La nueva ordenanza de Cartagena sobre animales castiga el «maltrato psicológico»
El Ayuntamiento prohíbe llevarlos atados a vehículos en marcha y el uso de collares eléctricos que provoquen asfixia o que tengan puntas
LV
CARTAGENA.
Martes, 22 de febrero 2022, 01:47
La Comisión de Hacienda e Interior del Ayuntamiento de Cartagena aprobó ayer un dictamen favorable al proyecto de la nueva ordenanza municipal para la protección y tenencia de los animales de compañía. Esta resolución, dirigida a la aprobación inicial de la normativa por parte del Pleno y su exposición al público, recibió el apoyo de los concejales del Gobierno local, y las abstenciones de MC, Unidas Podemos Izquierda Unida Equo y del concejal no adscrito Gonzalo Abad. Vox no participó en la reunión.
El proyecto fue elaborado por los servicios técnicos municipales, tras una doble consulta ciudadana «para reforzar el proceso de participación, destacó el teniente de alcalde y concejal de Sanidad, Manuel Padín». Y añadió que «pone el foco en el maltrato animal, incluyendo diferentes puntos para proteger a las mascotas».
Padín citó la introducción de la figura del maltrato psicológico a animales, además de la prohibición del uso de collares eléctricos que provoquen asfixia o que tengas puntas. Se veta también «taxativamente» mantener atados a animales a vehículos en marcha, algo que será considerado como infracción muy grave.
Además, la ordenanza recoge medidas de protección de las colonias de gatos y de las personas físicas o entidades de protección animal que se encarguen de la gestión de las colonias ferales. También busca agilizar el protocolo de actuación y el expediente de registro de animales que ingresen en el Centro Zoosanitario Municipal, que pasará a llamarse Centro Municipal de Protección animal.
Alimentar en la calle, vetado
A partir de la entrada en vigor de la normativa, que las autoridades prevén para la próxima primavera, la corporación local tendrá la obligación de iniciar un expediente en el momento de ingreso del animal.
El Consistorio también será el encargado de mantener las zonas de esparcimiento canino, de reponer bolsas para los excrementos y de vaciar las papeleras destinadas a esos residuos orgánicos. Además, reforzará el control poblacional de aves urbanas, como gaviotas y cotorras. También habrá sanciones para las personas que alimenten a los animales en la calle, por ejemplo a las palomas, debido al riesgo sanitario que implica.
Hasta 1.500 euros por los excrementos y orines de los perros
La nueva ordenanza aumentará las multas para los propietarios de perros y otras mascotas que no recojan los excrementos de la vía pública y que orinen en ella. Las sanciones irán desde 100 euros, el doble del importe actual, a 1.500 euros. Por primera vez, la institución municipal establece un rango sancionador similar al el de las cacas para los orines que afecten a farolas u otros elementos del mobiliario, así como a alcorques y jardines. Diluirlos en agua para evitar daños permitirá al dueño librarse de la sanción. Algunos ya usan botellas con ese fin.