Noche de humor frente a la bahía

El pasado miércoles, la terraza del Batel se convirtió en el mejor escenario para acoger la actuación del almeriense Francisco Rodríguez, conocido como Paco Calavera. Cómico, actor, guionista, director y humorista, el andaluz dejó a los asistentes una noche de fino humor, con un monólogo que repasó temas de la actualidad y de la vida real.

Se trataba de la primera noche programada por el Batel para los meses de julio y agosto, dentro de lo que los organizadores han denominado 'Julio pide terraza, risas y eszencia'. La velada, a la que asistieron una veintena de personas, comenzó con una cena especialmente diseñada por el gerente del restaurante, el chef Pablo Martínez.

Con el incomparable marco del mar de fondo y el ruido de los mástiles de los barcos atracados en la bahía, los asistentes degustaron una selección de platos maridada con vinos monastrell y sauvignon blanc. Lo primero que se sirvió fue una original marinera que tuvo mucha aceptación entre los invitados por tratarse de «algo tradicional de nuestra zona, pero elaborada de una forma novedosa».

A continuación, llegó el turno del tartar de salmón con salmorejo de melón, tomatitos con bonito, una gioza de chato murciano con alioli de trufa, un exquisito buñuelo de bacalao con mahonesa de cilantro, salsa de ajo negro y pesto rojo y, para concluir, una carne de cerdo con crema de patata. No faltó el postre, que consistió en un brownie de chocolate blanco.

Mientras que los asistentes daban buena cuenta del menú, Paco Calavera charló con LA VERDAD. Contó que se mostraba «encantado» de estar en Cartagena, «una ciudad en la que he actuado en la época en la que estaba en la Paramount Comedy». Aseguró que «me encanta la ciudad, tan portuaria y llena de edificaciones modernistas que le dan un aire muy elegante y señorial».

El protagonista de la noche, que se considera un «titiritero» en toda regla, aseguró, además, que continúa «con la búsqueda de mi propio estilo». Explicó que no interactúa demasiado con el público por cierto «respeto, ya que ellos vienen a escuchar y el público hoy en día es muy receptivo y respetuoso».

Calavera, llamado así por el apodo que le pusieron sus compañeros de teatro, llegó acompañado de Bea Campuzano, de Ninona Producciones, y de la actriz y también monologuista Antonia Triviño. Esta última fue la que comenzó, a modo de introducción, el espectáculo y presentación del artista, un cómico que califico de «brutal», un compañero «extraordinario y legal que me ha ayudado siempre».

Triviño, que ha abandonado su exitoso trabajo como actriz y modelo en la capital de España para instalarse en un pueblo de Granada con su familia, es una actriz con una belleza y frescura fuera de lo normal. La artista, se dedica actualmente al monólogo y, para ello, ha montado un divertido espectáculo, «la mujer rural» del que nos dejó unos retazos en El Batel.

Asistentes como los hermanos Jaime y María Poblaciones, se acercaron a felicitar a Calavera, tras más de una hora de espectáculo. «Nos ha encantado», comentaban. A la cita no faltaron el grupo de amigas formado por Ángeles Soto, Nieves Muñoz, María Ángeles Gambao, Isabel Belizón y Úrsula Sánchez, todas ellas muy satisfechas de una noche que calificaron de «especial».

Álvaro del Rey compartió mesa con Marta Isla, una joven residente en Madrid que está pasando sus vacaciones en Cartagena. Tampoco faltaron Paloma Sanz y Julia Herráiz, dos amigas animadas por «el aire marino». Se trata del mejor lugar para celebrar el cumpleaños de una de ellas.

Juan Antonio Mercader, Lola Rodríguez, José Antonio García y María José López, fueron atendidos por el equipo de Eszencia, capitaneados por la atenta mirada de Milene Madrid, la organizadora de eventos que se preocupó de convertir en memorable esta noche de verano.