Los vecinos de Bahía Bella plantean una red de alcantarillado que evite vertidos al Mar Menor

«Hemos recibido un visto bueno verbal del Ayuntamiento de Cartagena para comenzar con las mediciones, aunque está condicionado a que acepte el proyecto que hagamos y el permiso que nos den tendrá que ser una autorización en precario», explicó la secretaria de la Asociación de Vecinos de Bahía Bella, Amparo Moreno. Esto es porque la obra se hará en zona no urbanizable y tendrá que cumplir unas condiciones especiales.

Bahía Bella abarca unas 300 viviendas unifamiliares que fueron edificadas en las últimas décadas del siglo pasado en la linde del municipio de Cartagena con la población de Los Alcázares, mucho antes de que esta obtuviera su independencia local. El Ayuntamiento cartagenero les dio servicio de agua potable a cambio del pago del recibo y comenzó a pasarles al cobro el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). Sin embargo, no se ocupó de instalar alumbrado público ni de urbanizar. Las casas tienen fosas sépticas.

Gran parte de las parcelas se encuentran en las zona de servidumbre y policía de la rambla del Albujón, consideradas además potencialmente inundables y con una complicada evacuación de pluviales, como se demuestra cada vez que llueve de forma torrencial. De hecho, sus habitantes fueron noticia cuando fueron trasladados por los bomberos y con ayuda de la Unidad Militar de Emergencia (UME), al quedar atrapados por la DANA, en 2019. Pero lo que ahora les preocupa es tener una red de alcantarillado que impida que sean señalados, además, como fuente de vertidos de residuos orgánicos al Mar Menor.

Unas negociaciones llevadas a cabo discretamente por la vicealcaldesa y concejal de Urbanismo, Ana Belén Castejón, con el alcalde de Los Alcázares, Mario Pérez Cervera, desembocaron en un principio de acuerdo, tras una reunión con los representantes vecinales en enero de este año. El pacto es que Castejón se ocupará de la tramitación urbanística de la obra y de supervisarla. Por su parte, el Ayuntamiento de Los Alcázares facilitará el entronque con su red de saneamiento y asumirá la impulsión de las aguas residuales desde allí hasta la estación depuradora del municipio, situada al otro lado de la autopista AP-7.

«Por el momento, estamos haciendo una cuestación para pagar los algo más de 30.000 euros que supone hacer el proyecto con ciertas garantías de que la Concejalía de Urbanismo de Cartagena no lo tirará para atrás, aunque nos pida modificaciones sobre la marcha», explicó Francisco Francoso, también vecino de la zona. Todo ello para obtener una primera autorización que legalice la futura red de saneamiento. «En principio, nos dicen que la Confederación Hidrográfica del Segura no obstaculizará las obras», apuntó Amparo Moreno. El organismo de cuenca está interesado en no ser señalado por poner trabas a una obra con permiso municipal para eliminar vertidos.

A los vecinos de Bahía Bella se han unido otros cien de la urbanización La Arboleda, que se encuentra al lado, y los propietarios de una serie de casas diseminadas y situadas detrás de la Venta Simón.

Para el entronque con Los Alcázares se barajan dos alternativas, en función de la viabilidad técnica y de las directrices de los técnicos de Urbanismo de Cartagena. Ambos harán necesaria la instalación de una estación de bombeo, porque el punto de conexión está a una cota superior a las viviendas.

Todavía está por determinar, pero todo indica que cuando se ponga en servicio el alcantarillado será a través de un recibo a la concesionaria de Los Alcázares. Mientras, el de pago del agua potable y el de los contadores seguirá dependiendo de Hidrogea, empresa que suministra a toda Cartagena.