La sociedad civil resalta los avances en Cartagena y pone deberes a Arroyo a dos años de las elecciones

Este pasado mayo, con motivo del segundo aniversario de las últimas elecciones municipales, la regidora ofrecía a los medios de comunicación un desayuno informativo para hablar precisamente de ese análisis que hace de estos dos últimos ejercicios al frente del gobierno municipal. Arroyo aseguró que el 56% de su programa electoral ya estaba ejecutado. De eso, lo que sí y lo que no, de si hay más vistos que faltas en el listado, es de lo que LA VERDAD ha preguntado a entidades que representan a diferentes colectivos y ámbitos de la sociedad cartagenera.

A grandes rasgos, todos observan avances, más o menos grandes, pero todos piden a la alcaldesa que no se olvide de sus reivindicaciones, las cuales entienden que son también retos estratégicos, de ciudad.

El presidente de la Cámara de Comercio, Miguel Martínez, destaca como logro que el equipo de gobierno ha evitado el cierre del Consorcio que sostiene la presencia de la sede regional de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en Cartagena. Asimismo, el responsable de la entidad cameral destaca la creación de la Cátedra de Historia y Patrimonio «para defender y promover la identidad histórica de Cartagena» y la Oficina de Empresas «con el fin de captar inversiones y ayudar a la creación de empresas», así como la Mesa de Formación de Empleo «para facilitar empleo cualificado en la industria»

En el otro lado de la balanza, Martínez sitúa dos proyectos urgentes: el nuevo Plan General (PGOU) y el nuevo Plan Especial de Ordenación del Casco Histórico (Peopch). «Son dos herramientas fundamentales para el desarrollo de las actividades empresariales. Ahora mismo uno de los principales problemas existentes es la falta de vivienda y ello puede facilitar que solucionar esa carencia. El actual PGOU es de 1987 y no está adaptada a la nueva realidad social del municipio. Es necesario que el nuevo regule y recoja todas las medidas necesarias para garantizar el crecimiento económico en los ámbitos residencial, empresarial, de infraestructuras y de ocio».

La presidenta de la COEC, al igual que la Cámara, destaca como «hito relevante» la creación de la Oficina de Empresas y la constitución de la Mesa de Formación para Nuevas Industrias, «que se está consolidando como una herramienta clave para el impulso formativo vinculado al tejido industrial de la comarca». Asimismo, Correa valora «muy positivamente» el acuerdo alcanzado entre el Ayuntamiento y el Ministerio de Defensa para reforzar el sector turístico mediante la adquisición de Fajardo y Galeras, «espacios estratégicos que abren nuevas oportunidades».

Entre los objetivos aún pendientes, desde la COEC señalan del mismo modo la aprobación definitiva del nuevo PGOU y la revitalización del casco histórico. «También se mantiene la atención sobre el impulso de la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) de Los Camachos, clave para el crecimiento logístico comarcal», añade Correa.

El presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos (Favcac), Tomás Sánchez, sitúa en el lado de las «cosas positivas» que el equipo de gobierno «ha cumplido con creces a nivel cultural». Para el responsable vecinal, Cartagena ya tiene una oferta cultural «que no tiene nada que envidiar a otras ciudades más importantes como el circuito de artes escénicas, Cartagena Piensa, la Noche de los Museos, Rock Imperium, Festival de Jazz o La Mar de Músicas». A nivel de turismo, Sánchez también observa ganancias «de manera que los comercios y la hostelería se han beneficiado de este impulso». Misma tónica en lo deportivo. «Se ha hecho participe a la población de los equipos importantes de la ciudad».

Todo esto, sin embargo, no opaca para el presidente las deficiencias que, día a día, asegura que le trasladan sus asociaciones federadas. «Las que más nos comunican son las infraestructuras como asfaltado, aceras e iluminación. También nos piden más pasos de peatones, más señalizaciones luminosas, limpieza de parques y jardines, limpieza de solares. Asimismo, hay que prestar atención al problema con el litoral, con la necesidad de arreglo de paseos y limpieza en playas».

El vicepresidente de Hostecar, José Luis Gestoso, destaca en estos dos años la firma del convenio que ahora articula las campañas de dinamización, digitalización y fidelización de visitantes. «Han contribuido a visibilizar el sector hostelero y a posicionar Cartagena. Hay un impulso conjunto al emprendimiento, la profesionalización y al desarrollo de nuevas oportunidades de negocio, así como respaldo institucional a la organización de jornadas y actividades que ponen en valor el producto local».

No obstante, desde la patronal consideran necesario avanzar hacia un diálogo «más fluido y constructivo» ante los desafíos estructurales como la regulación de los chiringuitos, el marco normativo de las terrazas o la situación de los quioscos. «Requieren un mayor grado de colaboración y escucha institucional para encontrar soluciones que compatibilicen el desarrollo de la actividad hostelera con la ordenación urbana y el bienestar ciudadano».

Los funcionarios también tienen mucho que decir en ese balance como garantes de la continuidad de la actividad municipal. Desde la Junta de Personal, su presidente, Daniel Guirao, destaca que el ejecutivo Arroyo ha bajado la tasa de temporalidad en el Ayuntamiento gracias a la Ley 20/2021, «la cual han sabido aplicar correctamente y, gracias a la cual, ya estamos cerca de los objetivos de estabilidad en el empleo público». Las Ofertas de Empleo Público, para el también representante sindical de CC OO, están asimismo funcionando «y últimamente se ha pisado el acelerador». «Hay buena predisposición en el dialogo social», añade.

No obstante, el funcionario municipal echa en falta más acuerdos y pone al ejecutivo deberes. El primero: un acuerdo de condiciones de trabajo. «Está prorrogado desde 2022, el mismo ni se llegó a cumplir en su totalidad, las jornadas diferenciadas y sobre todo la carrera administrativa están pendientes. Recordemos que ya muchos ayuntamientos tienen implantada la carrera administrativa y nosotros no», denuncia al tiempo que señala que el Plan de Igualdad está «caducado» y exige una reunión para su renovación. También asegura que, en la Relación de Puestos de Trabajo, «aún queda mucho por hacer, valoración del complemento específico y la valoración de los puestos singularizados».

El presidente de la Autoridad Portuaria, Pedro Pablo Hernández, presume de una relación bien engrasada con el Ayuntamiento. «Hay mutua colaboración institucional sólida, ágil y centrada para avanzar en los proyectos estratégicos». En estos dos años, Hernández manifiesta que la «ruta común» ha estado centrada en la integración puerto-ciudad, la sostenibilidad y la movilidad, así como, en la generación de empleo y oportunidades con infraestructuras claves como las ampliaciones del puerto o la ZAL. «Los compromisos se han materializado en hechos concretos y en avances visibles», defiende.

Pese a que los avances «han sido importantes», subraya que quedan todavía retos que, remarca, «son claros». «Por un lado, culminar los proyectos de la transformación del frente marítimo, como el entorno de la terminal de cruceros, la zona de Santa Lucía o el Espalmador con su conexión con la ciudad». El presidente del Puerto también espera encontrar una mano amiga en el fomento de la movilidad urbana. «Hay que seguir trabajando en la estrategia de Cartagena como destino turístico de referencia en el Mediterráneo y seguir haciendo frente común para que las ampliaciones tengan el respaldo de todos».

Con la amenaza del cerrojazo al Trasvase Tajo-Segura, el tema 'agro' ha estado muy presente en la agenda de la legislatura. El presidente de la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena agradece a la alcaldesa y su equipo su cercanía. «Está colaborando y acompañándonos en la defensa de los recursos procedentes del acueducto, que son imprescindibles para el mantenimiento de la agricultura en la comarca». Asimismo, Manuel Martínez subraya como avance la suscripción de un convenio para sostenimiento de las carreteras del Trasvase, propiedad de los regantes. «Ahora se encuentran abiertos al uso público y, además, constituyen en multitud de casos la única vía de comunicación para determinados núcleos urbanos».

En lo que al futuro respecta, los regantes de la comarca esperan que el Ayuntamiento legisle en pro de la protección de los regadíos. «Sería muy conveniente avanzar en la protección del campo frente a los grandes parques fotovoltaicos. Estos se pueden instalar en los terrenos de secano. En las zonas regables en las que se ha invertido mucho dinero en infraestructuras de riego y de carreteras de acceso».

El rector de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), Mathieu Kessler, confiesa compartir con el Ayuntamiento la necesidad de la ciudad de crecer como ciudad universitaria. Algo que, a su juicio, pasa por que «la ciudad aumente su oferta de ocio, su oferta de alojamientos para nuestros estudiantes y visitantes, y que haya mayor disponibilidad de aparcamiento junto a los campus y mayor frecuencia y disponibilidad de buses».

Kessler señala que quiere los campus sean «espacios públicos de socialización y vida cultural». «Esperamos contar con el Ayuntamiento en la reforma de nuestro campus de Alfonso XIII, en el cerro San José y en la transformación de la plaza de las Tres Culturas. Del mismo modo planteamos que nuestras cuatro joyas de patrimonio rehabilitado (Hospital de Marina, Antigones, CIM y Rectorado) se incorporen a las rutas turísticas de la ciudad». Asimismo, el rector expresa su confianza en continuar buscando sinergias en I+D+i y divulgación a través de las seis cátedras compartidas «para que nuestros grupos de investigación contribuyan a la resolución de los retos de nuestra ciudad».

Son solo dos años. Se pasan volando, pensarán algunos. Pero en el Ayuntamiento han sido 'moviditos'. Vamos, que han dado para mucho. En estos 24 meses, el ejecutivo de Noelia Arroyo ha tenido que enfrentar variopintas vicisitudes. Es decir, de todos los tipos. Desde un Gobierno de España que instala un centro de acogida de migrantes sin licencia municipal hasta una moción de censura 'interruptus' por un supuesto conato de deserción en Vox del que se desconoce si todavía quedan rescoldos.

Con la mitad del pescado vendido, la legislatura espera guardar todavía balas en la recámara. Empieza una cuenta atrás para que el equipo de gobierno despliegue alarde de tesón con muchas apuestas que están cociéndose en los hornos de la plaza del Ayuntamiento y el edificio de San Miguel. En juego para PP y Vox está que no cale el mensaje de una oposición, con rencillas internas –léase MC-María Dolores Ruiz y PSOE-Sí Cartagena–pero con una unidad discursiva que pivota, a grandes rasgos, sobre dos frentes de ataque: el «pan y circo» y «Cartagena, ciudad de proyectos».

Los grupos políticos fuera del gobierno ven desmesurado el gasto en fiestas y azuzan la idea y el recuerdo de cuantos proyectos 'requeteprometidos' continúan durmiendo el sueño de los justos. De los mismos hizo listado Jesús Giménez Gallo en el pasado pleno, incluidos los que no son competencia municipal. Todo con unas arcas tensionadas, entre otros motivos, por las escasas entregas a cuenta del Estado. Y eso sin hablar del sentimiento de abandono que cunde en algunos puntos del extrarradio urbano, las diputaciones y la costa.

Así todo, y si el bipartito PP-Vox no se rompe por cuestiones de índole ideológica como el trato al colectivo LGTBI, por delante está resolver el futuro Plan General. También sumar más inauguraciones que se sumen a otras ya acontecidas como la nueva bocana de Cabo de Palos, la iluminación del Molinete, el disuasorio de Severo Ochoa o el nuevo paseo de Playa Honda.

En el horizonte quedan otros frentes. La continuidad de las excavaciones en el Anfiteatro y el pórtico del Teatro Romano están garantizada gracias al balón de oxígeno que insuflan los fondos europeos. Recién adjudicados está la recuperación del restaurante del Parque Torres o el renovado Plan Sombra e importante hito marcó esta semana la cesión de Galeras, que da pista libre al futuro hotel de lujo y al museo de submarinos en el Espalmador. La Comunidad también deberá echar pronto un capote con el 'hub' digital del Gisbert o la esperadísima reforma del Cine Central que tanto se está demorando. A lo que se sumará que arranquen –o no– las obras del centro de la Fremm en Los Camachos.