Desde el Teatro Apolo hasta el MITI
Tomás Martínez Pagán
Domingo, 6 de julio 2025, 07:46
A pesar del calor con los que hemos empezado este verano las actividades en nuestra comarca continúan y esta semana que termina pudimos disfrutar de ... una muy especial. Fue en la diputación de El Algar. Su topónimo 'Algar' refleja el origen musulmán de esta población dado que su significado en lenguaje árabe es 'cueva' u 'hondonada'. Los siglos XIX y XX están protagonizados en la zona por la pujanza de la minería, un pasado boyante que ha quedado reflejado en esta diputación en singulares construcciones como la Casa Rubio –actualmente en rehabilitación– y el gran Teatro Circo Apolo, obra del arquitecto Pedro Cerdán. Natural de Torre Pacheco, en 1904 se le encargó realizar los planos del teatro catalogado de dos estilos: 'pre-racionalista' en su fachada exterior y 'modernista' en su interior. Está protegido como Bien de Interés Cultural y perfectamente conservado.
Y fue en este escenario donde más de 450 personas rindieron un merecido homenaje a José María Alcaraz, fundador y chef del restaurante Los Churrascos, con motivo de la presentación del libro 'José María de Los Churrascos: una vida a fuego lento'. El acto abarrotó el Teatro Apolo, situado en su tierra natal. Empresarios del sector hostelero, turístico, cultural y gastronómico acudieron de toda la región para acompañar al decano de los fogones cartageneros así como amigos, colegas y vecinos que se volcaron en elogios a esta gran familia. Todos los habitantes de El Algar valoran cómo la transformación de la gastronomía de la zona es el resultado de sus 47 años de trabajo diario, logrando colocar el nombre de su pueblo en el mundo.
José María ha sido un hombre que ha dedicado toda su vida a la hostelería. Lo lleva en la sangre pues, a los 9 años, ya tenía el deseo de ser cocinero. Lleva muchos siendo un verdadero embajador de nuestra cocina regional. En Japón elaboró paellas y tortillas españolas para grandes ejecutivos nipones en compañía del gran restaurador japonés Kimura. Tiene en su poder el récord de haber hecho un caldero para 1.500 personas y en las vitrinas de su catedral gastronómica posee más de 50 premios de todos los rincones de nuestro país: Medalla de Plata al Mérito Turístico, Premio Turismo de Murcia, el de la Asociación de la Buena Mesa, el VII Premio de la Gastronomía Región de Murcia en el apartado de 'Toda una vida' y ser Embajador del Cochinillo de Segovia. Su bodega atesora más de 10.000 botellas de todas las denominaciones de origen.
El Museo de Ingeniería, Tecnología e Industria, vinculado a la UPCT, tiene cada vez más peso en la ciudad
La presentación la realizó la alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, definiendo a Los Churrascos de esta manera: «Venir a Los Churrascos no es ir a un restaurante, es introducirte en un hogar, en un lugar sagrado de sabores y afectos. José María ayudó a transformar y poner en valor la gastronomía cuando no estaba de moda y colocó a Cartagena en el mapa mundial de la gastronomía cuando no había GPS ni Google Maps». El director general del Instituto de Turismo de la Región de Murcia (Itrem), Juan Francisco Martínez, indicó que José María es el padre de la gastronomía cartagenera y una de las grandes figuras de la gastronomía regional.
Una vida a fuego lento
El autor del libro, su hijo Benito Alcaraz, habló sobre su padre, su historia profesional, la dedicación a su negocio y la vinculación de la familia que es el santo y seña para todos los que hacen Los Churrascos. A lo largo de las 213 páginas cuenta su vida 'a fuego lento' con una extraordinaria y elegante edición elaborada por la empresa cartagenera QdH. José María tuvo un recuerdo desde el atril para los grandes amigos que ya no están y contó algunos de los momentos más felices de su gran carrera profesional. La sorpresa la dieron sus nietas Lucia, María y Nazaret que dieron lectura a unas emotivas palabras. Terminamos en la terraza del Apolo con una michironada realizada por José María –muy bien regada con vinos de la Región y fresca cerveza de Estrella de Levante– que acompañó a unas longanizas de pellizco y unas patatas voladoras amenizando la tertulia que manteníamos todos los invitados.
Después de las despedidas hice una parada con mis buenos amigos Joaquín, Urbano y Abel en el Casino de El Algar, situado junto al Teatro. Antonio 'El Negro' nos preparó una tortilla española que su mujer Fina las hace de una manera que siempre uno termina pidiendo la segunda. También unos montaditos de beicon con huevos de codorniz y una ensalada de tomate con melva canutera. Todo regado con un Godello 2023 La Baraja de Bodegas Vilano, un Ribera con cinco meses en barrica de roble. Soberbio.
De camino a la Trimilenaria me invitó el doctor ingeniero Joaquín Roca Dorda a visitar el MITI: Museo de Ingeniería, Tecnología e Industria. Está instalado en la Planta Noble Bajo Cubierta de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial –en el edificio del antiguo Hospital Real de Marina– ocupando una superficie de unos 900 metros cuadrados. Sin lugar a dudas, una ubicación privilegiada por su enorme peso histórico, científico y cultural que aún conserva la vigas originales. De este modo, los fondos y piezas del patrimonio industrial de la ciudad que constituyen su colección quedan alojados en un espacio, tanto de raíz militar-médica como tecnológico-ingenieril.
Desde su creación el MITI ha ido aumentado progresivamente su presencia en el tejido museístico y cultural de la ciudad. El objetivo es representar, difundir y conservar la memoria histórica de la evolución de los avances tecnológicos y sus aplicaciones industriales. Joaquín Roca es su director-conservador conjuntamente con el profesor Francisco Melgarejo. Su proyecto es 'Exposición Estrella': Cartagena, Tierra de Ingeniería e Industria'. También tiene como objetivo incluirlo en la Red Museística de la Región, catalogado como Colección Museográfica. A Joaquín le encanta la buena mesa y dónde mejor para terminar la visita que en Los Churrascos.
Tuvimos el lujo de compartir mesa con José María y nos dejamos llevar empezando con unas gildas de queso con cecina. Continuamos con unos soldaditos de Pavía con ajonesa. Después un refrescante ajoblanco de bacalao y aceitunas negras. A continuación Benito nos puso un queso de oveja curado La Casota y otro Marantona curado de leche cruda que fueron un espectáculo y que dieron paso a un asado de cordero segureño de Calblanque a la pastora acompañado de una singular guarnición de patatas soprano, típicas algareñas.
Leche asada
El punto dulce lo constituyó la típica leche asada con arrope y bola de tutti frutti. Todo regado con un vinazo Vilano 57, variedad Tempranillo, merlot y cabernet sauvignon de añada 2021, en nariz compleja, con presencia de frutos y en boca estructura firme. Unos asiáticos y unas copas heladas de Villa Massa cerraron una jornada espectacular.
Termino con esta sabia reflexión: «Los interesados tienen socios, los perversos tienen cómplices, los políticos partidarios, la realeza cortesanos. Únicamente la gente buena tiene amigos». No me dirán que no.
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