Manuel Brun, actor de Cartagena
José Sánchez Conesa
Miércoles, 18 de junio 2025, 00:41
Manuel Pérez Brun (Cádiz, 1956) es hijo de un marino mercante que eligió Cartagena para vivir, arribando cuando él contaba ocho años. Estudió en el ... instituto Isaac Peral, donde realizaba exitosas imitaciones de profesores, siendo sus propias víctimas quienes le recomendaron que se dedicara al arte de la musa Talía. Dicho y hecho. Dirigido por Baltasar Sánchez Grau, un nombre importante en el teatro de aficionados de la época en la ciudad, fundador de Petate (Pequeño Taller de Teatro), actor, director, escenógrafo, él mismo confeccionaba el vestuario. Todo un caso paradigmático de hombre de teatro integral, dotado de gran creatividad.
Hablamos de mitad de la década de los años 70. Ensayaban en la Económica obras como 'La importancia de llamarse Ernesto', sainetes de los 'Quinteros' y textos de Jardiel Poncela, que ponían en escena sobre las tablas del centro cultural de la Caja de Ahorros en la calle Mayor, templo de la cultura que dirigía el sumo sacerdote Alberto Colao. Baltasar fue el primer director del 'Lavatorio de Pilatos', en el que el propio Brun ha actuado como Nicodemo en su última representación. Más tarde pasó a la compañía Julián Romea de Murcia, siendo dirigido por César Oliva. Posteriormente dio el salto a Madrid en 1977.
En la capital debutó a las órdenes del gran José Tamayo en el Bellas Artes con 'La detonación', junto a Juan Diego y la murciana María Jesús Sirvent. Luego vino 'La Celestina', también con Tamayo. Se convirtió en profesional junto a grandes de la escena como Rodero, Bódalo y todas las figuras del momento. Se sucedieron las giras por territorio nacional, que en aquellas épocas suponían cinco o seis meses fuera del hogar, pasando por Madrid para dejar la ropa sucia y poco más. Trabajó para el Centro Dramático Nacional con 'El Ávaro' de Molière junto a Juan Luis Gallardo, Mary Carrillo e Irene Gutiérrez Cava. Con Agustín González en 'Todos eran mis hijos' de Arthur Miller. Más tarde vivió la participación en festivales internacionales de teatro en ciudades como Buenos Aires, Bogotá, Nápoles y Colliure. El cine con José Coronado, Resines, Javier Bardem, Fernán Gómez y las series de televisión: 'Turno de oficio', 'Hospital Central', 'Cómicos', 'Centro Médico', 'Aquí no hay quien viva' o 'Brigada Central' con Imanol Arias.
Se muestra contento de regresar tras casi 50 años en Madrid y le sorprende que aquí la gente se pare por la calle a charlar
Alcanzó popularidad de la mano de Lina Morgan con la obra 'El último tranvía', que tuvo una gran presencia en TVE cuando las audiencias eran de más de diez millones de espectadores, siendo repuesta durante varios años en Nochevieja. Para su extrañeza, ello le ocasionó que le pidieran autógrafos como en cierta ocasión que deambulaba con su esposa por la Gran Vía. En un momento un grupo de viandantes se le arremolinaron en improvisada rueda de prensa.
Se muestra contento de regresar a Cartagena tras casi cincuenta años en Madrid. Le sorprende que aquí la gente se pare por la calle para charlar, o que el personal del supermercado ayude a la señora mayor a guardar los productos en las bolsas. En Madrid ni te contestan al saludo, todo el mundo anda con prisas y a lo suyo. Además, ha tenido una buena acogida en la gran familia del teatro cartagenero, dirigiendo cuatro talleres teatrales hasta el momento por invitación de Pepe Salguero y Lito Campillo. Alfredo Ávila le ofreció ser jurado en el concurso de improvisación y lo disfrutó. Vendrán muchas más colaboraciones porque es parte de la comunidad local. Su hábitat natural es el teatro, disfrutando mucho los ensayos en los que aflora un ambiente especial de compañerismo y complicidad.
Sandra Ibarra, mujer del periodista y presentador José Ramón Lucas, le ofreció participar en el Festival de la Vida que organiza su fundación, reuniendo a unas cien personas que pasaron un cáncer o están inmersos en pleno proceso. Una experiencia hermosamente dura, desplegada en unos días de talleres de bienestar integral que él dirigió.
Reivindicaciones
Manuel quiere plasmar ese caudal en nuestra ciudad, por eso tiene proyectado realizar talleres y cursos de desarrollo personal en los que se trabajan las dimensiones cognitiva, física y emocional. Echa en falta un teatro en Cartagena como tienen todas las ciudades y numerosos pueblos de España, preguntándose para cuándo estará por fin disponible el Nuevo Teatro Circo, sin dejar de estar pendientes del Cine Central como gran centro cultural en los que se programe teatro, cine de autor e internacional (ahora tenemos solo salas de cine comercial), conciertos y exposiciones. El centro precisa de una gran dinamización al encontrarse en un estado manifiestamente mejorable.
Le pido alguna anécdota y me relata una que protagonizó Tamayo en el festival de Mérida, ensayando toda la noche en el teatro romano a finales de julio con un frío importante. El director le gritó al técnico: ¡Que me quites ese foco! Respondiendo el aludido: Don José, no es el foco es el sol que está saliendo. Lo que le lleva a Manuel a otro sol, pero en este caso el sol de su infancia gaditana cuando contaba tres años y su madre lo subía al mostrador de una cercana droguería: ¡Recita la poesía a la Virgen! Eran sus primeras actuaciones.
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