Malestar entre usuarios del transporte público de La Manga por las aglomeraciones y las esperas

Esta situación se repite en el interior de La Manga para desplazarse a zonas como El Zoco, La Plaza Bohemia y Cabo de Palos. «Vienen llenos. Si no hay espacio nos tenemos que esperar al siguiente, pero entre las dos y las seis y media no pasa ninguno, por eso la gente se pone tan nerviosa si lo pierde», detalló Campos.

Una vez dentro del vehículo no se acaban los problemas. «Van tan abarrotados que nos vemos obligados a ponernos dónde pillamos, de pie, en el suelo, e incluso hay quienes se tienen que sentar en el asiento reservado a las personas con discapacidad», aseguró Adrián Campos.

El presidente de la Asociación Vecinal de Cultura, Deportes y Ocio La Manga, Gonzalo Chacón, consideró que «es insuficiente el servicio de autobuses, sobre todo los fines de semana, por la cantidad de afluencia y las actividades que hay días claves del mes de agosto, como son sábado y domingo». A su juicio «habría que reforzarlo con mas autobuses, ya que mucha gente se queda fuera».

Por esta solución también optó el presidente de la Asociación de Empresarios y Comerciantes de La Manga y Cabo de Palos, José Espinosa. «El transporte público está saturado los fines de semana, necesitamos que aumenten la flota para solventar esto», exigió.

A esta situación hay que añadirle, «el desconocimiento de saber el tiempo que tardará en pasar el próximo bus». Chacón insistió en que se pongan en funcionamiento las pantallas inteligentes que se instalaron para saber el tiempo de espera, y que «no están encendidas». Precisó que el servicio de patinetes y motos para alquilar es una alternativa, pero recordó que no es apta para los que han tomado alguna consumición alcohólica. Remarcó que «para seguridad y disfrute de todos lo mejor sería ampliar las líneas de autobuses esos días».

El empresario recalcó que es un problema que afecta a muchas personas, como los trabajadores que acuden a La Manga a diario desde otros puntos de la comarca. «Para ellos es muy difícil la conciliación laboral porque vienen de otras zonas como Los Belones y les resulta complicado moverse en transporte público porque van completos».

«Estamos muy disgustados porque no solo no se pueden subir al autobús, es que quienes lo hacen van apelotonados», lamentó Espinosa. Advirtió que «vamos a dar guerra para solucionar este problema de movilidad para que el año que viene no se repita, ya hemos transmitido nuestras quejas a la concejala delegada de Turismo, Belén Romero».

Mostró su descontento por el hecho de que solo se pueda pagar en efectivo en el autobús. «Si no llevas el cambio justo para montarte tampoco te puedes subir, la gente que sale solo con la tarjeta se queda tirada», criticó.