Un referente del desarrollo regional y la competitividad del Arco Mediterráneo

Con una presencia creciente dentro del 'ranking' de puertos españoles, el Plan de Acción para la Recuperación Económica presentado por la Autoridad Portuaria de Cartagena tiene que servir para seguir afianzando y reforzando su relevante papel.

El plan tiene una estructura muy sólida que cubre todos los factores que determinarán el crecimiento del puerto. De un lado, profundiza en la integración de la infraestructura en la propia ciudad, de manera que los cartageneros, y también quienes visiten la ciudad, puedan disfrutar del entorno. Hacia esto va encaminada, por ejemplo, otra de las actuaciones prioritarias, la que afecta al muelle del Espalmador, donde está prevista la adecuación, para uso público mediante carriles, de la facha marítima desde el faro de Navidad hasta Cala Cortina.

Por otra parte, el grueso de la inversión total prevista en el plan va destinado a la conectividad mediante la mejora de la intermodalidad puerto-ferrocarril-carretera.

Las actuaciones se completan con la ampliación y la mejora de las infraestructuras en las dársenas de Cartagena y de Escombreras para adaptarlas a los tráficos actuales y futuros en el puerto y también con una importante inversión en innovación, seguridad y sostenibilidad que permita avanzar en transformación digital. El objetivo es adecuar los servicios a las nuevas exigencias de clientes y usuarios.

Se trata, por tanto, de ir avanzando el futuro, que pasa inevitablemente por el desarrollo de dos grandes proyectos: una nueva terminal de contenedores (El Gorguel) que, con el impulso del Corredor Ferroviario del Mediterráneo, permita una plataforma que conecte con toda Europa; y un espacio logístico adecuado al crecimiento continuo y sostenido del puerto. Ese espacio tiene que ser la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) de Cartagena, que habrá de contar con los equipamientos necesarios para que las empresas cubran sus necesidades de servicios logísticos intermodales de la manera más eficiente posible.

Al mismo tiempo, y una vez el sector turístico pueda recuperar la normalidad tras la crisis provocada por la pandemia, estoy convencido de que las inversiones previstas contribuirán a que Cartagena, y en su conjunto la Región de Murcia, dé pasos definitivos en su consolidación dentro del circuito de grandes cruceros, por lo que el puerto tendrá otro importante polo de atracción, con repercusiones evidentes en otros sectores como el turismo, la hostelería y el comercio.

La Región de Murcia gana mucho con esta apuesta decidida, que debe permanecer en el tiempo, por hacer más grande y más competitivo el Puerto de Cartagena.