Protestas en Cabo de Palos por los destrozos tras el primer botelleo

Ni el coronavirus puede con el botelleo en Cabo de Palos. El primer viernes de julio ya hubo quejas vecinales por la concentración de cientos de jóvenes en la zona del centro comercial Las Dunas para beber y porque media docena de coches aparcados cerca amanecieron el sábado con retrovisores y parabrisas rotos. «Esto nos alarma, porque ha sido en el primer fin de semana del verano y ya hay anuncios de botellones en los próximos dos sábados en la misma zona», explicó la presidenta de la asociación vecinal, María Jesús Esteban.

«Ni guardaban la distancia de seguridad, ni en su mayoría portaban mascarillas», aseguró Esteban. En esta ocasión, los jóvenes no se metieron por las calles anexas de los chalés de la urbanización Los Geranios. «No han llegado hasta allí o, al menos, no hay quejas por ello», indicó.

Cabo de Palos y su entorno son desde hace décadas lugares donde se reúnen numerosos grupos de jóvenes a beber. Utilizan para ello la gran cantidad de descampados que hay allí. Casi todos los emplazamientos han sido pasto del botelleo en un momento u otro. Principalmente el entorno del centro comercial Las Dunas y la playa del Vivero.

También el área situada entre una nave de venta de embarcaciones deportivas y la discoteca Tryp's. Parte de la agitación de la asociación de vecinos en los últimos días se debe a que en ese lugar hay previstos y publicitados en redes sociales dos grandes botelleos los días 11 y 18 de este mes. «Le transmitimos al Ayuntamiento la información que circula», aseguró María Jesús Esteban. La respuesta del concejal de Seguridad, Juan Pedro Torralba a LA VERDAD es que conoce la situación y tiene mecanismos para evitarlo.

El edil indicó que este verano dispone de 42 agente por la mañana, 44 por la tarde y entre 30 y 35 por la noche para estos servicios. Los vecinos quieren un aumento de la presencia policial en la calle para evitar nuevas aglomeraciones y destrozos.