La ministra ve «ilegal» desviar agua con restos mineros a una rambla en el Llano

Eso sería un vertido ilegal de residuos mineros, por tanto sometidos a régimen de gestión específico. Podrían incluso incurrir en responsabilidad penal. Así que no creo. Debe ser un error @MarmenorKO». La vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, utilizó ayer estas palabras para lanzar públicamente una advertencia al Ayuntamiento de Cartagena sobre su proyecto de evacuación de las aguas pluviales de Llano del Beal, para acabar con las inundaciones.

Ribera intervino en la polémica generada en la red social Twitter tras desvelar LA VERDAD que el Consistorio planea desviar los caudales a la rambla de Mendoza, un cauce público que acaba en el Mar Menor. Ante las dudas suscitadas sobre si la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) autorizará esa actuación, la ministra de la que depende precisamente el organismo de cuenca recordó que las aguas contaminadas por la actividad minera exigen una gestión especial.

Las escorrentías que atraviesan el casco urbano y el colegio público San Ginés de la Jara están afectadas por los lixiviados de terrenos pendientes de sellar y restaurar desde hace más de tres décadas. Y, por ello, la Plataforma de Afectados por los Metales Pesados de la Sierra Minera de Cartagena y La Unión, PSOE y MC pidieron al Consistorio que retire su iniciativa y plantee una solución que evite la contaminación de la rambla de Mendoza y de su desembocadura en el humedal de Lo Poyo y en la laguna. En ese tramo, recibe también la denominación de rambla del Beal.

Acerca de este asunto, la ministra no se limitó a realizar un comentario en internet como contestación a un comentario realizado por un usuario especializado en asuntos del Mar Menor. Según confirmaron fuentes estatales, Ribera también contactó con el presidente de la Confederación, Mario Urrea, para interesarse por el estado del expediente. Estas fuentes indicaron que la propuesta municipal aún debe ser evaluada por los técnicos de la CHS.

Frente al aluvión de críticas, el gobierno local –integrado por exconcejales socialistas, PP y Cs– defendió la validez de su propuesta de construir una red de colectores o interceptor de pluviales y conectarlo a la rambla. Señalaron que esa y otras ramblas de la zona ya recogen y arrastran al Mar Menor aguas con residuos mineros, cada vez que hay lluvias fuertes, y que son otras administraciones las que deben actuar contra la contaminación de la Sierra. Aludieron así a los planes de la Comunidad Autónoma y del Ministerio para cubrir residuos, revegetar cauces y reforestar las cabeceras de los montes.

La alcaldesa, Ana Belén Castejón, optó por no responder a Ribera. No obstante, fuentes de su gabinete se mostraron optimistas. «La obra se realizará conforme al proyecto y a los informes de todos los organismos preceptivos, incluida por supuesto la CHS, como siempre ha hecho el Ayuntamiento», indicaron. Y añadieron que, «de momento, somos la única administración que está actuando contra la contaminación». Castejón avanzó que el proyecto, cuya inversión sería de 384.000 euros y el plazo de ejecución de dos meses, será aprobado en la próxima Junta de Gobierno Local.

«En ningún momento nosotros estamos hablando de aguas rojas, sino de aguas de escorrentía de la lluvia que, con esta infraestructura, no entrarán directamente al pueblo y, por ende, al colegio, sino que irán directamente a su cauce natural», apuntaron en la alcaldía. Los vecinos llaman «aguas rojas» a las que bajan de antiguas minas, escombreras y balsas teñidas por la oxidación de minerales como hierro, plomo y zinc.

El edafólogo (expertos en suelos) José Matías Peñas, que asesora a la Plataforma de Afectados por los Metales Pesados, recordó ayer que desde hace tres años denuncia ante las administraciones y ante la Justicia el retraso en atajar los arrastres mineros. Y exigió urgencia para «acabar con la contaminación ambiental» y con los riesgos para la salud de niños y adultos en los pueblos de la Sierra, el Mar Menor y el Mediterráneo.