La Policía Local de Cartagena reforzará los controles de la venta de alcohol para que no llegue a menores

La campaña se llevará a cabo de manera exhaustiva pero discreta, para pillar 'in fraganti' a aquellos establecimientos que vendan bebidas alcohólicas a personas que aún no tienen 18 años de edad: desde bares y disco pubs, hasta establecimientos multiprecio. No solo es porque las ordenanzas municipales prohiben el consumo de alcohol en la calle fuera de terrazas, sino también porque se trata de un delito en el caso de los menores de edad y por la falta de control sobre la calidad de las bebidas que acaban en manos de adolescentes.

Todo ello después de comprobar que la trifulca del fin de semana degeneró en una agresión a la dueña del restaurante Pico Esquina, en la Plaza de José María Artés. Aunque todo comenzó a las puertas de otro establecimiento, en la calle Bodegones, que ya tiene una denuncia por diversos incumplimientos. Ambos se encuentran a dos pasos del Ayuntamiento y del Museo del Teatro Romano, en plena zona turística del casco histórico.

La Policía Local ya ha revisado los últimos antecedentes del bar de copas de la calle Bodegones que frecuentan los menores. «Hay alrededor de 30, por todo tipo de conductas indebidas como hacer ruido que puede molestar a los vecinos, consumir alcohol en la vía pública y algunas otras que aparecen como prohibidas en las ordenanzas», explicó un portavoz municipal.

Así, esa calle se añade a la lista de lugares en los que personas extremadamente jóvenes montan su fiesta particular por la noche, sobre todo los fines de semana. En esa lista ya estaban la confluencia de las calles Aire, Cañón y Cuesta de la Baronesa, así como la plaza del antiguo CIM.

La dueña del bar Pico Esquina, agredida con un vaso en la cabeza por uno de los participantes en la pelea del sábado, se recupera del corte que sufrió, aunque ayer tuvo que volver a recibir una cura porque la herida no acaba de cerrar bien, aseguró la alcaldesa. Tras interesarse por la evolución de su estado, Arroyo advirtió de que «tanto el edil de Seguridad como el comisario me han demostrado que el día de los hechos se cumplieron todos los servicios programados [de Policía Local]. No faltó ninguno de los agentes que tenía que haber», dijo. Por tanto, sostiene que no hubo ningún fallo de seguridad que haya que corregir.

Desde varios sindicatos policiales tienen otra visión. Consideran que los servicios que se ordenan no cumplen unos mínimos aceptables para cubrir todo el municipio. También que cualquier imprevisto obliga a trastocarlo todo y deja alguna parte sin agentes y al descubierto. UGT insistió ayer en el caso de La Manga, donde solo hay una patrulla los fines de semana. Dos agentes, indicaron, son insuficientes para controlar a la vez los botellones de miles de personas que ya se celebraron el sábado en la zona de Marina Center, de Cabo de Palos, y en la del Vivero, así como estar pendiente, al mismo tiempo, de los avisos y las emergencias que pueden surgir.

Con todo, Arroyo aseguró que, tras mantener contactos con diversos mandos de la Policía Nacional, ha llegado a la conclusión de «que no hay un aumento de la inseguridad ciudadana», aunque sí episodios que pueden dar una «sensación» distinta y que hay que prevenir y cortar.

A partir de ahí, según la primera edil, «es cosa de la Delegación del Gobierno ejercer las competencias en materia de seguridad ciudadana, en la que cuenta y contará siempre con nuestra colaboración». Por eso ayer mismo Arroyo llamó insistentemente a su responsable, José Vélez: «Tengo intención de plantearle la celebración de una Junta Local de Seguridad para que venga y podamos revisar todos estos temas». Manifestó también su confianza en que investigación que la Policía Nacional realiza para identificar a más participantes en los disturbios permita interrogar a todos los presuntos responsables.

Los dos detenidos por las agresiones a camareros del bar Pico Esquina, el sábado por la noche, tienen solo 16 y 14 años, según informaron ayer fuentes de la Comisaría. La Policía Nacional ha comprobado en el visionado de las imágenes recopiladas de las redes sociales que en ellos aparecen más personas de ese rango de edad, varias de las cuales tomaron parte activa en los disturbios. Para los investigadores esto pone de manifiesto la agresividad con la que se comportan en la calle grupos cada vez más numerosos de adolescentes. Los dos detenidos mostraron esa conducta agresiva al ser acorralados por los policías locales que les persiguieron por el casco histórico para detenerles, como finalmente ocurrió.

En primera instancia, la revisión policial de varios vídeos grabados por testigos y publicados en las redes sociales tiene por objeto reconocer a quienes lanzaron platos y vasos, y utilizaron sillas e incluso una palanca de izar toldos como arma de agresión contra los camareros del Pico Esquina. Dado que hubo más de veinte personas concentradas, no se descarta que en las próximas horas aumente el número de arrestos.

Los dos detenidos fueron interrogados en la Comisaría y puestos posteriormente en libertad, bajo la tutela de sus familiares. El resultado de estas pesquisas y de las diligencias de investigación fue enviado a la Fiscalía de Menores. De este área del Ministerio Público depende ahora la exigencia de las responsabilidades penales que procedan por riña tumultuaria, amenazas y lesiones.

Quienes se inician en este tipo de tumultos son cada vez más jóvenes, según la Policía. También ha aumentado la participación femenina. Así lo demuestra el hecho de que el desencadenante de la trifulca del sábado fuera una pelea entre chicas. Su papel no se limita a la simple arenga; entran de lleno a dar golpes y con unas actitudes muy parecidas a las de los chicos.

El presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería (Hostecar), Juan José López Escolar, reclamó ayer «una presencia policial más visible» en las zonas en las que hay más establecimientos de ocio y en las que se concentran jóvenes de fiesta en especial por las noches, «para evitar incidentes como los del sábado».

«Es inadmisible que una pelea pueda acabar con el lanzamiento de vasos y platos y la agresión a la dueña de un establecimiento», apuntó. «Además del problema de orden público, salir ya dos veces en los medios de comunicación nacionales por cosas como esta es algo que da muy mala imagen a un municipio que se promociona por su atractivo turístico», indico. Por eso, quiere entrevistarse con los mandos policiales y con el delegado del Gobierno, José Vélez, en busca de una solución.

Técnicos del Área de Personal del Ayuntamiento iniciarán hoy con los sindicatos una negociación que podría desbloquear la falta de efectivos de la Policía Local en servicios extraordinarios de vigilancia y control de botellones, entre otros.

La Comisión de Evaluación de la Relación de Puestos de Trabajo, que se reúne esta mañana, tiene entre los puntos de debate la valoración de la adaptación del cuerpo a la Ley Regional de Coordinación de Policías Locales. En ella se establecen una serie de complementos según la categoría y las funciones de cada agente, que tendrían reflejo en su sueldo. UGT y CSIF consideran esto inseparable de la aceptación de las 20.000 horas extra programadas por el equipo de gobierno para reforzar servicios. De ahí que prácticamente ningún agente se haya apuntado para hacerlas. La alcaldesa, Noelia Arroyo, reiteró ayer la oferta para cubrirlas, con presupuesto.