Urbincasa reactiva la construcción de vivienda para familias en el barrio de Santa Lucía de Cartagena

Así lo ratifican a este periódico fuentes de la promotora de estos solares, Urbincasa. Según señalan desde la mercantil, están todavía a la espera de culminar la tramitación de la licencia en el Ayuntamiento, la cual, indican fuentes municipales a este diario, todavía no les consta que haya sido concedida. No obstante, Urbincasa espera iniciar los trabajos cuanto antes, señala a este diario, con el objetivo de poder empezar la venta de inmuebles de cara a noviembre de este año.

En los últimos años, Urbincasa, ratifican desde la promotora cartagenera, ha estado más volcada en la promoción de vivienda turístico-residencial. No solo en la Costa Cálida o en la vecina Costa Blanca alicantina, sino también buscando nuevas áreas de expansión como Málaga, donde han aterrizado recientemente. Esta vez, sin embargo, señalan que el perfil de comprador, lejos de ser un turista extranjero, quieren que sea local; en concreto y muy particularmente, parejas y familias jóvenes que están buscando su primera vivienda.

Urbincasa ya cuenta con experiencia en el pasado en este tipo de promociones, antes mucho más comunes. Prueba de ello es el barrio, adyacente a Ciudad Jardín, que es por todos los cartageneros llamado por el nombre de la promotora local. Aunque la propia empresa reconoce que desde entonces –desde los años 80–, apenas han invertido en este modelo, copando la mayor parte de su actividad promotora las segundas residencias vacacionales.

De esta forma, Urbincasa, manifiesta a este diario, busca poner algo de oferta a un mercado donde la elevada demanda está disparando el precio de los pisos tanto en el mercado de compraventa como en el del alquiler. Sin ir más lejos, en el mercado de arrendamientos, las principales plataformas recogen un incremento en las rentas en el último año superiores al 10%.

La zona de Santa Lucía y Los Mateos lleva de capa caída en lo que a construcción se refiere varios años, con promociones lo que los vecinos han venido a denominar como Nueva Santa Lucía que fueron edificadas entre 2002 y 2007. Proyectos, por tanto, que quedaron frenados en seco con el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008.

Esto, sin embargo, no resta atractivo a los terrenos, que están llamados a revalorizarse por su cercanía al hospital Santa Lucía, al propio puerto y, si el Gobierno de España lo quiere, a la futura Ciudad de la Justicia, que espera atraer en conjunto, no solo nuevos habitantes, sino también todos los servicios que ello deberá llevar aparejado. Ejemplo de ello fue que la empresa Ibermutuamur decidió construir en un solar contiguo al de Urbincasa una clínica para sus asociados hasta que el proyecto, que está tratando de ser rescatado, quedó malogrado por desavenencias entre la compañía y la empresa constructora.

Desde la mercantil inciden en que el emplazamiento está a 15 minutos andando del centro y a 10 del campus de la UPCT en la Muralla del Mar, algo que estiman también puede hacer interesante su promoción para pequeños propietarios interesados en invertir en pisos para estudiantes. Según Urbincasa, el Plan General permite construir una planta baja y cuatro alturas.

Desde el Consistorio, fuentes municipales ratifican que, pese a que el Plan General está siendo en estos momentos objeto de revisión, tanto el documento antiguo vigente como el nuevo que ha tenido su aprobación inicial, contemplan la misma calificación urbana. No obstante, sí aprecian que será necesario un pronunciamiento de la CHS al pasar en las proximidades la canalización que mantiene bajo tierra el cauce de la rambla del Hondón.

La Asociación de Constructores de Cartagena valora positivamente la iniciativa de Urbincasa en un contexto de escasa construcción de vivienda. Desde la entidad, su portavoz, Antonia González, señala a este periódico que son múltiples que las empresas están encontrando para lanzarse a promover nuevas edificaciones.

Entre los problemas existentes, González reseña que los costes «desmesurados» y la falta de personal especializado y cualificado. «La construcción no es atractiva. La gente prefiere estar en la oficina en lugar de en la obra. Faltan carpinteros, fontaneros, de todo», lamenta.

A eso, indica, se suman los impuestos «aberrantes», entre los que, resume, se encuentran la tasa para obtener la licencia, el IVA de los materiales, el del suelo o las gastos financieros en el caso de aquellas empresas que tengan que recurrir a préstamos bancarios para llevar adelante sus proyectos. También el impuesto municipal por la ocupación de la vía pública. «Estamos hablando que si una vivienda vale 200.000 euros, unos 60.000 son impuestos», sostiene.

A todo esto, se suma los problemas que encuentran para edificar en el casco antiguo como la obligación de conservar fachadas protegidas y la aparición de restos arqueológicos que desincentivan las obras en el corazón de la ciudad.

En este sentido, González asegura que ha solicitado al Ayuntamiento una moratoria en los procesos de construcción forzada en solares del casco antiguo que está impulsando el gobierno de Noelia Arroyo. Considera que existe una «inseguridad jurídica» puesto que en estos momentos el Ayuntamiento está revisando con vistas a actualizar el Plan Especial de Ordenación del Casco Histórico, cuya nueva redacción ya se ha adjudicado.