Padres del colegio Atalaya de Cartagena reclaman un enfermero en el centro que atienda a sus hijos
En la escuela hay 43 niños que precisan la atención sanitaria a diario; la Consejería de Educación asegura que desde Salud ya buscan sustituto
Teresa Ballester, la madre de una alumna de cuarto de Primaria del Colegio Atalaya, en el barrio de la Concepción de Cartagena, vive desde principios ... de curso «con miedo». Su hija es diabética y sufre episodios de hipoglucemia muy a menudo. «Desde que comenzaron las clases ya ha tenido seis y solo los profesores se han podido hacer cargo de ella, porque el enfermero que debería tener el centro abandonó la plaza», explicó a LA VERDAD esta madre este jueves minutos antes de concentrarse en la puerta del centro con pancartas, para exigir a la Consejería de Educación la asignación asistente sanitario para sus hijos.
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La escuela está declarada, desde el año 2018, centro preferente para alumnado con necesidades de enfermería, y en él hay matriculados 43 niños que precisan, a veces a diario, la atención de un sanitario. Es el segundo de Cartagena de estas características. El otro es el Primitiva López. Teresa Ballester tuvo que cambiarse de barrio para poder escolarizar en el Atalaya a su hija «solo para que pudiera estar bien atendida». «Cuando estaba la enfermera se ocupaba ella de todo. Ahora me llaman los profesores, dejo todo lo que estoy haciendo y me voy a atender a mi hija. Así no podemos estar por más tiempo», pidió esta madre.
Junto a ella estuvieron ayer en la puerta del centro otras familias en la misma situación. En una pancarta pedían: «Por la seguridad de nuestros hijos. Enfermero ya». En la protesta también estuvo Montse Mellinas, quien tiene un hijo que precisa de asistencia, casi a diario. En este caso, el niño sufre convulsiones febriles, que le provocan, a veces, la pérdida de la conciencia. «Sabemos que están bien cuidados, pero necesitamos estar seguros con un profesional que atienda a nuestros hijos cuando tengan problemas de estas características», señaló durante la concentración.
Requerimientos a la Comunidad
La Asociación de Madres y Padres de Alumnos (Ampa) Atalaya ha enviado en varias ocasiones requerimientos a la Consejería de Educación explicando la situación que viven, pero «no hemos tenido contestación alguna», dijo el vicepresidente, Salvador Liarte.
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Según fuentes de ese departamento regional «la Consejería asignó un enfermero como plaza definitiva el pasado mes de junio, pero dejó el puesto en septiembre. Se volvió a cubrir ese mismo mes, pero el profesional también abandonó la plaza a finales de septiembre. Al no ser personal docente, volvimos a pedir la cobertura del puesto de trabajo y estamos a la espera de que el Servicio Murciano de Salud (SMS) la adjudique de inmediato».
Desde la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (Fampa) Cartagena recuerdan «la necesidad de que ciertas enfermedades sean controladas por un profesional, como la epilepsia y la diabetes. Estas enfermedades crónicas deberían ser controladas en los centros educativos».
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