Una modificación en el proyecto obliga a parar la construcción del nuevo colegio de La Aljorra

Según fuentes de la Consejería de Educación, responsable de la construcción, «la obra está temporalmente parada por la necesidad de modificación de aspectos técnicos del proyecto presentados durante su ejecución». Las mismas fuentes no detallaron de qué modificación se trata, ni cuándo podrían retomarse las labores. Solo que será «en breve» y que el parón no afecta al precio de adjudicación.

De momento, en el solar donde están siendo levantadas las nuevas instalaciones, detrás de una estación de servicio de Repsol, junto a la vía verde del Campo de Cartagena y la carretera de La Guía, no hay ni rastro de los albañiles ni de sus máquinas. Además, el terreno está cerrado con una valla con candado y, según fuentes vecinales, allí nadie trabaja desde hace casi un mes.

Una de las portavoces de la plataforma por un único colegio, Luisa Carrión, dijo que están al tanto de esta situación, porque hacen un seguimiento exhaustivo de las obras.

De hecho, el director general de Centros Educativos e Infraestructuras, Jesús Pellicer, les explicó hace unos días que la paralización es una «cuestión temporal y técnica», porque los «proyectos de obra, en ocasiones, necesitan de revisiones para continuar». No obstante, los vecinos han solicitado una reunión con Pellicer para conocer el alcance del modificado en la obra y estar informados sobre cuándo podrán reanudarse las labores.

Carrión sí dijo sentirse «preocupada» y exigió «les deben dar una explicación de lo que está ocurriendo, porque estamos viendo que se ha empezado la cimentación, pero no termina de ejecutarse la obra». Y mientras, añadió, «nuestros hijos continúan en unas condiciones precarias, en unos colegios que necesitan urgentemente que se habilite el nuevo y así tener los espacios necesarios para poder desarrollar todas sus actividades y que no tengan que estar en los pasillos durante las clases de refuerzo».

Este retraso se une a los que esta iniciativa tuvo durante su larga tramitación. Entre ellos que la parcela elegida al principio para ubicar el centro, junto al recinto festero, era inundable, según advirtió la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS).

La duración de la obra está fijada en 18 meses, por lo que no dará tiempo a que los niños del pueblo puedan disfrutar de las nuevas instalaciones en el curso 2023-2024, como se comprometió la consejera, María Isabel Campuzano. La inversión total prevista es de 4 millones de euros, un dinero que procede de los fondos europeos Feder concedidos, específicamente, para esta escuela. Tendrá capacidad para 819 alumnos.

La previsión es ejecutar las obras en dos fases. La primera incluye levantar nueve aulas de Infantil y el patio de recreo; y la segunda permitirá habilitar 18 clases de Primaria, un comedor, áreas de administración y despachos y dos pistas deportivas.

Este último contratiempo se une a todos los que han tenido los padres. Después de años esperando, los vecinos consiguieron que Educación accediera a construir un nuevo centro con las condiciones que ellos pedían. Cuando estaban comprometidos los terrenos, el proyecto quedó guardado en el cajón por la crisis, hasta que lo rescató en 2013 el entonces consejero de Educación y después presidente de la Comunidad Autónoma, Pedro Antonio Sánchez.

Pero, tras varios estudios, los terrenos elegidos fueron descartados por ser inundables y hubo que buscar otros. Una vez elegidos, en una parcela situada a la entrada del pueblo por la carretera de La Guía, junto a la vía verde, el problema fue que el proyecto que había no era del agrado de los padres. Hubo que hacer otro nuevo con las exigencias de estos. Cuando parecía que todo estaba listo, la Comunidad exigió al Ayuntamiento que se hiciera cargo de la urbanización de los terrenos en 2017. Tras esos trabajos, realizados en 2021, la obra comenzó a mediados de este año.