La Justicia investiga si el riesgo ambiental y para la salud sigue en el colegio de El Llano
La Guardia Civil confirma que había «niveles anómalos» de metales pesados en el patio tres meses antes de ser pavimentado por la Comunidad
Un juzgado de Cartagena ha abierto diligencias para investigar el origen de la contaminación por metales pesados del colegio público de El Llano del Beal, quiénes son los responsables de lo ocurrido y si, a pesar de las obras urgentes realizadas el verano pasado por la Comunidad Autónoma para pavimentar el patio y otras zonas comunes y para mejorar el aislamiento de las aulas, persiste el riesgo para la salud y el medio ambiente.
El juzgado de Instrucción 4 constató en octubre la necesidad de realizar una indagación independiente de la que relativa a las anomalías en el sellado de la antigua balsa minera Yenny, un depósito de la empresa Portmán Golf que amenazaba con sepultar parte de El Llano y cuyos residuos fueron trasladados a El Sabinar en 2005. Y recientemente, ese juzgado recibió un informe de la Guardia Civil que confirma el riesgo ambiental y para la salud padecido en la citada escuela, al menos el año pasado.
Las muestras tomadas en mayo de 2017 dan valores altos de plomo, zinc, cadmio y arsénico
Causa de la balsa Yenny
En un avance de sus pesquisas, la Benemérita constató en 2017 «la presencia de afloraciones salinas metálicas dentro de las instalaciones de recreo de dicho colegio». Y la juez Emilia Ros advirtió de que, «sin perjuicio de la vinculación inicial contaminante que pudieran» estos hechos con los de sus indagaciones sobre Yenny, lo conocido sobre el colegio tenía entidad suficiente como para ser investigado aparte.
Pues bien, la magistrada recibió en diciembre un informe del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil según el cual «las muestras de suelo recogidas en las instalaciones» exteriores del colegio el 2 de mayo de 2017 «presentan concentraciones anómalas de metales pesados». Los resultados de los análisis -trasladados al Juzgado de Instrucción 2, cuya titular es María Pascual- arrojan niveles muy superiores a los «valores medios en suelos agrícolas en Europa» en plomo, zinc, cadmio y arsénico.
Denuncia de un investigador
El estudio, al que ha accedido 'La Verdad', explica que esos niveles «podrían poner en riesgo la salud humana o los ecosistemas». En el caso del plomo, las cifras superan hasta en 268 veces el valor medio; en el del zinc, en 150; en el del cadmio, en 73; y en el del arsénico, en 45.
En la muestra de tierra que presenta los datos más altos, de las dos que tomaron los agentes, figuran 252 miligramos por kilo de arsénico, frente a la media de 5,7; 6.730 de zinc, frente a 45; 4.250, frente a 15,8; 18,3 de cadmio, frente a 0,247; y 252 de arsénico, frente a 5,7. El estudio fue realizado tras una denuncia del entonces investigador de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) José Matías Peñas, cuyos métodos fueron cuestionados por la propia institución docente. Las cifras de la Benemérita son, en todo caso, inferiores a las que manejó en agosto la Consejería de Medio Ambiente. Entonces, técnicos de la empresa Afesa encontraron 28 miligramos por kilo de cadmio, en lugar los 0,57 que marcan como referencia diversos estudios de suelos desarrollados por la Universidad de Murcia (UMU); y 6.600 de plomo, frente a 46,84.
De cara al curso actual, la Consejería de Educación y el Ayuntamiento de Cartagena realizaron obras urgentes de pavimentación del patio, aislamiento de las ventanas y canalización de aguas en la escuela, que acoge a unos 150 alumnos de Educación Infantil y Primaria.
