Borrar
Papeles, bolsas y otros restos tirados junto a la acera de una calle del Ensanche, en una imagen tomada hace unos días.

Ver fotos

Papeles, bolsas y otros restos tirados junto a la acera de una calle del Ensanche, en una imagen tomada hace unos días. pablo sánchez / agm

La suciedad se adueña de los barrios

La incorporación de maquinaria no acalla las críticas y el equipo de gobierno alega que ha tenido que centrar la limpieza en el Mar Menor, tras la DANA

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Martes, 15 de octubre 2019, 02:26

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Ni la incorporación de maquinaria nueva ni la renovación de papeleras y contenedores han contribuido a mejorar la limpieza viaria en las calles y plazas. Las quejas vecinales no han cesado en los últimos dos años pese a la aplicación de sendos planes de choque de forma sucesiva. Los habitantes de lugares como San Antón, el Barrio de la Concepción, Santa Lucía, Nueva Cartagena, la Urbanización Mediterráneo y Los Dolores quieren una solución permanente. Lo mismo que los ciudadanos que residen en el casco urbano y quienes viven en diputaciones como Pozo Estrecho, La Aljorra, El Algar e Isla Plana y La Azohía. Las quejas sobre los excrementos de perro se unen a las referentes a plásticos, papeles y latas, así como a las de los residuos que se quedan pegados a las aceras y a los restos vegetales que permanecen días sin retirar.

Los vecinos se quejan de que papeles, latas y plásticos invaden rincones de muchas calles, incluso por las que pasan barrenderos

Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) se embolsa 35 millones de euros cada año por prestar el servicio en Lhicarsa, la sociedad mixta que forma con el Ayuntamiento. Por ese dinero, sus trabajadores se encargan de limpiar la calle, recoger la basura y enviarla al vertedero y reciclar todo aquello que sea reutilizable en una planta de tratamiento situada junto al depósito de El Gorguel. El cumplimiento de ese contrato de servicios, el más elevado que paga el Ayuntamiento, no satisface a los vecinos y tampoco a la alcaldesa, Ana Belén Castejón, que lo ha repetido en los últimos dos años. Pero ni ella ni sus compañeros del equipo de gobierno han conseguido revertir la situación. En los últimos días vuelven a arreciar las quejas de residentes en distintas zonas de Cartagena.

Así lo ven

  • Julián García. Jubilado «En la Alameda hay excrementos de perro que no limpian y los residuos vegetales que caen se quedan pegados y no los desprenden».

  • Rafaela Donate. Auxiliar de geriatría «San Antón, en los alrededores de la cárcel, está sucísimo. No he visto un barrendero trabajar a conciencia allí en varios años»

  • Pedro Ruiz. Estudiante «No veo por ningún lado las mejoras que prometen cada cierto tiempo. En el Barrio de la Concepción el servicio es muy irregular».

  • Maite Pascual. Ama de casa «Vivo en Pozo Estrecho y la limpieza no alcanza unos niveles admisibles. La gente tira cosas con ligereza, pero nadie las limpia».

«No hay ninguna mejoría», aseguró Pedro Ruiz, vecino del Barrio de la Concepción. «Si han incorporado maquinaria nueva, no se nota en absoluto». «Yo no veo a un barrendero por la zona de San Antón, en torno a la cárcel desde hace años», añadió Rafaela Donate. Por su parte, tanto Julián García, que vive en el entorno de la Alameda de San Antón, como Maite Pascual, que es de Pozo Estrecho, se quejaron especialmente de los excrementos de perro. «La gente es poco cívica y parece que le dé igual. Pero no puede ser que esos residuos estén días sin retirar. Eso es porque falla el servicio de limpieza», indicó esta última. Además, con frecuencia incluso las papeleras atestadas de basura permanecen días sin vaciar.

Un informe municipal de hace dos años ya respaldaba las quejas ciudadanas. Dicho documento reflejaba carencias en personal (aproximadamente unos veinte operarios) respecto a lo que contempla el contrato. FCC reconoció en parte la falta de barrenderos en la calle, pero aseguró que lo necesitaba para tareas administrativas y también de mantenimiento de parte de la maquinaria, que comenzaba a quedarse antigua. Lo único que consiguió el Ayuntamiento es organizar planes de choque de algo más de un mes de duración al principio de 2018 y de este año. Pero estos no han tenido continuación en el día a día.

Para remediar el problema con las máquinas, el que era concejal de Servicios, Juan Pedro Torralba, negoció un adelanto de las inversiones para nuevos vehículos y dispositivos. Los 1,5 millones de euros pactados el año que viene se han invertido ya en adquirir 50 máquinas, 320 contenedores y 500 papeleras. Ha llegado casi todo pero las críticas vecinales se mantienen. «El problema es que las máquinas pasan, pero los que las conducen ni se preocupan de si por detrás sigue quedando porquería cuando ya han pasado. Me gustaría que alguno de ellos se bajara para fijarse», indicó Rafaela Donate. Dirigentes de las asociaciones de vecinos de Nueva Cartagena y Los Dolores incidieron en lo mismo. Asimismo, cartageneros que viven en la Urbanización Mediterráneo constataron que la limpieza, cuando llega, se queda en lo superficial: «La suciedad que no se retira en varios días y se queda pegada en las aceras no se va con pasar una barredora una vez».

Además, a principios de este año, FCC perdió el contrato de mantenimiento de jardines , que pasó a manos de la empresa Actúa-Acciona, centrada en la colocación de miles de plantas. Sin embargo, los parques siguen igual de sucios que antes. Los excrementos de perro centran las quejas vecinales, que consideran que la coordinación entre barrenderos y jardineros brilla por su ausencia.

Atención en el Mar Menor

Al mismo tiempo que llegaba la maquinaria de Lhicarsa, se consumaba el reparto de competencias en el control del servicio de limpieza. Torralba (PSOE) le pasó el testigo a María Casajús (PP). Además, Noelia Arroyo, de ese mismo partido, se incorporó como vocal al consejo de administración de la empresa mixta. Casajús aseguró, antes de concluir el verano, que la mejor a del servicio era una de sus prioridades. «Es un problema que viene de tiempo atrás y al que queremos dar prioridad», aseguró entonces.

Preguntada ahora, debido a las quejas trasladadas por los lectores de 'La Verdad', Casajús indicó que «en las últimas semanas ha sido necesario reforzar estos servicios en las localidades afectadas por el temporal DANA, por lo que, aunque se ha seguido trabajando en el resto del municipio, ha habido que hacer una reorganización de los equipos. Pero la situación de normalidad se restablecerá lo antes posible». Este diario se puso en contacto con FCC para recabar una explicación de sus responsables. No hubo respuesta.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios