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Vista de una de las zonas de producción de la multinacional saudí Sabic, ubicada en la diputación de La Aljorra. antonio gil / agm
Sabic cerrará su planta más moderna de La Aljorra y enviará al paro a 95 trabajadores

Sabic cerrará su planta más moderna de La Aljorra y enviará al paro a 95 trabajadores

La multinacional saudí suspende de forma temporal la fabricación de plásticos resistentes a altas temperaturas por la baja demanda

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Miércoles, 19 de febrero 2020, 04:03

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Diez años después de inaugurarla, la multinacional saudí Sabic cerrará la cuarta y última planta que construyó para la fabricación de plásticos ultrarresistentes de última generación en su complejo industrial de La Aljorra. Esta decisión «dolorosa y difícil» es «fruto de un exhaustivo análisis de viabilidad», según anunció la dirección de la empresa ayer a mediodía a los representantes de la plantilla. Además, acarreará el despido de 95 de los 750 trabajadores de la factoría. La producción quedará «suspendida» indefinidamente a partir del próximo mes de junio debido a «los cambios en el mercado de los productos elaborados en estas instalaciones».

Se trata de la segunda vez que la dirección de la fábrica toma este tipo de medidas en las dos décadas y media que lleva en Cartagena. Ya lo hizo en 2002, cuando el negocio aún pertenecía a la multinacional estadounidense General Electric Plastics -que vendió el negocio a Sabic en 2007- y afectó a la tercera planta del complejo, Lexan 2. Esta retomó la producción dos años después de entrar en «conservación», el término usado en el sector para denominar este tipo de paradas de larga duración.

El peso de Sabic

  • 500 millones de euros es el impacto que genera la factoría en la economía nacional.

  • 180 millones de euros de ese dinero se quedan en la economía de la Región de Murcia.

  • 2% es la aportación que realiza Sabic al Producto Interior Bruto (PIB) de la Región.

  • 6.948 empleos directos, indirectos e inducidos genera la multinacional en la Región.

La decisión, esperada por los trabajadores desde hace varios meses, no supondrá un impacto directo sobre las otras tres plantas de producción de Cartagena, que continuarán a pleno rendimiento, dada su rentabilidad y su alta carga de trabajo en la fabricación de otros tipos de plásticos de gran resistencia.

Las instalaciones afectadas no serán desmanteladas. Un equipo compuesto por un número aún indeterminado de operarios quedará a cargo del mantenimiento y vigilancia, para cuando sea posible reanudar su producción.

Así lo ven

  • José Ibarra. CC OO «Durante el periodo de consultas vamos a intentar paralizar el proceso de despido y minimizar sus efectos»

  • Fulgencio Andreu. UGT «Exigiremos un plan de recolocación, porque la multinacional tiene suficiente capacidad para ello»

  • Francisco Cavas. Presidente vecinal de La Aljorra «No nos afectará demasiado, porque solo siete vecinos están empleados en esta empresa»

La planta que cerrará está dedicada a la fabricación de resina Ultem, un plástico que suele acabar convertido a miles de kilómetros de La Aljorra en componentes de material electrónico, reposabrazos de trenes, ventanillas de aviones, cascos de bombero, espátulas de cocina, felpudos ignífugos y, sobre todo, faros de coches. Se trata de un material de resistencia excepcional frente a altas temperaturas.

Tecnología led

Los avances en ese último sector, el de la automoción, es lo que ha provocado la toma de esta decisión. La demanda de Ultem ha cambiado considerablemente desde que se generalizó el uso de la tecnología led en los faros. Esas luces generan menos temperaturas en funcionamiento y el plástico de La Aljorra ha sido sustituido por otros diferentes.

«La evolución del mercado tiende a productos con prestaciones ópticas y requerimientos en cuanto a su composición distintos a los elaborados en nuestra planta», detallaron las mismas fuentes. Así, la firma saudí solamente producirá Ultem en una de sus plantas de Estados Unidos, donde el mercado se resiente menos que el europeo a los cambios.

Dos trabajadores, en uno de los laboratorios de la compañía.
Dos trabajadores, en uno de los laboratorios de la compañía. Enrique Martínez Bueso

Así se lo hizo saber la dirección local a los miembros del comité de empresa. Sabic se comprometió a ejecutar el proceso de extinción de empleo «de manera justa y equitativa, cumpliendo siempre con los requerimientos legales exigidos». También a negociar un Plan Social con la representación de los trabajadores, además de a estudiar «otras medidas de apoyo que ayuden a minimizar el impacto a los empleados afectados en este proceso».

«Esperanzados»

El presidente del comité de empresa, Pascual Sánchez, de Comisiones Obreras (CCOO), se mostró «esperanzado». Confía en que el proceso culminará sin perjudicar de manera directa a ningún trabajador. «Como ya hiciéramos en anteriores ocasiones, habrá recolocaciones en la misma planta, en puestos que están vacantes o en otras industrias del sector que trabajan para nosotros y otros clientes», dijo con absoluta confianza. También habrá prejubilaciones y bajas incentivadas, «con el objetivo de hacerlo lo mejor posible para los empleados». Procesos similares los hubo en el año 2002, cuando paró de manera temporal la planta Lexan 2, y en 2013, cuando la empresa aplicó una reducción de plantilla que afectó al grueso de la compañía a nivel europeo.

Pascual Sánchez aclaró que entre los trabajadores «no existe ningún tipo de miedo» a que este cierre afecte a todo el complejo de La Aljorra, porque «la producción está asegurada».

Esta situación de vulnerabilidad supondrá un fuerte golpe para el sector industrial de la comarca y de la Región. No en vano, el impacto total que genera la planta en el ámbito nacional es de 500 millones de euros al año, de los que 180 se quedan en la Región y en la comarca. Para lograrlo emplea a 6.948 trabajadores de manera directa, indirecta e inducida. Además, la actividad de Sabic en el Producto Interior Bruto (PIB) regional equivale a casi el 2% del total y un 10,24% del sector industrial.

Anuncio «inesperado»

Los sindicatos CC OO y UGT fueron los primeros en reaccionar ayer a este anuncio. El delegado comarcal de la primera de esas organizaciones sindicales, José Ibarra, se mostró «sorprendido» por este «inesperado anuncio». «Habíamos escuchado que Sabic se quería desprender de esa planta, pero no que la cerraría. Rechazamos el ERE de extinción para 95 puestos de trabajo y en el periodo de consultas vamos a intentar paralizarlo o minimizar sus efectos», añadió.

Por su parte, el secretario comarcal de UGT, Fulgencio Andreu, exigirá a la empresa «un plan de recolocación, porque tiene capacidad para evitar la destrucción de empleo, al ser una de las tres más importantes de Cartagena». Para el presidente de la Asociación de Vecinos de La Aljorra, Francisco Cavas, la reducción de la plantilla no afectará al pueblo ya que «tan solo siete vecinos están empleados en la fábrica».

Fuentes de la Consejería de Empresa, Industria y Portavocía consideraron «una mala noticia» el cierre de la planta de Ultem. Y añadieron que «la pérdida de un solo puesto de trabajo es muy lamentable, con más razón si son unas decenas». En referencia a la industria, desde este departamento aseguraron que están «haciendo que se aceleren los procesos de innovación y refuercen sus tecnologías y gestión del conocimiento para seguir siendo competitivos». Para eso, señalaron, invertirá este año más de 20 millones de euros a través del Instituto de Fomento (Info).

Castejón ofrecerá los servicios de la ADLE a los afectados

La alcaldesa de Cartagena, Ana Belén Castejón, lamentó ayer la decisión de Sabic de cerrar su planta de producción de resina Ultem y de despedir a 95 trabajadores. La regidora tiene previsto solicitar una reunión con la dirección de la empresa para conocer de primera mano cómo se llevará a cabo el despido de los empleados. «Los servicios municipales están a disposición de estos trabajadores, para ayudarles en cuanto lo necesiten. Desde la Agencia de Desarrollo Local y Empleo (ADLE) podemos ofrecerles asesoramiento, formación e incluso nuestra Agencia de Colocación», concluyó la regidora.

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