La zona oeste de Cartagena queda libre de los huertos solares que no sean para autoconsumo

La zona oeste, desde Canteras hasta Isla Plana y el límite con Mazarrón, queda libre de la instalación de huertos solares. La alcaldesa, Noelia Arroyo, anunció ayer que esta máxima es parte de un acuerdo «innovador» para limitar el impacto de estas infraestructuras en su entorno, «sin necesidad de prohibiciones». Lo hizo en presencia de los representantes de las asociaciones de productores de energía solar y de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Cartagena y Comarca, que mostraron su beneplácito.

El escrito consensuado por todos considera «incompatible» el montaje de plantas fotovoltaicas y la preservación del Distrito 1 del municipio como «área rural de especial sensibilidad ambiental y social», según la vicealcaldesa y concejal de Urbanismo, Ana Belén Castejón. Solo se permitirá poner paneles solares para el autoconsumo de sus habitantes y de las empresas allí establecidas.

Arroyo y Castejón dieron cuenta del acuerdo en el Palacio Consistorial, durante un receso de una sesión plenaria. En él se establece que el resto de proyectos previstos en otras zonas del término municipal tendrán que ceñirse a unas condiciones de protección ambiental establecidas en un documento marco. Una comisión con participación vecinal y del sector se reunirá dos veces al año para hacer efectivo ese control, según criterios claros y objetivos.

La legislación actual ya impone condiciones a las plantas que producen menos de 5 megavatios a la hora. Pero el acuerdo obliga a las que son más pequeñas a «aportar en la tramitación de los expedientes una memoria ambiental validada por técnicos reconocidos por el Ayuntamiento». En ella se debe acreditar que «no afectan a espacios naturales protegidos, hábitats de interés comunitario, lugares de interés comunitario (LIC), Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA), ni cauces, cursos fluviales y lugares de protección silvestre entre otros parajes», apuntó Castejón.

Los proyectos de huertos solares previstos, que están en condiciones de ser reactivados porque cumplen con esas condiciones, son siete, recordó la edil. Añadió que se llevará a cabo un seguimiento exhaustivo. «Desde el Ayuntamiento nos comprometemos a mantener actualizado y a disposición pública un mapa municipal que incluya todas las instalaciones de energías renovables que cuentan con licencia o están en tramitación», precisó Castejón. Como concejal de Urbanismo, ella se ha encargado de la negociación, al mando de los técnicos municipales de su departamento y de Medio Ambiente

El proyecto de huerto solar que ha generado más polémica, por estar cerca de Canteras, ha quedado definitivamente descartado tras el rechazo vecinal. El Ayuntamiento convenció a la promotora de que desistiera. La empresa busca ahora un emplazamiento alternativo cercano, pero fuera del distrito 1, que abarca Perín, Los Puertos, Campo Nubla, La Magdalena y Canteras.

En el documento objeto del pacto se establece también que el Ayuntamiento «impulsará la creación de comunidades energéticas locales para producir, consumir y almacenar esa energía». Tanto Castejón como Arroyo destacaron la importancia de esta vertiente de la energía solar.

El acuerdo por parte del sector fue puesto de manifiesto por el presidente de la Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica (Anpier), Miguel Ángel Martínez-Aroca. «Es algo único, pionero y que no se había firmado antes en ningún otro municipio», reconoció. A continuación, urgió a la administración a que agilice los permisos a los proyectos que cumplan con todas las condiciones acordadas. «En esta situación de emergencia climática que estamos viviendo, es necesario un desarrollo decidido y ágil de las energías renovables», puntualizó Martínez-Aroca.

«Cartagena ha sido pionera. Con diálogo entre las asociaciones de vecinos y el sector, sentándonos sobre la mesa y poniendo sobre la misma los pros y los contras, la visión de cada parte e intentar confluir en un acuerdo que permita desbloquear la situación con el fin de avanzar en la lucha contra el cambio climático sin perjudicar todos esos bienes de carácter cultural, paisajístico, patrimonial e histórico del municipio», apuntó.

Con respecto a la «tensión» que se había generado en la zona oeste, Martínez-Aroca quiso dejar claro que el sector ha estado de acuerdo con las asociaciones locales en impedir que en esa zona se desarrollen plantas de energías renovables. «El sector ha sido muy generoso», subrayó, al tiempo que pidió «agilidad en el desbloqueo de proyectos». El pacto lo apoyan Aremur, Unef, Ahmur y Fremm.

El presidente de la Federación vecinal, Leandro Sánchez, recordó que su organización ha recogido las peticiones de los habitantes de las zonas sensibles y también de colectivos de preservación del medio ambiente y del patrimonio cultural por lo que «el consenso es muy amplio».

Por eso consideró «histórico» un acuerdo que no va contra las energías renovables, dado que la Federación está a favor de su promoción, sino de «cómo tiene lugar su implantación» en zonas ambientalmente sensibles. Eso, dijo, es lo que tiene que ser controlado a partir de ahora en las reuniones semestrales de la comisión de vigilancia recién creada. El pacto incluye también que la Agencia de Desarrollo Local y Empleo (ADLE) tendrá un papel relevante en suministrar mano de obra a los huertos solares.

Por la tarde, el Pleno Municipal aprobó por unanimidad una moción en apoyo de este pacto.

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