«Hay que lograr que los jóvenes pasen de ver las procesiones a participar en ellas»

- ¿Cómo le ha sentado la designación por parte de las cuatro hermandades de Cartagena?

- Es un motivo más para sentirme en deuda con Cartagena y sus ciudadanos. Esta ciudad me lo ha dado todo. Por mucho que intente reintegrárselo, no le daré suficiente. Ahora me premian con un honor que para mí es un trampolín definitivo en mi municipio.

- ¿Cómo afrontará la preparación de su discurso?

- Con la humildad de quien asume la gran responsabilidad de estar a la altura de personas ilustres, que han sido procesionistas prácticamente desde la cuna. Yo solo puedo presumir de haber sido aceptado como hermano mayor del Resucitado durante nueve años y presidente de turno de la Junta de Cofradías. Con el conocimiento que esa etapa de mi vida me dio de las procesiones, intentaré hacer un pregón con el que destacar las bondades de la Semana Santa y su repercusión e impulso de la actividad de la ciudad, que en esos días debería ser más conocida en el resto de España.

- Usted destacó, durante sus mandatos como hermano mayor del Resucitado, como principal artífice de la promoción de la Semana Santa de Cartagena como elemento de relevancia turística. ¿Cree que se ha avanzado en eso?

- Lo intentamos, pero es muy difícil. Lo que no aparece en los medios de comunicación, no existe en el resto del país. Por desgracia, la Semana Santa de otros lugares abre telediarios y es protagonista en programas de divulgación cultural y de viajes. Nosotros, pese a tener la primera procesión de España, no hemos conseguido nunca vencer eso.

- ¿Ocupará eso una parte de su pregón?

- Intentaré que los oyentes reflexionen sobre cómo podemos promocionar mejor la Semana Santa, algo que yo intenté pero no conseguí. Todavía está por llegar ese punto de inflexión. Pero, ojo, durante mi etapa como hermano mayor, me di cuenta de que no es papel de los hermanos mayores ocuparse de eso. Bastante tienen que con la organización interna y con preocuparse que todo salga bien, de puertas para adentro. Para 'vender' la Semana Santa hacia fuera, es necesario crear algún tipo de estructura que implique también al Ayuntamiento y quizás a la Comunidad Autónoma.

- ¿Cómo vivió las vicisitudes del contrato de las sillas de las procesiones?

- Me tocó intervenir cuando se trató el tema del pago a las cofradías y la organización de las asignaciones. Algo solucionamos, pero la cuestión de fondo sigue pendiente. Le pondré un ejemplo. En Lorca consiguen cientos de miles de euros por ese servicio, que allí funciona de lujo. Aquí conseguir una silla y acomodarse en ella para ver las procesiones sigue siendo muy sacrificado.

- ¿Lo están pasando mal algunas agrupaciones por falta de cofrades?

- Hay agrupaciones con muchas peticiones para entrar y otras en las que eso no pasa. La solución es conseguir que los jóvenes pasen de ver las procesiones a participar en ellas, como una afición más a la que se dedican.