mientras el Gobierno local estudia una alternativa, solicitan reubicar una treintenta de puestos en «desventaja comercial»

Lunes, 15 de julio 2024, 00:38

Un espacio «adecuado y suficiente» para los 196 puestos actuales que pueda convertirse en «definitivo» para evitar más vaivenes. Estas son las condiciones que exigen ... los vendedores ambulantes del mercado de Cabo de Palos al Gobierno local para reubicar este foco comercial que desde hace dos años se instala cada domingo entre el Spar y Marina Center.

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«Estamos en contra de cambiarnos de sitio en plena campaña porque es un desvarío para clientes y vendedores. No es el momento de hacerlo y queremos tener unas mínimas garantías de que la nueva ubicación tendrá las condiciones necesarias para que se instalen todos los puestos, incluso los que desde la pandemia se quedaron fuera. Hay gente que está muy quemada porque su zona es de difícil acceso y se está jugando con el pan de muchas familias en una época de ventas muy complicada que no da tregua», dijo ayer a LA VERDAD la vendedora Tamara García.

Las indefiniciones que ha sufrido la ubicación del mercado desde que en 2022 las obras de reurbanización del área de Las Dunas, donde se instalaba desde hacía tres décadas, obligaran a trasladar los puestos junto al Spar han dividido a los comerciantes, así como a sus principales representantes. Estos son: Asociación de Comercio Ambulante del Sureste (Acosur), Asociación de Vendedores de Plazas y Mercados de Cartagena y la Asociación de Comercio Ambulante de la Región de Murcia.

División comercial

La edil de Comercio, Belén Romero, reconoció que «existe división entre ellos. Hay 111 puestos que no quieren trasladarse de donde se encuentran ahora hasta Las Dunas».

«Hay de todo, como es normal. Gente que está deseando cambiarse y otros muchos que no. Si todos tuviéramos las mismas condiciones de venta, no pasarían estas cosas. Pero hay bastante descontrol y está perjudicando a la unidad de los vendedores, que antes éramos todos compañeros», lamentó Isabel Fernández, que ayer echó una mano en el puesto familiar de ropa.

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EN SU CONTEXTO

  • 246 puestos tiene el mercado dominical de Cabo de Palos. Las restricciones impuestas por la pandemia del covid obligaron a reducirlo en cincuenta negocios. Desde entonces, no se han realizado mejoras ni adjudicaciones. En la actualidad hay 196 puestos en las inmediaciones del Spar, que requieren 7.300 metros cuadrados.

  • Espacio insuficiente en Las Dunas e incertidumbre antes las obras pendientes. Estas son las principales razones por los que rechazan algunos comerciantes y la Asociación de Comercio Ambulante de la Región de Murcia y de Cartagena este emplazamiento.

  • 30 puestos sufren desventaja comercial por su ubicación tras el traslado desde Las Dunas a la calle Brezo. Hay una cuesta empinada que dificulta la accesibilidad. Exigen reubicar estos negocios en la explanada junto al resto.

  • Ubicación «definitiva» es lo que exigen todos los comerciantes y asociaciones implicadas, pese a las diferentes posturas sobre si seguir en el mismo emplazamiento o trasladarse a Las Dunas. Están cansados de que el mercado no tenga un lugar fijo.

Romero anunció el regreso de los negocios a la localización original en Las Dunas el pasado mes de junio, antes del inicio de la campaña estival. Pero el rechazo de algunos comerciantes ha obligado al Gobierno local a replantearse esta decisión y estudiar una alternativa con el consenso de las partes implicadas.

El presidente de la Asociación de Comercio Ambulante de Cartagena y representante de la entidad regional, Pedro Furió, recordó que la localización en Las Dunas «siempre fue provisional» y la rechazó por falta de espacio. «Los 196 puestos requieren 7.300 metros cuadrados, mientras que en Las Dunas quedarán disponibles unos 4.000 metros cuando se instale el mobiliario. Si volvemos a Las Dunas, ¿qué hacemos cuando empiecen las obras de Mercadona? ¿Nos cambiamos otra vez? Nos negamos a cualquier cambio de ubicación que no garantice las dimensiones de los puestos y queremos que el nuevo emplazamiento tenga una continuidad», reivindicó Furió.

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La Policía Local de Cartagena inspeccionó ayer el mercado dominical de la localidad costera. Pablo Sánchez / AGM

El mercado original de Cabo de Palos, por el que pasan entre 160.000 y 200.000 personas durante las 40 semanas de invierno, disponía de 246 puestos. «Algún día habrá que colocar los cincuenta que quedaron fuera. La pandemia y la falta de espacio lo redujeron a 196. Desde entonces no ha habido mejoras ni adjudicaciones», remarcó el representante de los vendedores.

«Condiciones precarias»

Mientras que el Ayuntamiento encuentra una salida viable al problema del emplazamiento, los vendedores insisten en que hay «posibilidad de mejora» en donde se encuentran, sobre todo por la treintena de autónomos cuyos negocios están en la zona más alta del mercadillo y sufren desventaja respecto a los demás.

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«Aquí no hay quien suba con el calor. La cuesta es muy empinada y la calle no tiene salida, así que normalmente nos quedamos por abajo, a no ser que queramos algo específico», dijo Concha Esparza, veraneante de Cabo de Palos que todos los domingos aprovecha para «comprar alguna ganga. El mercado es único y me decepciona que al final no tenga la zona gastronómica anunciada».

Para Furió, es prioritario encontrar una alternativa para estas familias. «Hemos planteado que se reubiquen en la explanada donde están el resto. Detrás del aparcamiento del Spar hay un espacio municipal que podría acondicionarse, sorteando algunos obstáculos como árboles, pero es mejor que donde se encuentran ahora. La solución sería rápida para estos vendedores autónomos que están en condiciones precarias», remarcó.

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Las ventas caen un 50% pese a la bajada de precios

Las ventas de los negocios del mercado de Cabo de Palos han experimentado una bajada del 50% en los últimos meses, pese a una «contención de precios generalizada» y a las ofertas y promociones recurrentes para atraer a la clientela. «Estamos en un momento económico complicado y las ventas son flojas. A muchos de nosotros ya no nos sale rentable el puesto, vienes porque es tu negocio, pero no da para vivir», reconoció la vendedora Tamara García. Las pérdidas para los comerciantes de la zona alta del mercadillo rondarían el 70%. «Hay una merma considerable de las ventas desde la pandemia, y no hay soluciones. No me extrañaría que los vendedores más afectados se planten un día», advirtió el representante de este colectivo, Pedro Furió.

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