El interventor advierte de un exceso injustificado en los ingresos por licencias de obra el próximo año
El aumento de los ingresos por las multas de tráfico no es el único concepto en el que el interventor, Jesús Ortuño, detecta una «cierta sobreestimación» en el presupuesto municipal de 2022 «sin que la proyección esté suficientemente fundada con criterios económicos», según el informe que ha adjuntado a las cuentas, al que ha tenido acceso LA VERDAD. Parecidas dudas le suscita la inclusión de 9,3 millones de euros por el 4% que el Ayuntamiento cobra al expedir cada licencia de obra.
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Desde el Ayuntamiento indicaron que Urbanismo parte ya de una previsión inicial optimista derivada del dinero que debe pagar Repsol por un proyecto industrial en Escombreras. Además, augura una mejora de la actividad, basada en los incentivos que habrá el año que viene para construir y rehabilitar en el casco histórico y en media docena más de barrios.
Con todo, Ortuño se cura en salud en su escrito. Recuerda que este año la recaudación ha sido apenas de 2,6 millones hasta septiembre, sobre una previsión de 9,7, y advierte de que no cumplir la expectativa de ingresos obligaría a prescindir de inversiones para no incurrir en un déficit que el Ayuntamiento ha evitado desde la crisis de 2011 y 2012.
En el apartado de gastos, Ortuño hace hincapié en los 4,4 millones de euros incluidos en el capítulo de Personal para pagar el complemento de dedicación especial de los servicios extraordinarios en la Policía Local, el Servicio de Extinción de Incendios y las brigadas de Infraestructuras. «Es un incentivo al rendimiento que debería ser tenido en cuenta a la hora de evaluar el cumplimiento del artículo 7 del Real Decreto 861/1986», recuerda el interventor. Añade que «los conceptos retributivos de los funcionarios son los establecidos en ese régimen estatutario y no pueden crearse nuevos conceptos que escapen a los límites reglamentarios».
Este complemento salarial solo se aplica a algo más de 300 de los 1.300 funcionarios y es objeto de pacto antes de que empiece el año en el que se paga. Uno de los problemas es, además, que la cuantía presupuestada suele agotarse antes de que concluya el ejercicio, como ha ocurrido ya este año. Esto obliga a incrementar aún más el dinero para pagar servicios especiales, que suelen coincidir con Nochebuena y Nochevieja.
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