Cuatro heridos, dos de ellos graves, por navajazos en el macrobotellón de Cartagena
La Policía detiene a tres jóvenes marroquíes por su presunta relación con la agresión con armas blancas a varios latinos con los que se enfrentaron
La infiltración de pendencieros y delincuentes entre los jóvenes que cada fin de semana se reúnen en las grandes ciudades a beber en parques y explanadas para socializar y divertirse experimentó un peligroso avance en la madrugada del domingo en Cartagena. El macrobotellón que decenas de chavales iniciaron el sábado por la noche en el aparcamiento del campus universitario de la Muralla, entre la antigua plaza de toros y el aulario de Antiguones, acabó al amanecer con una sangrienta reyerta entre dos bandas rivales y un balance para enervar al más confiado de los padres de quienes esa noche estuvieron allí: cuatro personas heridas a navajazos, dos de ellas graves, y los tres presuntos agresores detenidos.
El encarnizado epílogo a una noche de diversión lo pusieron dos grupos de latinos y marroquíes que hacia las seis y media de la mañana aún se resistían a ponerle el punto y final. Por causas que están siendo investigadas por la Policía Nacional, ambos grupos iniciaron un enfrentamiento a puñetazos y botellazos que en el bando de los marroquíes zanjaron por las bravas tirando, además, de navaja. Al menos uno de los magrebíes apuñaló repetidamente a dos de sus contendientes suramericanos, causándoles profundas heridas que necesitaron reparación en los quirófanos del Hospital Santa Lucía en sendas operaciones largas y complejas. Tenían cortes profundos en la cabeza, en el tronco y en los brazos. Otros dos latinos sufrieron cortes y pinchazos, aunque solo uno de ellos acabó en el mismo hospital con pronóstico más favorable. Los médicos no temen por ninguna de estas vidas.
Los cuatro heridos por arma blanca tienen edades de entre 21 y 38 años. Algo más jóvenes son los tres presuntos agresores, localizados en las inmediaciones de la plaza de toros y de la Muralla del Mar por varias patrullas policiales alertadas cuando comenzó el enfrentamiento. Tienen entre 20 y 30 años, según fuentes próximas a la investigación. Esta está centrada en determinar de dónde viene la enemistad y cuál fue el detonante de la pelea.
Conocidos de la Policía
Varios de los contendientes son viejos conocidos de la Policía, delincuentes habituales que frecuentan los botellones en busca de oportunidades para trapichear, añadieron las mismas fuentes.
El macrobotellón de Antiguones lo comenzaron a medianoche grupos de adolescentes y fue creciendo sin incidentes hasta las cuatro de la mañana con jóvenes algo más mayores, muchos de ellos universitarios. Hacia las seis, el ambiente ya era residual.
Tras este incidente, el sindicato SPL-UGT reclamó al Ayuntamiento de Cartagena «un plan de choque» que dote a la Policía de más medios para prevenir macrobotellones como este.
El concejal pide más apoyo de la Policía Nacional: «Acuden jóvenes con antecedentes»
En la defensa de las críticas de los sindicatos de la Policía Local, que reclaman más medios municipales para prevenir los botellones, el concejal de Seguridad, Juan Pedro Torralba, demandó más ayuda de la Policía Nacional en el control de concentraciones masivas y fiestas en la calle.
«Este tipo de sucesos exceden las competencias de la Policía Local porque es un problema de orden público y la administración competente debe actuar. Especialmente cuando la situación la provocaron personas con antecedentes penales que se mezclaron entre los jóvenes», indicó a preguntas de LA VERDAD.
Torralba dio por ajustado el dispositivo de la Policía Local para prevenir macrobotellones en los lugares habituales, este puente. A dicho operativo hay asignadas siete patrullas cada día desde las siete de la tarde. Se encargan de evitar que los jóvenes tomen posiciones y de controlar el tipo de agente que acude, por si la aparición de personas conflictivas y de delincuentes es un peligro para quienes van a divertirse pacíficamente. «Durante todo el puente y desde primeras horas de la tarde tenemos una pareja de agentes de Policía Local asignada a cada uno de los lugares más susceptibles de ser utilizados para hacer botellones: Antiguones, el cuartel de Los Dolores y la Cola de Ballena, en el puerto», dijo.