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Sábado, 18 de noviembre 2017
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Una traductora es la primera persona que los atiende para preguntarles el nombre y la talla del pie para darles un par de zapatos. Reciben un 'kit' de alimento y bebida y les cambia la ropa mojada por abrigo seco. Mientras, una sanitaria les toma la temperatura. «Si alguno de ellos presenta fiebre, se le traslada a una zona aislada del resto», indica la médico. La primea evaluación sanitaria determina si los rescatados están bien de salud, lo que indicaría una pulsera verde que les colocan, o si necesitan ser trasladados a un centro hospitalario.
El Equipo de Respuesta Inmediata de Atención humanitaria a Inmigrantes (Erie) de Cruz Roja es un grupo de voluntarios que llevan grabado el significado de solidaridad en la cara. Sus rostros son los primeros que ven los inmigrantes rescatados en alta mar y es la primera mano amiga que les toca en tierra. Su labor, impagable, no atiende a horarios.
Este sábado volvieron a desplegar el protocolo de emergencia en el muelle militar de La Curra en el Puerto de Cartagena ante la mayor oleada de pateras vivida en la Región.
De los primeros 25 inmigrantes que desembarcaron del buque de salvamento 'Clara Campoamor' a las 8.30 horas, cinco tuvieron que ser trasladados a un centro hospitalario. Uno de ellos por un principio de tuberculosis, dos por fiebre, una mujer que estaba embarazada y otra persona con una luxación de rodilla.
Los de este sábado son solo algunos de los miles que atendidos por esta unidad cuyo tiempo lo emplean para hacer sentir mejor a otra persona de manera desinteresada.
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