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Retrato de Horatio Nelson.
De cuando Nelson dio la popa en Cartagena

De cuando Nelson dio la popa en Cartagena

LUIS MIGUEL PÉREZ ADÁN

Jueves, 1 de enero 1970

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En la brumosa mañana del 19 de diciembre de 1796, muy cerca de nuestra costa cartagenera se divisaron dos fragatas inglesas. Nos encontramos en plena guerra angloespañola (1796-1802).

El recientemente nombrado comodoro ingles Horace Nelson va al mando de ellas, regresaban de las bases napolitanas para reunirse con la escuadra de Jervis en las costas portuguesas. Son la fragata de 40 cañones 'Minerve', en compañía de la 'Blanche', de 32 cañones.

Su intención era pasar desapercibidas por delante de Cartagena en dirección a Gibraltar, pero la casualidad hizo que fueran avistadas por dos naves españolas que acababan de zarpar desde nuestro puerto.

Nelson escuchó la voz del vigía que alertaba de la presencia de velas enemigas por la proa. Se trataban de las fragatas españolas 'Sabina', también de 40 cañones, mandadas por Jacobo Fitz-James Stuart y Cajibal, biznieto de Jaime I de Inglaterra pero al servicio de España; y la 'Matilde', de 34, mandada por Miguel Gastón de Iriarte. Ambas de un porte similar a las inglesas, pero con el inconveniente de estar artilladas con cañones de inferior calibre (de 18 libras las inglesas contra las 12 libras de las españolas). Aparte de que los britanicos llevaban a bordo varias carronadas del calibre 36, especialmente mortíferas en distancias cortas.

Descubiertos por los españoles, Nelson dispuso un combate a dos, es decir 'Minerve' contra 'Sabina' y 'Blanche' contra 'Matilde'. Tras tres horas de intensa lucha, la nave de Nelson desarboló a la fragata española, apresándola junto a su capitán Jacobo Stuart.

Nelson se sorprendió de que su oponente español fuera de origen británico. Nada más y nada menos que descendiente de los reyes escoceses y a la sazón perteneciente a la familia de los duques de Berwick. Título que más tarde revertiría en los duques de Alba por extinción de esta familia.

En la rendida 'Sabina' se formó una tripulación de presa mandada por el teniente Thomas Mesterman Hardy, otro 'pata negra' de la armada inglesa. Remolcada, continuaron su marcha.

Sin embargo la otra fragata española tuvo mejor suerte en su combate, logró zafarse de la inglesa y su capitán Gastón de Iriarte fue en auxilio y rescate de la 'Matilde', al aproximarse Nelson tuvo que cortar las amarras de remolque y responder al ataque. Pero era demasiado tarde: desde Cartagena habían zarpado otros tres navíos españoles. Eran las fragatas 'Ceres', de 40 cañones, y 'Perla', de 34; seguidas más atrás por el flamante y poderoso 'Príncipe de Asturias', de 112 cañones.

Aun cuando la 'Blanche' pudo unirse a Nelson, la superioridad española se impuso. Eran cuatro contra dos, y con el 'Principe de Asturias' no se podían gastar bromas. El comandante inglés no dudo en iniciar la retirada, de modo que dio orden de largar velas y dar la popa a toda marcha.

Tan apresuradamente huyó que abandonó a su tripulación de presa de la 'Sabina'. Todos fueron hechos prisioneros por los españoles, los tenientes Hardy y Culverhouse, junto con 40 marineros de su dotación. Posteriormente serían trasladados a Gibraltar para ser canjeados por el comandante Jacobo Stuart, convaleciente de sus heridas en combate y el resto de tripulantes españoles.

Resumiendo; tenemos al honorable Nelson por nuestras costas, batallando con los barcos que salen de Cartagena, en donde toda la población vive expectante el resultado de esta singular lucha, pues la intensidad del sonido de los cañones es oído por toda la ciudad

Para este marino, considerado por los suyos con capacidades prodigiosas, la denominada Batalla de Cartagena le supuso un gran susto, por no decir una derrota en toda regla, una más de los ingleses frente a los españoles, aunque históricamente siempre serán ellos los ganadores, algo que forma parte del mito y la parcialidad que estos han tenido tradicionalmente, a la hora de escribir no solo su historia sino la de los demás.

Los británicos, cuando mencionan este incidente, pasan casi por alto que Nelson huyera en Cartagena. Al referirse a este combate lo hacen de forma que parece más una victoria que una huida. Les gusta recordar a Nelson como el hombre que nunca perdió una batalla, y así se encargan de hacerlo saber a todo el mundo, pero lo cierto es que, perdió aquí y luego en Tenerife. No vale recordar solo sus grandes victorias como en San Vicente y Trafalgar. Hoy lo hemos señalado porque algunos de nuestros antepasados pudieron contemplar con sus propios ojos cómo el gran Nelson dio la popa en Cartagena.

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