El nuevo campamento festero de Carthagineses y Romanos será recinto ferial todo el año
La alcaldesa promete a tropas y legiones que tendrá listo el espacio en 24 meses para instalarse con la feria, el parking y un escenario para eventos
Habilitar un campamento festero en dos años, con más espacio en las 50 casetas, un escenario amplio para conciertos y otros eventos, así como aparcamiento de sobra detrás del centro comercial Mandarache. Ese es el compromiso al que ayer llegó la alcaldesa, Ana Belén Castejón, con los representantes de la Federación de Tropas y Legiones, en la reunión en la que estos le comunicaron que están de acuerdo con dejar el actual emplazamiento junto al estadio Cartagonova, en cuanto tengan una alternativa viable. Además, Castejón dijo que esas nuevas instalaciones serán un «recinto ferial» para acontecimientos diversos todo el año.
El vicepresidente ejecutivo de la Federación que dirige las fiestas de Carthagineses y Romanos, Eduardo Conesa, acudió a entrevistarse con Castejón, en representación del presidente, José Antonio Meca, ausente por motivos de salud. Les acompañaron la vicealcaldesa, Noelia Arroyo, y el teniente de alcalde, Manuel Padín. También el secretario de la Federación, Lázaro García; el sufeta carthaginés, Manuel Marín; el vicepresidente del área económica, Lorenzo Jerez, y el de relaciones externas, José María Cayuela.
Para avanzar en el acuerdo, se pactó la creación de una comisión paritaria de técnicos municipales y festeros, encargada de diseñar el nuevo recinto. Ocupará una parcela municipal, fruto de las cesiones de los propietarios del sector CC.1.1, situado más allá del centro comercial, junto a la Avenida de Víctor Beltrí. En ese entorno está prevista la construcción de 8.000 viviendas, aunque ese desarrollo urbanístico está actualmente parado por el fraccionamiento de parcelas entre entidades bancarias y otros propietarios que no se ponen de acuerdo.
El objetivo es que haya actividad de manera permanente, de acuerdo con los vecinos de la zona y sin causarles molestias
En el pacto figura tener en cuenta a los vecinos de las zonas habitadas más cercanas, desde Barrio Peral hasta José María Lapuerta, pasando por la barriada Virgen de la Caridad. Los representantes municipales y de las fiestas se reunirán con sus portavoces, dadas las pegas que han planteado algunos de ellos al conocer el montaje del nuevo recinto, como máximo en 2023.
Al contar con 73,000 metros cuadrados de suelo público, hay espacio suficiente, según Castejón, para los aparcamientos, la feria y el mercado de época. Al contrario de lo que sucederá con el actual recinto, que se verá condicionado por el gradual avance de la urbanización del Plan Rambla, que va a gran velocidad. Asimismo, hay un compromiso de habilitar una nave como almacén, con lo que los festeros podrían desprenderse de la que actualmente tienen en el entorno de Los Dolores y que utilizan para los materiales con los que los grupos montan sus campamentos.
Asimismo, las nuevas instalaciones serán totalmente accesibles para personas mayores y con movilidad reducida, y contarán con las medidas de seguridad, la iluminación y la sonorización que necesiten. Todo ello antes de que finalice la presente legislatura.
Eduardo Conesa subrayó que los festeros están «muy satisfechos» con la puesta en marcha de este proyecto. «No queríamos que el campamento se quedara aislado donde está ahora, sin disponer de sitio para la feria y los aparcamientos. Creemos que esta propuesta nos permite crecer, atraer más público y ayudar al desarrollo de Cartagena», indicó.
Las dudas de esta edición
La utilización del recinto junto al Cartagonova como campamento para este año sigue sin estar clara. Conesa reiteró ayer que los festeros esperarán hasta el 1 de julio para tomar una decisión. Todo depende de la situación sanitaria y de la capacidad para cumplir con las restricciones que haya en septiembre. Cuando llegue el momento será necesario un acuerdo unánime o muy mayoritario de los grupos para montar el campamento, añadió.
Castejón planea darle un nuevo uso al actual emplazamiento
El recinto que ha acogido el campamento festero desde hace veinte años, con excepción de 2020 por la pandemia, no quedará abandonado. La alcaldesa, Ana Belén Castejón, aseguró ayer que tiene planes para él, pero pidió paciencia. Manifestó que su utilidad futura también saldrá a la luz en los próximos dos años. En principio, el parque urbano planteado junto a los edificios de viviendas del Plan Rambla no lo invadirá, con lo que dejará allí espacio para otros usos.