Preocupación vecinal en Cartagena por una oleada de vandalismo protagonizada por menores
La Policía Local localiza a un grupo que dañó coches en la Muralla de Tierra y a otro que apedreó vehículos en Las Seiscientas
Una sucesión de actos vandálicos ha puesto en guardia en las últimas semanas a los vecinos del casco histórico de Cartagena y de varios barrios ... y diputaciones. Las gamberradas, que afectan tanto al mobiliario público como a vehículos y otros bienes de particulares, han obligado a la Policía Local a intervenir para localizar a los autores, entre los que destacan grupos de menores de edad.
El último episodio de incivismo que ha trascendido tuvo lugar el lunes por la tarde en la calle Muralla de Tierra, donde aprovechando que ya se había hecho de noche y había menos trasiego y luz, cuatro chavales dañaron presuntamente ocho coches estacionados en la zona. El paso de estos críos, que fueron localizados por agentes municipales de la unidad de seguridad ciudadana en una zona deportiva cercana, dejó un reguero de retrovisores rotos.
Para que los propietarios de los turismos puedan presentar las correspondientes denuncias, entre otras cosas para acreditar lo ocurrido ante sus compañías aseguradoras y no tener que pagar las reparaciones, los policías dejaron notas informativas en los vehículos.
Según fuentes consultadas por LA VERDAD, una vez que identificaron a los menores aparentemente relacionados con los destrozos e instruyeron las correspondientes diligencias por daños intencionados a la propiedad privada, las autoridades dieron parte a sus padres.
La inquietud ciudadana alcanza también a la barriada Virgen de la Caridad, donde la Asociación de Vecinos pidió ya meses atrás un refuerzo de la vigilancia policial para evitar hurtos, en su mayoría a ancianos; daños al patrimonio público en plazas y parques; y actitudes contrarias a la convivencia por parte de 'pandillas'.
Conductas peligrosas
El último incidente tuvo lugar el jueves de la semana pasada, cuando al menos tres chavales fueron sorprendidos arrojando piedras a los coches que pasaban por la carretera, en las inmediaciones de las vías del tren. Según fuentes municipales, dos de los tres chiquillos fueron interceptados por la Policía Local, que registraron también los nombres de los autores. Entre los turismos afectados, cuyos daños eran visibles aún ayer por la mañana, había coches de las marcas BMW, Citroën y Opel.
En este caso, su conducta es de una especial peligrosidad, puesto que afecta a la seguridad del tráfico. En julio de 2012, un hombre de 59 años murió al caerle encima una piedra lanzada desde el puente de Los Belones, cuando circulaba por la autovía de La Manga. Ante la imposibilidad de detener al chico que arrojó la roca, imputarlo y juzgarlo, la Guardia Civil tuvo que limitarse a identificarlo, tomarle declaración y presentarlo ante la Fiscalía de Menores.
El caso levantó polémica a nivel nacional, respecto a las limitaciones penales de la Ley del Menor y a la efectividad de las medidas alternativas de reeducación que ofrece la legislación para casos que tienen consecuencias irreparables.
Según los últimos datos publicados por el Ayuntamiento, 32 menores acabaron ante la Fiscalía de Menores por distintos asuntos en los que intervino la Policía Local. Además, por diferentes motivos hubo tres detenidos que no habían cumplido aún dieciocho años y 19 estuvieron bajo investigación.
El año pasado acabó, además, como empezó: con una llamada de atención de los residentes de distintas zonas del término municipal para elevar los controles y atajar gamberradas de distinta gravedad. En enero de 2019, los vecinos de Pozo Estrecho denunciaron destrozos en varias calles y parques, en el Instituto de Educación Secundaria (IES) Galileo y en instalaciones deportivas municipales.
En noviembre, las quejas llegaron desde la zona de La Vaguada, donde el temor se centró en las vísperas de festivos por las 'quedadas' de adolescentes, que se cebaron con coches, contenedores y hasta jardines particulares. Además de en la noche de Halloween, en esta parte de la periferia urbana hubo también problemas similares en la noche de San Juan y en carnaval.
Mobiliario
La situación se repitió el 29 de diciembre por la noche, cuando fueron pinchadas las ruedas de cuatro coches. Todos ellos estaban aparcados en una zona de dúplex, ubicada muy cerca del consultorio médico. Fueron tres vehículos de la marca Kia y un Volkswagen.
La quema de contenedores de basura es otro de los motivos de indignación y de preocupación en Cartagena. A las molestias para los residentes y los costes de reposición para el Ayuntamiento hay que sumar los riesgos de propagación del fuego a coches y viviendas.
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