Un Plan de Movilidad Urbana fomentará medidas y acciones para hacer más sostenible el municipio

El municipio de Cartagena dispondrá de un Plan de Movilidad Urbana para reducir el consumo de combustibles fósiles y fomentar los espacios destinados a peatones y bicicletas. La medida irá acompañada del aumento en las bonificaciones fiscales para los vehículos eléctricos, que ya está en vigor.

El Ayuntamiento informó de que esa actuación está enmarcada en el Plan de Acción para el Clima y la Energía Sostenible (PACES), aprobada en la Junta de Gobierno Local, y que recoge todas las actuaciones que se van a implementar en los próximos diez años para mitigar los efectos del cambio climático y adaptar el municipio a la nueva realidad.

Cartagena se adhirió en 2018 al Pacto de los Alcaldes por el Clima, comprometiéndose así a reducir las emisiones de CO2 en un 40% hasta 2030, aumentar el ahorro energético un 27%, incrementar el consumo de energía renovables un 27% y presentar el Plan de Acción para el Clima y la Energía Sostenible, aprobado ayer.

Para ello han analizado diferentes parámetros, como las precipitaciones, los periodos secos, las zonas inundables, las temperaturas máximas y mínimas, las olas de calor o el riesgo de incendio. También las medidas propuestas para afrontarlos.

Entre las líneas de actuación, el Ayuntamiento destacó que, en la rehabilitación de los edificios, se tengan en cuenta mejoras en los sistemas de climatización, proponiendo para ello techos y fachadas verdes. El fomento de la producción de energía fotovoltaica a través de la reducción de impuestos, tanto para el sector residencial como para el de servicios, y su implantación en los edificios municipales.

Asimismo, busca reducir el consumo de agua, para lo que se pondrá en marcha un plan de concienciación entre los trabajadores municipales, para reducir hasta un 10% el consumo en las dependencias públicas.

La mejora de las zonas verdes también es prioridad. Prevén medidas para recuperar barrios y núcleos deprimidos del municipio, mediante el incremento de los espacios ajardinados. Emplear colores de alto albedo y materiales fríos para pavimentos y fachadas, de forma que se reduzca el efecto «isla de calor». Además, habrá medidas frente a los niveles altos de polinización para que los ciudadanos conozcan en tiempo real las zonas con mayor concentración de partículas de polen en el aire.