Imagen de archivo de un comedor escolar. J. M. Rodríguez/ AGM

Los niños del colegio San Fulgencio de Pozo Estrecho tendrán comedor el próximo curso

Este servicio pasará en el San Cristóbal de El Bohío de privado a público; en el Virgen del Carmen tendrán que seguir esperando un año más

Martes, 20 de junio 2023, 00:33

Llevaban años reclamándolo y por fin, el curso que viene, los alumnos del colegio San Fulgencio de Pozo Estrecho tendrá comedor. Sus padres podrán conciliar mejor la vida laboral con la familiar, como reclamaban desde hace más de un lustro. Ellos, junto a otros siete centros educativos de la Región de Murcia, disfrutarán de este nuevo servicio, al que podrán acceder alrededor de medio centenar de niños de Cartagena, según indicaron fuentes de la Consejería de Educación, Formación Profesional y Empleo, dirigida por Víctor Marín. Los padres han habilitado un espacio en el centro con su propio esfuerzo. Lo han hecho gracias al dinero conseguido en rifas y recaudado entre todos los vecinos.

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Los que también tendrán este servicio público son los del colegio San Cristóbal, de El Bohío. Este curso lo tenían privado, es decir, los gastos eran sufragados en su totalidad por los padres, pero ahora, la Consejería, según fuentes de la Asociación de Madres y Padres (Ampa), se hará cargo de todos los costes. De esta forma el menú saldrá más barato.

Sin apenas espacio

Los que más difícil lo tienen para conseguirlo son los padres del colegio Virgen del Carmen, que también han solicitado en varias ocasiones a la Comunidad dicho servicio. El problema con el que chocan es que en la escuela apenas hay espacio para habilitar un comedor. La única solución que encuentran, según explicaron fuentes del Ampa, es derribar el edificio de antiguas viviendas militares que está dentro del recinto escolar, con fachada al Paseo de Alfonso XIII. El problema es que aún reside allí una familia.

La puesta en marcha del comedor escolar es para muchos colegios una forma de evitar la fuga de alumnos. Ocurrió así en el San Fulgencio y en El Bohío. En ambos, la imposibilidad de que los alumnos se quedaran a mediodía obligaba hace algunos años a muchos padres a escolarizarlos en otros centros donde sí tenían ese servicio. Es por ello por lo que las asociaciones de madres y padres de alumnos lo exigieron.

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