El presupuesto municipal de Cartagena incluirá mejoras que beneficien a la mayoría de los funcionarios

En el Pleno municipal de ayer quedó claro que las negociaciones de Nieto con los cuatro sindicatos con representación en el Ayuntamiento (UGT, CC OO, CSIF y Sime) siguen en el dique seco. Nieto informó a los periodistas, antes de la sesión, de que está dispuesta a «incluir en el capitulo de gastos de personal los compromisos firmados que sea posible cumplir». Los miembros de la Junta de Personal que asistieron a los primeros minutos dejaron la sesión muy pronto, para demostrar que esa fórmula no les convence.

Los representantes sindicales ya advirtieron la semana pasada de que no quieren a Esperanza Nieto como interlocutora de una negociación. Solo aceptan a la alcaldesa, Ana Belén Castejón, porque ella fue la que firmó el acuerdo en abril del año pasado, cuando gobernaba en solitario bajo las siglas del PSOE. En diciembre, ya expulsada de su partido y en coalición con Ciudadanos y el PP, al que pertenece Nieto, anunció la suspensión del acuerdo, tal y como aconsejan dos informes técnicos. Los documentos alertan de una inviabilidad económica de la que nadie había hablado anteriormente.

Con esos antecedentes, en los últimos días ha habido algunos llamamientos para mantener contactos, que no se han materializado. Las posturas siguen muy alejadas.

La edil de Personal ha preferido no dar pie a nuevas desautorizaciones, si los representantes de los trabajadores no le dan un orden de prioridades que le permitan ahorrarse parte de las medidas y del coste. El silencio sindical ha llevado a Nieto a elaborar un plan propio.

Las fuentes consultadas en el equipo de gobierno municipal recordaron que entre los funcionarios hay colectivos como el de los agentes de la Policía Local que tienen reconocido el derecho a disponer de diez minutos a la entrada y a la salida de la jornada ordinaria para cambiarse. Los informes técnicos encargados valoran en 700.000 euros su coste anual para las arcas municipales. Este es un ejemplo de medida específica cuya aplicación está en entredicho.

El funcionamiento del cuerpo municipal de seguridad, que abarca a menos de 300 de los 1.500 empleados municipales, generó también un aumento elevado del coste de los servicios extraordinarios el año pasado. Se pasó de cuatro a más de siete millones de euros en horas extra, con un incremento del 75% en el pago de servicios de vigilancia y control de eventos, junto a los retenes y las asistencias de los bomberos y las tareas de montaje y desmontaje de instalaciones por parte de las brigadas municipales. En ese concepto, Nieto tiene previsto aplicar un recorte radical. Ya ha empezado a ejercer un control exhaustivo con la habilitación hasta el 29 de febrero de una bolsa de horas extra que se adjudican según las necesidades reales de los servicios, que deben quedar bien justificadas. Y aunque los funcionarios anunciaron en diciembre un boicot promovido por los sindicatos, finalmente más de doscientos se han apuntado para extender su jornada laboral cuando es necesario y así aumentar sus ingresos en nómina.

Esta forma de funcionar ya le ha permitido a la jefatura del cuerpo contar con los refuerzos que cree necesarios para las próximas fiestas de Carnaval. Así evitará, además, situaciones como la ocurrida en la Cabalgata de Reyes, donde la falta de disponibilidad de agentes obligó al Ayuntamiento a movilizar voluntarios para acompañar las carrozas en su recorrido por la ciudad.

El tercer frente de discrepancias entre los sindicatos y la concejal de Personal, a finales de año pasado, era el diseño de una nueva oferta de empleo público. Los sindicalistas también cuestionaron la propuesta de Esperanza Nieto. Ella incluyó un elevado número de arquitectos e ingenieros para poner coto a las jubilaciones que habrá en los próximos tres años entre los funcionarios con esa formación. Así quiere evitar quedarse sin personal suficiente para hacer proyectos de obra en una etapa en la que el equipo de gobierno quiere dar un impulso a nuevas infraestructuras. Tampoco quiere perder comba en el diseño del nuevo Plan General, que debe estar listo a finales de legislatura.

Los sindicatos pusieron de manifiesto la necesidad de continuar con la contratación de agentes de la Policía Local, para que las jubilaciones que hay cada año no sigan mermando su número. En la actualidad hay 260. La incorporación de 44 nuevos efectivos en verano volverá a elevar su número por encima de los 300. Pero según UGT, la avanzada media de edad de los miembros del cuerpo (alrededor de 55 años) supone que en cada ejercicio habrá decenas de bajas por retiro.

El Ayuntamiento tiene pendiente ordenar las pruebas de ingreso de un nuevo cupo de una veintena de agentes, tal y como se aprobó el año pasado. Algo parecido ocurre con Bomberos, que según UGT, tendrá problemas para cubrir los servicios dentro de dos o tres años, dado que también en este caso la media de edad es bastante elevada. Por eso, hay aprobada una nueva promoción de 15 bomberos, cuyas pruebas de selección deben ser convocadas durante este año. En caso contrario la propuesta caducará y no podrán celebrarse.