Vecinos y empresarios de Cartagena se hartan de los continuos robos en comercios y naves

Precisamente, en el polígono dieron el golpe más importante en la madrugada de ayer. Fue en una empresa de distribución de golosinas, bebidas, alimentación y productos asiáticos, de donde se llevaron 6.000 euros en metálico. Las cámaras captaron a cuatro encapuchados, que usaron un coche marca Audi A4, cuya matrícula era de un Citroën C3 sustraído en Media Legua.

Por ello y por otros atracos en los últimos meses, la Asociación de Empresarios de Cabezo Beaza, liderada por Francisco Bernal, ha solicitado fondos al Instituto de Fomento (Info) de la Región de Murcia, «para instalar más cámaras de seguridad y cubrir toda la zona», dijo Bernal.

También, en la madrugada, unos desconocido asaltaron el restaurante Tori Sushi, en plena calle Santa Florentina. En esta ocasión tan solo pudieron llevarse unas pocas monedas que quedaban en la caja registradora. «Eso sí, un ala de la puerta corredera la destrozaron a patadas. Por ahí se colaron. Fue todo muy rápido», explicó a LA VERDAD el dueño, Alejandro Cánovas.

Muy cerca de allí, en la plaza del Rey también entraron en otro restaurante: La Abacería del Rey. En este caso, como en el anterior, lo más importante fue los destrozos que provocaron.

En días anteriores le tocó a dos locales del Grupo Casa Tomás: A la barra y La Tapería. El viernes de la semana pasada, dos hombres, uno de ellos encapuchado, según pudo comprobar uno de los dueños, Sergio Acosta, a través de la grabaciones de las cámaras de seguridad, intentaron entrar a ambos rompiendo un cristal. Al ver que les era imposible, cejaron en su empeño. Pero el sábado volvieron y en el primero de ellos, usando un mazo, terminaron de romper el cristal de seguridad. «No se llevaron mucho, tan solo una tableta y unos aparatos que usamos para tomar las comandas», explicó.

Anteanoche también atentaron contra el futuro cuartel de la Policía Local de Pozo Estrecho, de donde se llevaron los cables de la obra, para vender el cobre en el mercado negro. Algo similar ocurrió hace unos días en Galifa, en varias calles. Entonces, los asaltantes utilizaron un carro de la compra para transportar lo sustraído. También llevaban baterías de coche. Al ser sorprendidos, abandonaron su botín. Los ladrones también hicieron de las suyas en Santa Ana, donde sacaron el combustible de un camión, y en Molinos Marfagones, donde destrozaron la luna de un coche, para llevarse lo poco que encontraron en su interior.

El presidente de la Asociación de Vecinos de San Diego Centro Histórico, Tomás Sánchez, mantuvo una reunión el pasado martes con representantes de la Policía Local de Cartagena, para pedirle más vigilancia y poner freno «al aumento de robos en comercios y tirones de bolsos». Incluso, un grupo de residentes de la Plaza Juan XXIII ha remitido una petición oficial al Ayuntamiento, haciendo saber su malestar por esta situación y pidiendo «la presencia de más efectivos en coches, motos y a pie». También está en alerta la Policía Nacional. El Gobierno local calificó en el Pleno municipal de «oportunista» la iniciativa de MC en la que pedía medidas de emergencia para atajar los atracos.