Setenta guardias civiles de seis servicios trabajan aún en el cuartel de Cartagena pese a los derribos
La empresa encargada de las demoliciones corta parte del tráfico en Wsell de Guimbarda para tirar el tercero de los diez edificios previstos
Los trabajos de derribo del cuartel de la Guardia Civil de la calle Ángel Bruna han cogido velocidad de crucero. Las máquinas y el equipo ... de obreros ya han comenzado a echar abajo el tercer edificio, uno de cinco plantas que hacía esquina entre las calles Manuel Wsell de Guimbarda y Guardia Civil. Pese a estas labores, setenta agentes de seis servicios, la mayoría de ellos administrativos, siguen trabajando en las dependencias, denunciaron desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC).
Los que aún quedan en el acuartelamiento se quejaron del ruido y de los temblores que provocan en otros edificios las tareas de derribo y de que por ello han aparecido nuevas grietas en las zonas de administración, según explicaron fuentes de esa asociación a LA VERDAD.
En AUGC abogan por desalojar a todos los guardias antes de avanzar con la demolición de los edificios, para evitar molestias y preservar la seguridad de todos ellos. Los agentes que aún quedan en las instalaciones son de Seguridad Ciudadana, de Protección de Edificios, de Policía Judicial, guías caninos, de la Oficina del Servicio Marítimo y de la unidad administrativa del Grupo de Especialistas en Actividades Subacuáticas (GEAS).
Las 86 familias
Los que sí salieron ya fueron las 86 familias que allí vivían. Estas fueron desalojadas a lo largo del pasado mes de agosto. Recibieron el aviso de que tenían que abandonar sus casas por el deterioro estructural y la necesidad de derribar las instalaciones, por seguridad.
Las tareas han obligado a cortar parte de la circulación en la calle Manuel Wsell de Guimbarda para evitar que la caída a la calzada de posibles cascotes pueda provocar accidentes. Concretamente, la empresa que se encarga de los trabajos, Eneas SA, ha colocado vallas metálicas en toda la parte posterior de la casa cuartel, cerrando a la circulación uno de los carriles. En el otro y sobre la zona de aparcamiento sí está permitido el paso de vehículos.
Para evitar que el polvo que provoca las demoliciones ocasione molestias, la empresa ha colocado un cañón que esparce agua sobre la zona de las labores. En menos de un año deberá estar todo derribado, para después comenzar a levantar lo que será el nuevo acuartelamiento, explicaron fuentes cercanas a la empresa. Eneas SA también será la encargada de la construcción de los nuevos edificios del complejo que acogerá la Benemérita.
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