El Mare Nostrum de Cartagena hará una reforma para renovar su concesión

El local, muy conocido entre los cartageneros y situado en la puerta de entrada de muchos cruceristas a la ciudad, acumula varias décadas de trayectoria hostelera. Pero, si quiere seguir escribiendo su propia historia y no dar lugar a la entrada de posibles competidores interesados en explotar la misma plaza, la gerencia del establecimiento, al igual que sus vecinos del Real Club de Regatas, debe pasar por ese cambio de 'look' que la ley exige.

Este nuevo rostro, tal y como desvelaba el Boletín Oficial del Estado esta semana, pasa por un reforma del edificio. Cuanto avanzan en la nota informativa es que el proyecto de obras incluye una renovación de la fachada y la cubierta del local y la instalación de paneles solares. LA VERDAD se puso en contacto con la actual gerente del negocio para conocer más detalles del proyecto, pero rehusó hacer declaraciones.

Si bien el expediente de renovación de la concesión se inició hace años, no ha sido hasta que los técnicos portuarios han revisado el proyecto y dado su visto bueno que la Autoridad Portuaria ha ordenado someterlo a información pública durante 20 días para que cualquier interesado puede consultar el proyecto y presentar alegaciones si lo estima oportuno.

El Mare Nostrum ya va por su segunda generación después de que el restaurante fuera fundado por el hostelero José Marín Albuquerque, fallecido en 2019. Así pues, representa un local emblemático en el que se han formado varias generaciones de profesionales de la hostelería, «que han conseguido que nuestro nombre sea conocido más allá de nuestras fronteras regionales», destacan los propietarios en su web.

«El aprovechamiento de nuestros productos del mar Mediterráneo es lo que hace que nuestra cocina se base, en un alto porcentaje, en la cocina del mar, y muestra de ello es nuestro tradicional 'Caldero Mare Nostrum', nuestra gran especialidad; sin embargo, ofrecemos todo tipo de preparaciones a base de carnes con el toque especial de nuestra comarca», reseñan en el mismo portal los gerentes del establecimiento.

El edificio, de 377 metros cuadrados y levantado en 1996 según el Catastro, consta de varios salones para los servicios y también para eventos. Cada uno de tiene su propio nombre y distinta capacidad. Está el Salón Azul, con capacidad para 150 personas; el Isaac Peral, reservado para 20 personas; y el comedor Andrea Doria, para 250 personas. Al conjunto se suma una terraza con vistas a la bahía y la terminal de cruceros con capacidad para 60 comensales y la cafetería, con su propia barra y terraza también.

Asimismo, en el Mare Nostrum tiene su sede el aula cultural Juan de la Cruz. Un espacio donde la asociación que guarda el legado del pintor pone a disposición de todos los amantes del arte y la cultura este espacio homenaje al polifacético artista en el que, además de su exposición permanente, se puede disfrutar de conferencias, exposiciones y talleres.