Los vecinos de Cartagena exigen cubrir las balsas de Zinsa ya ante el informe sobre la muerte de aves

Los vecinos reclaman no esperar al inicio de las obras de descontaminación de esta parcela, dada la lentitud propia de los trámites administrativos y que esos trabajos siguen sin fecha de inicio trece años después del cierre de la factoría.

Esperan que la Fiscalía cambie su criterio, aplique el principio de precaución y apoye la adopción de medidas cautelares, que hasta ahora ha rechazado al no advertir indicios de criminalidad.

El informe sobre las aves, remitido este mes por la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente al Juzgado de Instrucción 5 de Cartagena, constata que los cinco ejemplares a los que se practicó la necropsia «presentaban un excelente estado corporal, por lo que se deduce que la muerte se produjo de forma aguda o sobreaguda». De ahí que fuentes de la Asociación de Vecinos de Torreciega, personada como acusación particular en la causa abierta por un presunto delito contra el medio ambiente, indicaron que este colectivo ha visto reforzada su denuncia de que los pájaros murieron «de manera fulminante» al ingerir aguas contaminadas y su exigencia de medidas para que este «atentado ecológico» no se repita. También exigen evitar que el viento y la lluvia siga arrastrando partículas nocivas hacia sus calles y casas.

Los vecinos subrayan que, según el informe oficial, «un hallazgo repetido en los ejemplares de garcilla bueyera es la presencia de barro en la cavidad oral y glotis». «Se observó también líquido espumoso y marrón en los pulmones y cavidad torácica». Respecto a los ejemplares de gaviota adouin, «los hallazgos más relevantes son de tipo congestivo», apunta el estudio de la Consejería requerido por el Seprona.

Entre tanto, la Asociación de Vecinos, que se sumó a la denuncia inicial del investigador especialista en suelos José Matías Peñas Castejón y cuyo abogado es José Manuel Muñoz Ortín, ha advertido también de que las últimas lluvias han aumentado el volumen de líquidos contaminados. Ello, consideran, supone un «riesgo de desbordamiento» de ácido sulfúrico y otros desechos hacia viviendas, carreteras y naves cercanas. Sobre ello, recordaron que la Guardia Civil halló cárcavas y fisuras en estas presas abandonadas.

De igual forma, sobre el peligro de filtraciones subrayaron que el grupo industrial Ercros atribuyó hace ya meses la presencia de metales pesados en el subsuelo de la cercana parcela de El Hondón a los arrastres de residuos desde la zona de Zinsa. Lo hizo en un documento entregado a la Consejería de Medio Ambiente, que le exige descontaminar el área donde, hasta el año 2001, estuvo la factoría de abonos y fertilizantes Potasas y Derivados.

Zinsa finalizó su actividad en 2008 y los terrenos están pendientes de la restauración ambiental que exige la ley. El suelo pertenece a distintos propietarios, entre los que es mayoritaria una mercantil del empresario Tomás Olivo. La sociedad presentó en junio a la Consejería un proyecto de cubrición de los depósitos y de remediación de los suelos, para devolverlos a un estado de uso industrial adecuado, y ha aumentado el número de cañones sonoros para espantar a los pájaros que pasan por allí. La Comunidad no ha contestado aún a la empresa, a la que los vecinos han agradecido su disposición a resolver los problemas.

Fuentes de la Consejería de Medio Ambiente indicaron que los técnicos autonómicos están analizando la documentación aportada por los distintos dueños del suelo y que esperan avanzar en el expediente pronto. Marín también se reunirá con los vecinos y estudiará sus propuestas.