«Más que nunca necesitamos toda la ayuda posible»
#CuandoTodoEstoAcabe... ·
María Gómez. Chef del restaurante Magoga, con una estrella Michelin, en CartagenaAún dibujadas las líneas generales de la desescalada, la incertidumbre en el sector de la restauración sigue siendo mucha. Hace una semana que los grandes ... chefs de la Región decidieron ponerse sus chaquetillas y abrir sus cocinas para servir comida a domicilio, pedidos de platos elaborados con la esencia de sus menús. Magoga, el restaurante cuyos fogones dirige María Gómez, lo hace desde hoy con Cosa Santa, la marca con la que se incorpora a esta iniciativa gastronómica, destinada a aliviar la difícil situación en la que la Covid-19 ha dejado a los establecimientos del sector.
Magoga consiguió el pasado mes de noviembre su primera estrella Michelin. Este, dice Gómez, «era nuestro año». «Teníamos ya reservas a unos tres meses vista y nos da un montón de pena porque hay gente interesada en probar nuestra cocina y ahora mismo va a ser más complicado tener la experiencia completa», explica la cocinera de Fuente Álamo. También contaba en su agenda con «un montón de eventos a nivel internacional e igualmente se han venido abajo. Teníamos un acto en Italia de la guía Michelin a nivel europeo, numerosas 'masterclass' y una cena benéfica que organizaba [el actor] Antonio Banderas en Marbella. Espero que se pueda volver a hacer, pero creo que será ya para el año que viene».
Cosa Santa es el modo que tanto ella como Adrián de Marcos, su pareja y también sumiller y jefe de sala del restaurante, han encontrado para volver a la actividad aún a medio gas: «Al final tienes una familia a la que mantener y tienes que buscar la forma de facturar, porque con el restaurante cerrado los ingresos son cero», explica Gómez, quien afirma que han tenido que solicitar un ERTE para sus trabajadores.
«Este era nuestro año. Teníamos ya reservas a unos tres meses vista», asegura la chef que hoy lanza Cosa Santa
Cambios
«Va a cambiar la mentalidad y la vida. Cuando ocurre algo fuerte, cambian las cosas, y en el ámbito de la restauración todavía no sabemos exactamente qué va a pasar porque se habla de muchas cosas pero habrá cambios y ahora más que nunca necesitamos toda la ayuda posible». Cree Gómez que en Magoga tienen margen para adaptarse a esos nuevos cambios. En cuanto a mantener la distancia de seguridad, explica la chef, «nosotros ya tenemos las mesas bastante separadas y quizá haya entre ellas más de un metro. Queremos dar intimidad a los clientes, y por tanto, eso ya lo teníamos integrado». El resto de posibles medidas todavía están por definir pero lo que sí tiene claro Gómez es que cuentan «con muchas ganas de volver a trabajar» y el deseo de que «vuelvan nuestros clientes y poder cocinar para ellos».
«En casa, el equipo lo está pasando mal. Nosotros vamos siempre a doscientos por hora, y cuando paras en seco, los dos primeros días lo llevas bien, pero luego ya tienes ganas de volver al trabajo», asegura Gómez, quien estas semanas de encierro se ha refugiado junto a su familia en Fuente Álamo, donde ha podido disfrutar más de los suyos, y sobre todo, de su hijo, de tan solo año y medio: «Estos días nos están sirviendo para estar juntos y para pensar en nuevos proyectos. También para valorar lo que teníamos antes, la libertad de poder hacer lo que quieras, de ir al campo o a la playa y respirar el aire del Mar Mediterráneo, que me encanta».
Como sociedad, señala Gómez, «creo que somos fuertes y que, sobre todo en España, esto ha demostrado lo solidarios que somos. Y eso me enorgullece», añade. Ella tiene pendiente una comida con todo su equipo para cuando todo pase.
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