Dos usuarias esperando esta mañana un autobús en Los Dolores. Pablo Sánchez / AGM

La saturación en los autobuses urbanos de Cartagena en hora punta deja en tierra a numerosos viajeros

La línea 7 que une Santa Ana y el centro de la ciudad acumula retrasos y en los momentos de mayor tránsito muchos usuarios no pueden subir y deben llamar a un taxi

Juana Martínez

Cartagena

Viernes, 29 de septiembre 2023, 14:12

Estefanía Martínez, una vecina de los Dolores de mediana edad, se vio obligada este viernes a coger un taxi a las nueve menos diez de ... la mañana en la parada de Castillitos para llevar a sus hijos al colegio Carmelitas. Para su sorpresa, el autobús que toma habitualmente no paró, porque iba lleno. Su caso no es el único. La línea 7 que une Santa Ana con el centro de la ciudad y llega hasta las Puertas de San José va "saturada" casi a diario.

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Los trabajadores y los estudiantes de universidades llenan estos autobuses en las horas puntas del día, entre las ocho y las nueve de la mañana y a las dos de la tarde, para asistir a clase. A los usuarios habituales de la línea, que llevan meses con una alta ocupación inusual, se les unen estos días los alumnos de los institutos y colegios que han quedado sin transporte escolar. Quienes deseen llegar a tiempo al centro, la línea tarda poco menos de diez minutos en hacerlo, deben madrugar para ir a la parada y "rezar para que antes no se haya subido mucha gente", contó Estefanía Martínez a LA VERDAD.

Hay veces que "da igual que uno madrugue, al final hay que llamar al taxi porque si no no llego a dejar a los niños y al trabajo", añadió esta usuaria. También se quejó de que no está bien indicado las horas a las que pasa cada autocar. Ella, para orientarse, utiliza la fotografía que uno de los conductores de autobús le dejó hacer de su propio teléfono en la que refleja las frecuencias diarias de la línea.

Andrea Losa, una estudiante de Educación Primaria, que utiliza esta línea con regularidad para ir a clase, al Centro Universitario Isen, también vio cómo el autobús pasaba por delante de la parada de la calle Floridablanca y la dejó en tierra. Esta usuaria, que al final cogió el de las ocho y media, advirtió de que los retrasos son otro de los problemas del servicio. Además, dos paradas después de que esta joven lograra montar, el autobús volvió a llenarse dejando otra vez sin servicio el vehículo a la salida de Los Dolores, a más de cinco paradas de finalizar la ruta.

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Más frecuencias en horas clave

Manuel García, otro vecino de Los Dolores, quien también debió esperar al siguiente para ir a trabajar, confesó que aunque consiga subir "siempre va lleno; parece que estás en una discoteca de lo pegados que vamos unos con otros". Los usuarios del transporte público reclamaron más frecuencias disponibles en los tramos horarios más críticos. "Aunque luego se quiten a media mañana que ya no hacen tanta falta", propuso García.

Hace poco tiempo instalaron una nueva cartelería en las marquesinas en las que se incluía un código QR para conocer el tiempo que le falta al autobús para llegar. Sin embargo, al escanearlo no aparece nada, según los usuarios, incluso alguien se tomó la libertad de avisar a los demás escribiéndolo en grande con spray sobre la indicación. En La Manga los vecinos continúan reclamando el arreglo de las pantallas que hay en las paradas para saber el tiempo de espera y que llevan meses así.

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