«Tocar música en directo es nuestro medio natural»

-¿Cuántas guitarras tiene?

-¡Puf! Pues espérate que cuente. Por lo menos, nueve. Bueno, y también tengo un banjo. A veces, lo utilizo con el grupo.

-¿Qué les diferencia como banda?

-Somos un caso algo extraño. Normalmente, los grupos hacen su propia música o intentan imitar de la forma más fiel al original. Nosotros tocamos versiones, pero intentamos hacerlo a nuestra manera. Como se ha hecho a lo largo de la historia de la música, tocamos música de otros, pero adaptándola a nuestro propio estilo. Hace unos años, en la tradición clásica, el intérprete era quien marcaba las normas, tenía mucha importancia. Ahora, eso es un problema que encuentro.

-¿Un problema?

-Sí. Actualmente, por ejemplo, desde mi punto de vista, encuentro guitarristas que me suenan iguales, estudiantes cuyas interpretaciones son muy parecidas. Creo que se ha perdido la idea de que lo más importante es que estamos haciendo arte, que tenemos que emocionar. Nosotros tocamos, como he comentado, música de otros, pero nos la llevamos a nuestro terreno. Aportamos algo de nuestra cosecha. En cualquier creación artística que se precie, el músico tiene que dar su visión.

-¿Cómo nació el primer disco?

-Es un disco que grabamos en un concierto que dimos por nuestro décimo aniversario, en el Teatro de Beniel. Decidimos invitar a los músicos que han colaborado con nosotros estos años, ya que llevamos diez años tocando, y grabamos las pistas. La idea era sacar un disco en directo, ya que eso es lo que nos mueve. Tocar música en directo es nuestro medio natural. El proyecto nos pareció una buena manera de dejar constancia del sonido que conseguimos.

-¿De cuántas canciones está compuesto?

-De nueve. Hemos incluido las más representativas, como 'Water of Love', pero también hemos añadido un décimo tema, una sorpresa.

-¿Y por qué decidieron centrarse en el grupo Dire Straits?

-Porque es una banda que fue capaz de tocar piezas delicadas en grandes estadios, fueron capaces de crear un lirismo que en otros grupos no encontramos. También tuvimos en cuenta el sonido de la guitarra de Mark Knopfler, tan elegante. Canta con ella, te atrapa. Combina la delicadeza y la fuerza; este cantante consigue crear una combinación muy particular.

-¿Cómo nació el grupo?

-La idea fue mía. Hace un tiempo, estuve trabajando en Madrid. Allí intenté crearlo, pero no cuajó. Aquí, en Murcia, le propuse comenzar este proyecto a Guillermo, que toca la guitarra acústica y hace los coros. Nos pusimos manos a la obra y, una vez que tuvimos el concepto claro, reclutamos al resto de músicos. Yo llevaba bastante tiempo queriendo montar un grupo para tocar versiones, cuando todavía no estaban de moda los grupos de tributos.

-¿Cómo de importante considera que es la formación clásica?

-Más que la formación clásica, creo que lo importante es la formación integral. Ser músico supone haber desarrollado varias habilidades. Repetir una pieza exactamente igual, nota por nota, es una de ellas, pero no la única.

-¿Qué cambiaría en los conservatorios?

-El problema que tiene la formación del conservatorio, siempre desde mi punto de vista, es que hay varias cosas que se dejan de lado, como la improvisación, algo que enriquece mucho el espíritu del músico. Habría que actualizar con urgencia las enseñanzas. Existe una gran diferencia entre la demanda social que hay de la música y lo que se oferta en los conservatorios.

-¿Cómo percibe la escena musical murciana?

-Aquí hay mucho talento, pero por algún motivo cuesta mucho que salga fuera, a otras comunidades. Hace una década no había, ni por asomo, la cantidad de artistas que encontramos ahora.