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El Seprona halla posibles arrastres mineros en dos cultivos del Llano
Documenta el derrame de aguas ácidas por la lluvia desde el vertedero Los Blancos II a bancales de patatas y lechugas y hasta la rambla de Ponce
La investigación sobre los problemas de contaminación ambiental y para la salud causados presuntamente en Llano del Beal y en el Mar Menor por ... el retraso en el sellado y la restauración ambiental de los residuos de la antigua Mina Segunda Paz, almacenados primero en la Balsa Jenny y llevados luego al vertedero Los Blancos II, puede haber adquirido esta semana mayor dimensión. Agentes la Guardia Civil detectaron el martes escorrentías de aguas ácidas desde ese último depósito, propiedad de la empresa Portmán Golf hacia la carretera F43, que une la autovía de La Manga con La Unión, hacia la rambla de Ponce, que desemboca en el Mar Menor, y en dirección a un emplazamiento no documentado hasta ahora: dos campos de cultivo, uno de patatas y otro de lechugas.
A raíz de una denuncia del edafólogo José Matías Peñas sobre los efectos del temporal 'Gloria' en este depósito de la Sierra Minera de Cartagena, en concreto sobre las escorrentías de agua contaminada por metales pesados, agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) inspeccionaron la zona. Y según ha sabido LA VERDAD, levantaron acta sobre la existencia de derrames de aguas ácidas procedentes, según observaron, «de un afloramiento que surge del propio suelo a escasos metros de plantaciones agrícolas de lechugas en plena producción».
Los funcionarios también dejaron constancia, mediante fotografías y vídeos, de que los arrastres, «aguas abajo, al llegar a la carretera F43, transitan por su cuneta y cruzan bajo la carretera hasta llegar a la rambla de Ponce, atravesando un cultivo de producción de patatas». Asimismo, vieron «alteraciones o reacciones químicas de oxidación, como consecuencia de la acidez de las aguas» y «la sedimentación de arcillas rojas» en una escombrera. Éstas «evidencian el transporte de los materiales desde el vertedero de Los Blancos II».
La Guardia Civil constata también que hay una capa de materiales caídos en su traslado desde Balsa Jenny
El hallazgo de los investigadores no quedó ahí, pues también registraron que «el agua de lluvia se infiltra entre los materiales inertes» y fluye más abajo; y cómo en el cercado del límite de Los Blancos, «las aguas de escorrentía parten de debajo de la puerta metálica de acceso del camino» que va al antiguo depósito de la Balsa Jenny.
Esta última parcela está a unos 700 metros y fue cedida en 2005 por parte de Portmán Golf a la Comunidad, que tiene pendiente su restauración definitiva para acabar con las escorrentías que llegan al Llano y a las ramblas de Ponce y de Mendoza.
Doble investigación judicial
Asimismo, según la Guardia Civil en ese camino hay «una capa de residuos mineros caídos durante los trabajos del transporte desde Jenny a Los Blancos», entre 2005 y 2007, de un millón de toneladas que amenazaban con sepultar el pueblo. Las presuntas irregularidades cometidas en ese traslado, que costó 6,5 millones de euros, y el presunto incumplimiento de las obligaciones de sellado y restauración de Los Blancos hasta el año 2013 son dos de las cuestiones por las que el Juzgado de Instrucción 2 de Cartagena y el Instrucción 7 de Murcia investigan a la Administración y a la compañía.
Portmán Golf asegura que el depósito tiene un «sellado total»
La empresa Portmán Golf, propietaria del vertedero de residuos Los Blancos II, aseguró ayer a LA VERDAD que «no existen escorrentías» de aguas desde su finca. El depósito, afirmaron fuentes de la compañía, «tiene un sellado de 1,8 metros de cubierta vegetal y, salvo pequeñas fisuras superficiales en caso de lluvias fuertes, no hay ningún tipo de arrastre». «Si el agua ha llegado a los bancales, habrá sido desde la parcela contigua a Los Blancos II, la corta que siempre tiene agua» y que no es titularidad de Portmán Golf, añadieron. Aludieron así a Los Blancos I. «Es también físicamente imposible que a los bancales llegue agua de Los Blancos, porque el cauce de la bajada de agua nunca va en esa dirección», indicaron en Portmán Golf, cuya sede está en Cartagena y que asumió las propiedades de la empresa Peñarroya en la Sierra Minera. Sobre los bancales, indicaron que tampoco son suyos.
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