Hostecar se plantea gestionar las sillas de Semana Santa para mejorar el servicio

De momento, la directiva de la patronal ya tiene el beneplácito de la Junta de Cofradías, con cuya cúpula mantuvieron una reunión la semana pasada para informar de sus planes. El presidente de la asociación de hermandades, Manuel Martínez, cree que se trata de una muy buena idea «siempre y cuando la puedan llevar a cabo».

Ahora, quieren presentar el proyecto al Ayuntamiento, para «contar también con su apoyo», avanzó el presidente de Hostecar, Juan José López. «En otros municipios, los ayuntamientos diseñan ordenanzas especiales para que sean las cofradías o asociaciones las que se quedan con el servicio», recordó. Por ejemplo, en Lorca, la gestión y los beneficios son para las cofradías, que los destinan a sufragar los gastos de sacar los desfiles a la calle. En Caravaca de la Cruz, el Ayuntamiento se lo da a los grupos festeros, que venden las sillas entre sus socios. «Aquí, una empresa viene y, además de que perjudica a los hosteleros, se lleva los beneficios fuera. Esto debería cambiar», opinó López.

La asociación empresarial realizará un estudio de viabilidad antes de tomar la decisión. Tendrá como base el elaborado en 2015 por el estudio de arquitectura DZstudio, la empresa de soluciones tecnológicas MacSoporte SL y el economista Francisco Cobos, de Málaga. Las conclusiones fueron presentadas el año pasado al Ayuntamiento y a la Junta de Cofradías. Este informe revela que en Cartagena, a lo largo de los días de procesiones, alrededor de 50.000 personas alquilan sillas por un precio que oscila entre los 4 y los 7 euros, dependiendo de las calles, y la fila que se elija. Los ingresos potenciales que la empresa consigue supera los 280.000 euros.

Tras recuperar la inversión realizada en las sillas el primer año, los hosteleros estarían dispuestos a dar parte de los beneficios a las cofradías, que en los últimos años han percibido de media los 70.000 euros recaudados por el Ayuntamiento por este servicio. «La cifra que podría verse aumentada en un futuro si conseguimos nuestro propósito», aseguró López.

La asociación, que representa a casi 600 hosteleros del municipio y de la comarca, pedirá al Ayuntamiento la gestión durante, al menos, cuatro años, prorrogables durante otros cuatro, ya que el primer año necesitará hacer una importante inversión.

Con esta iniciativa, también quieren beneficiar a los negocios hosteleros ubicados en los recorridos, a los que darían más espacio para poner sus propias sillas y mesas, para mayor comodidad de sus clientes. También pretenden beneficiar a los hoteles, a los que facilitarán sillas para que puedan crear paquetes especiales con el alojamiento, de cara a captar turistas.

«Sería una forma de promocionar nuestros desfiles pasionales, ya que se lo facilitaríamos todo, desde el hospedaje, hasta la posibilidad de verlos en un lugar privilegiado. Incluso podrían incluir la visita a museos», propuso Juan José López. A esas novedades, pretenden añadir la creación de una aplicación para móvil, que ya tienen en marcha, para facilitar la reserva de los asiento. De esta forma acabarán con las esperas de hasta dos horas que muchos espectadores sufrieron la pasada Semana Santa, pues no tenían donde comprar los tiques.

«Además, habría descuentos y bonos para las familias, una mejor organización a lo largo del recorrido y una mayor concienciación de los hosteleros a la hora del paso de los desfiles, para evitar cruces innecesarios», aseguró el máximo responsable de Hostecar.

Con todo ello, las cofradías seguirían recibiendo la ayuda municipal de La Llamada (120.000 euros, este año), y los 70.000 euros que les llega del desembolso que realiza la empresa concesionaria del servicio por quedarse con la gestión. Este año, la que ganó el concurso anunció su retirada cuando apenas quedaban unos días para el comienzo de las procesiones, lo que obligó al Ayuntamiento a buscar otra empresa, Sillas Gil. Pero esta puso como condición una rebaja en el precio de la concesión de 30.000 euros.