Las sonrisas del corazón

Durante unas siete semanas los fue visitando para arrancarles esa flor bella que juega entre los labios. Los encontraba bailando bajo la lluvia con el paraguas o haciendo el payaso. Dura solo un instante, aunque perdura en el recuerdo eternamente, sobre todo cuando van a permanecer para siempre en el catálogo del mismo título.

Abre con las fotos de las calles desiertas de una Cartagena fantasmal, como salida de los pinceles hiperrealistas del pintor Antonio López. Y la frase de Kristen Ashley: «Aunque sentí que estaba a punto de llorar, opté por sonreír». Los fotografiados dejan algunas palabras de lo que ha supuesto la experiencia de lo vivido. Así, el pintor Charris nos deja la lección aprendida por él: «Respirar es esencial. Beber agua es básico, y un poco de comida viene bien. Todo mejor bajo un techo medio decente. Lo demás es accesorio».

La mayoría coincide en que ha venido muy bien el parón para caer en la cuenta de lo bueno que tenemos tan cerca de nosotros, que no nos damos cuenta. Y para escuchar el silencio en el reencuentro personal.

La recaudación de la venta de esta obra, que nos muestra la diversidad de familias que nos encontramos en la sociedad, está siendo destinada al Banco de Alimentos de Cartagena. No faltan, como miembros de las instantáneas, los animales de compañía como perros y gatos con sus nombres. Vemos a policías locales realizando su labor, el celador en la puerta de Urgencias del Hospital de Santa Lucía, el panadero que nos ofrece el fruto de sus manos, los voluntarios del Banco de Alimentos en plena faena, el artista grafitero Karim Geo entre la ropa que vende y que ha multiplicado este tiempo gracias a internet.

Nos encontramos al profesor Pepe Munuera, que en el colegio Gabriela Mistral aficionó a Pablo Sánchez a la fotografía. Este artista de la imagen suma más información sobre su vocación al decirme que fue a Granada a estudiar Geología por amor a las piedras y al campo.

Pronto descubrió que su sitio en el mundo estaba en otro lado, cursando el ciclo superior de imagen en un Instituto de Educación Superior (IES) Ramón y Cajal de Murcia, aunque antes de acabar los estudios ya trabajaba en el año 2000 para 'Vecinos', aquella histórica publicación gratuita sobre cultura y sociedad con que LA VERDAD inundaba felizmente buzones y lugares públicos.

Lleva aportando imágenes para esta casa 21 años, levantándose de la mesa o de la cama porque no hay horarios convencionales cuando se cazan noticias al vuelo. Estar en la calle supone ser conocido por tanta gente, lo que le resta intimidad en su ocio, aunque abre puertas profesionales a eventos como La Mar de Músicas –al sustituir a Carlos Gallego–, el Festival de Jazz de Cartagena, el de danza Mudanzas o Mucho más Mayo. Pablo forma parte de la Asociación de Fotoperiodistas de la Región de Murcia con el objetivo de lograr más cohesión y reconocimiento para este gremio de autónomos de la foto.

Pasamos las páginas y vemos a Arancha con su bandera de Cartagena, la belleza cubana de Daya, Alberto Soler del Premio Mandarache, al actor Pepe Ortas con su pareja intercambiando papeles: él con la escoba y ella con la calavera de Macbeth, el aficionado con su bufanda del Efesé, los artistas y cantantes. Predominan las pancartas SOS Mar Menor, las banderas republicanas y la constitucional. Su amigo el arqueólogo Pedro Huertas lo fotografió a través de las rejas, preso en la calle.

Mandan fotos amigos y familiares desde Londres, La Habana, Madrid, Huelva, Sevilla, Valencia, Murcia, Santiago de Chile, Hong Kong y Aurelio desde Sidney.

Este proyecto de sonrisas solidarias continúa con una exposición de ventanas que podemos contemplar en el vestíbulo del centro cultural Ramón Alonso Luzzy, en el que ocho pintores y escultores de la ciudad trabajan madera y cristal para expresar sus reflexiones sobre la pesadilla que nos trajo el Covid-19.

Se trata de tres ventanas que representan momentos diversos del proceso, empleando arena de las playas de Portmán y pensamientos sobre el cambio climático, sensaciones rayadas en el cristal, homenaje a la película 'La ventana indiscreta', la ciudad vacía, un pan azul, llaves de la cerradura, viñetas o letras.

El ciclo se cerrará este otoño con un recital solidario a favor también del Banco de Alimentos. En él estarán los músicos que vemos en el libro, como Fernando Rubio, Antonio Fidel, Karmacadabra o Río Viré. Una sonrisa no cuesta nada, pero vale mucho.