Los recortes en días de pesca obligan a amarrar parte de la flota en el Puerto de Cartagena y a reservar salidas para Navidad
La imposición comunitaria para preservar especies del Mediterráneo y el alza de los precios llevan a los pescadores a registrar ya seis meses de pérdidas
En la lonja de pescados el trasiego de marineros tirando de grandes carros cargados de cajas de pescadillas, gallopedros, doradas y pulpos, momentos antes de ... la subasta, ha estado bajo mínimos esta semana. Al contrario que las pérdidas de los armadores de los arrastreros 'Pepa Alonso', 'Vela Gallego Dos' y 'Hernández Aguado', que han sido cuantiosas. Los «brutales» recortes de días de faena que la Unión Europea ha establecido en los últimos tres años para preservar algunas especies del Mediterráneo, como la merluza, el salmonete, la cigala, la gamba blanca, la gamba roja y la gamba de altura, les ha dejado a estas alturas del año sin apenas poder salir a ganarse la vida al mar. A los que más, les quedan aún 50 días de faena y a los que menos, 14. Así que esta semana la mayoría de ellos han decidido amarrar sus barcos. Quieren guardar jornadas para la temporada de la Navidad, más atractiva, porque pueden sacar mayores beneficios que ahora por el aumento de la demanda.
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EL DATO
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140 días de faena es con lo que se quedarán los pescadores en 2025 si se sigue aplicando la medida comunitaria de reducir jornadas de pesca para preservar algunas especies mediterráneas.
A este inconveniente suman la caída en picado del consumo de pescado en los hogares por el alza de los precios, sobre todo del lenguado, el rodaballo, el salmón, la lubina, el atún, el bonito y el rape, aunque los mariscos tampoco se quedan atrás.
Todo ello, unido a la subida del precio de los combustibles y otros materiales indispensables para desempeñar su trabajo les ha llevado a muchos profesionales del mar a acumular ya seis meses de pérdidas.
El que la mayoría de barcos estén amarrados supone también una reducción de los ingresos para la Cofradía de Pescadores de Cartagena, cuyo patrón mayor, Bartolomé Navarro, participó ayer en una reunión en Madrid entre los representantes de las cofradías de España y el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas.
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«Sin analizar los caladeros»
En ella, los pescadores exigieron frenar los recortes de días y ayudas para el sector. «Nos restringen las salidas sin ni tan siquiera analizar cómo están los caladeros, porque el nuestro está muy bien y un ejemplo de ello es que estamos cogiendo este año casi un 20% más de pescadilla, salmonete y merluza», aseguró Navarro. La última propuesta que realizó el Ministerio al sector fue que aquellos barcos que acabaran con la totalidad de sus días de pesca podrían salir dos veces a la semana.
Antes de que Europa comenzara con los recortes, la media de días de faena al año era de 220, dependiendo de cada embarcación. Al aplicar la ley, la mayoría de los barcos se han quedado ya con un promedio de entre 166 y 170 días, «algo ya casi inasumible», añadió Navarro, y que les deja «al borde de la quiebra». La restricción en 2020 fue de un 10% de las jornadas asignadas. A ello se le sumó la del pasado año, que fue del 7% y la de este, un 6,5%. De seguir así, los días de pesca podrían bajar hasta los 140, en 2025, último año de aplicación de la medida comunitaria. «Eso nos dejará muy tocados, porque así no se saca ni un euro», dijo Navarro. Los pescadores se preguntan, qué empresa puede aguantar trabajando solo ese número de días al año.
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Lo peor de todo, subrayó, es que la ley obliga a limitar las capturas de gamba roja a un número máximo de días al año por cada embarcación. El resto del cupo temporal es para otras especies, incluido todo el pescado y también otros tipos de marisco.
En los últimos diez años, en la Cofradía de Cartagena, el número de barcos se ha reducido a la mitad, como también el de personas que trabajan en la treintena de embarcaciones que aún resisten. La situación es tal que ya muchos buques carecen de personal cualificado para faenar. De hecho esto se nota en que cada vez llevan a menos tripulantes y la mayoría de ellos son extranjeros. En cuanto a capturas se refiere, han bajado también en los últimos dos lustros un 40,6%.
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«Llevo toda la semana sin faenar; al final se han cargado el sector»
José Vela, armador del arrastrero 'Vela Gallego Dos', es uno de los que esta semana ha decidido parar de faenar para guardar los pocos días de pesca que aún le quedan para la Navidad. En reserva tiene aún 34 salidas, que irá consumiendo conforme se acerque el final del año. «Desde el pasado mes de abril, los pescadores salimos a faenar a pérdidas, es decir que trabajamos y después tenemos que poner de nuestros ahorros para mantener nuestro negocio», aseguró este pescador que lleva toda su vida en el mar.
Es de los que piensa que «si me dieran la oportunidad de desguazar el barco lo haría. Llevo toda la semana sin salir a faenar y los gastos me sobrepasan ya; al final Europa ha conseguido cargarse al sector». Su desesperación es tal que no sabe qué será de él en un futuro. Lo que más critica este profesional es que, una vez aplicada la norma de reducción de días de pesca «no nos dan ayudas y ni tan siquiera nos rebajan un poco los impuestos. Así no hay quien aguante. Al final desapareceremos y solo habrá pescado de fuera».
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