Los patinetes invaden las zonas de los peatones en Cartagena ante la falta de sanciones
La Policía Local solo llama la atención a los dueños, mientras la aprobación de la ordenanza sigue parada a la espera de una norma del Ejecutivo central
A las cuatro de la tarde de un día entre semana, Juan Jiménez circula en patinete por la Puerta de Murcia, despacio pero sin casco. ... Un policía local motorizado se le acerca. «Me ha advertido de que tenía que bajarme e ir a pie, porque no está permitido moverse en patinete por la zona peatonal», explicó a LA VERDAD este joven cartagenero, segundos más tarde. Como él, decenas de personas se desplazan de la misma forma cada día por la zona peatonal, sin exponerse a multas. «Solo podemos amonestarles, hasta tener un Reglamento General de Vehículos nuevo de la Dirección General de Tráfico y una ordenanza», indicó el concejal de Tráfico, Juan Pedro Torralba.
A la falta de una norma municipal, que se eterniza, se le une, desde principios de año, la renuncia a usar una instrucción de Tráfico de diciembre del año pasado, que faculta a la Administración Local aplicar mano dura, con sanciones que van desde los 100 euros hasta los 2.000. Mientras tanto, en las zonas peatonales del casco histórico y en las aceras del centro urbano, los patinetes circulan sin control por la acera, el carril bici y la calzada.
«Tenemos clara la línea a seguir. El conductor de un patinete a motor tiene que ir con casco, tener seguro y circular por la calzada», aseveró a este diario la concejal de Ciudad Sostenible, Cristina Mora. Ese es uno de los aspectos que con mayor claridad refleja ya el borrador de la ordenanza que prepara. Pero esta edil encargada de diseñar la normativa que posteriormente tocará aplicar a Torralba, en la parte sancionadora, también es partidaria de esperar al nuevo Reglamento General de Vehículos de carácter estatal, para regular en conjunto los usos de todos los vehículos de movilidad personal.
La normativa vigente en Valladolid, que se toma como referencia en Cartagena, incluye multas de 100 a 2.000 euros
Mora apuesta por una norma integral, que tendrá también implicaciones en las ordenanzas fiscales, dado que un patín de tracción mecánica o eléctrica, al igual que una motocicleta, tendrá que ser incluido como vehículo a motor, para fijar posteriormente si su propietario tiene que pagar el impuesto correspondiente.
Seguir el ejemplo de Valladolid
«Hemos hablado con autoridades del Estado y hay que tener paciencia», señaló la concejal. Sin embargo, desde la Jefatura de Murcia lo ven de otra manera, «No creo que haya que esperar. El Ayuntamiento de Cartagena puede elaborar una ordenanza que se fundamentará en la instrucción dada a finales de 2019, porque el reglamento general de vehículos se basará en ella. Muchos municipios han empezado a regular el tránsito en sus calles de acuerdo a esa ordenanza. Que miren si no a Madrid, a Barcelona y a Valladolid, que están entre las más avanzadas», apuntó Verónica Jerez de la Delegación de Tráfico. Con ella y gente de su equipo ha fijado Mora un encuentro en los próximos días para aclarar las cosas.
La Delegación de Tráfico en la Región insta al gobierno local a regular ya la situación y no esperar al reglamento de vehículos
Precisamente es el texto de la capital pucelana el que más interesante la ha resultado a Cristina Mora para elaborar el borrador de la ordenanza. Su transposición a Cartagena llevaría a distinguir entre las zonas exclusivas para peatones y las que pueden usar los vehículos de movilidad personal, que incluirían bicicletas y patinetes de toda condición, sobre todo en áreas peatonales y de tráfico restringido a velocidades inferiores a 30 kilómetros por hora. En zonas de grandes avenidas se pueden crear circuitos en los que convivan los vehículos a motor con los de tracción humana, de acuerdo a lo que diga la Dirección General de Tráfico.
Por lo que respecta al régimen de sanciones, circular por una zona peatonal acarrearía una multa para cualquier vehículo, incluidas las bicicletas y los patinetes impulsados por sus conductores. Asimismo, quienes se desplacen en ellos deberán cumplir normas muy parecidas a las de un motorista o un automovilista. Conducirlos ebrio o hablando por el móvil sería una falta grave. No llevar medidas de protección, como casco, también. Asimismo, podría serlo desplazarse de noche sin distintitivos luminosos.
Las sanciones propuestas en la capital castellana son de 100 euros, por ir por una zona peatonal; de 200, por hacer uso del móvil a los mandos de un vehículo de este tipo; y de más de 500 euros, por ir bebido. Son solo tres ejemplos de una dureza similar a la que la Dirección General de Tráfico aplica en carretera. La diferencia es que en principio no se establece nada sobre la confiscación del vehículo por estos motivos.
«Falta valentía política»
Sin embargo, desde colectivos sociales y ciudadanos que promueven la movilidad sostenible, como Vía Libre, dudan de la «voluntad y la valentía política» para impulsar este cambio en los usos urbanos. En lugar de tomar ejemplo de ciudades como Pontevedra o Bilbao, donde ya han puesto en marcha la regulación de las zonas de velocidad máxima a 30 kilómetros por hora, aquí se agarran a una excusa como esa de que esperan el Reglamento General de Vehículos», apuntó su máximo responsable, José Ángel Vivancos.
Pero hasta la fecha, tanto Mora como Torralba prefieren aceptar estas críticas a precipitarse.
Preparan un servicio de alquiler de bicis por 4 años que incluya los barrios
El servicio de alquiler de bicicletas y patinetes que el gobierno local tiene en cartera saldrá a contratación por cuatro años, con una implantación por fases, del centro hacia los barrios, según explicó la concejal de Ciudad Sostenible, Cristina Mora. Su intención es atraer a alguna empresa del sector que se haga cargo del sistema por un canon muy modesto, a cambio de asumir una serie de responsabilidades muy estrictas en cuanto a seguridad, mantenimiento y fiabilidad.
El anterior intento de implantar un servicio parecido fracasó en 2013, entre otras cosas por el rápido deterioro y devaluación de la flota de bicicletas. «Queremos que la concesionaria se responsabilice de un sistema de control de los usuarios y de localización de los vehículos para conservar todas las bicis en buen estado», apuntó.
Mora no quiso revelar ni las tarifas, ni el número de bicis con el que empezaría a funcionar el sistema, pero adelantó que se iniciaría en el casco urbano para afrontar una rápida expansión por los barrios. Incluiría además patinetes eléctricos, aunque Mora tiene la idea de impedir que estos puedan ser utilizados en la zona peatonal.
La puesta en marcha de este proyecto irá acompasada también con los proyectos de mejora de los carriles bici. El gobierno local anunció hace un mes que retoma el plan de hacer el tramo de la calle Esparta y que incluye también un vial de este tipo en la remodelación que tiene previsto hacer de la Plaza Puertas de San José, de inicio aún incierto.
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