Una segunda escuela de hostelería abre en el instituto de La Manga para impulsar el sector

Las clases teóricas están siendo impartidas en el aulario general y las prácticas, dentro de poco, en un nuevo edificio anexo a ese instituto, que estos días está siendo equipado con todo lo necesario para que los estudiantes salgan con bien formados. Se trata de una apuesta en firme por el sector por parte de la Comunidad Autónoma, si se tiene en cuenta que las instalaciones del CIFP de la calle Ingeniero de la Cierva también están siendo ampliadas con nuevas dependencias.

«Ya lo tenemos todo preparado, para que cuando empiecen las prácticas, los alumnos las puedan hacer en el edificio nuevo. Este está preparado para acoger más estudios en un futuro, pero eso dependerá de la demanda que haya por parte de los alumnos», indicó el director del Instituto Las Salinas del Mar Menor, Sergio García.

Tras solventar varios problemas con el suelo, el proyecto salió adelante gracias al programa La Manga 365, incluido dentro de la Estrategia Europea de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (Edusi). Las obras comenzaron a finales del pasado año y tras el acelerón del verano, los estudiantes podrán usar las instalaciones en breve. Están preparadas para acoger hasta medio centenar de alumnos. De momento hay matriculados una docena de futuros profesionales, a los que tras concluir la formación, «las empresas se los rifarán», auguró García. El director recordó que para este tipo de estudios, el plazo para solicitar plaza permanecerá abierto hasta el 31 de octubre.

El inmueble tiene 700 metros cuadrados y un taller de 210 metros con cocina caliente, un cuarto frío, una zona de fregadero lavadero, un economato bodega, un espacio de generadores de frío y un almacén de material. También está equipado con un taller de panadería y repostería, de 150 metros cuadrados, con zona de fermentación, cuarto frío con cámaras de refrigeración y congelación, cocina caliente, zona de trabajo y espacio de fregadero. A todo ello se le sumará un aula polivalente de 60 metros cuadrados, con ordenadores, dos despachos, aseos y vestuarios para alumnos y para el personal docente.

Para que los alumnos disfruten en el centro, la dirección adecentó un espacio del patio, hasta ahora infrautilizado. Ha arreglado el suelo, la zona del jardín, ha instalado zonas de descanso y ha podado los cipreses de Cartagena, labor para la que tuvo que conseguir el permiso expreso de las consejerías de Educación y de Medio Ambiente. Pese a ello, ha sido denunciada por parte de un colectivo de vecinos, por considerar que atentaba contra una especie protegida.

Para sufragar la falta de profesionales en ese sector, también llega la ampliación del CIFP de Hostelería y Turismo. Según su director, Antonio García, a las obras aún le quedan «al menos un mes y medio». Suponen una inversión autonómica de 600.000 euros y comenzaron en junio con un plazo de ejecución de cuatro meses.

Constan de dos fases: una de reforma, que es al que se ha dado prioridad para intentar que el inicio del curso lectivo sea lo más normalizado, y otra de ampliación. El arreglo integral afecta a varios espacios, como los vestuarios, los aseos y el aula cafetería en la que los estudiantes realizan prácticas. La idea es renovarlos por completo para ofrecer un mejor servicio a los alumnos. Cuando acaben las obras, los alumnos tendrá cuatro aulas más, que servirán para que los que ahora ocupan tres salas en el contiguo edificio de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) vuelvan al centro.