Una deflagración en un surtidor del centro de Cartagena hiere de gravedad a dos obreros

«Eran poco más de las once y media cuando se notó como un terremoto que sacudió el edificio durante un par de segundos, y los papeles salieron despedidos», comentó el inquilino de una oficina frente de la gasolinera, al poco del suceso. «Enseguida vimos un humo muy oscuro y cuando de despejó había dos personas tendidas, ennegrecidas y con jirones de ropa que en su mayor parte había desaparecido. Uno se levantó casi enseguida y salió corriendo, el otro tardó un poco más en agitar las piernas e intentar moverse», comentó una pareja que lo vio todo desde un café cercano.

Fuentes de la investigación señalaron que el hombre que se llevó la peor parte trabajaba con la mitad del cuerpo dentro del depósito, mientras el otro le asistía desde cerca. El estallido les proyectó a ambos a cierta distancia. Fue tan violenta que afectó a la marquesina de la gasolinera, pero no causó ningún incendio. Por fortuna, no había vehículos repostando en ese momento.

A los pocos segundos, agentes de la cercana comisaría de la Policía Nacional y policías locales asistieron a los heridos, acordonaron la zona siniestrada y cortaron el tráfico en la Plaza de España. Los bomberos acudieron también en pocos minutos para asegurar el surtidor, empezando por controlar la concentración de gas inflamable en el depósito donde ocurrió el suceso y verter espuma para reducir los riesgos de otra llamarada.

Sanitarios del 061 atendieron a los afectados más leves y los llevaron al Hospital Santa Lucía para hacerles pruebas. Asimismo, otros equipos de médicos y enfermeros llevaron a los dos heridos más graves a la parte trasera de la gasolinera para estabilizarlos antes de trasladarlos a la Unidad de Quemados de la Arrixaca. El primer parte médico indicó que la víctima principal es un varón de 29 años, con el 90% de la superficie corporal abrasada, por lo que fue ingresado en la Unidad de Quemados de la Unidad de Cuidados Intensivos. El otro herido, de 40 años, es el que estaba fuera de la arqueta del depósito. Tiene un 20% de su cuerpo afectado, su estado es grave y quedó ingresado en la unidad de Cirugía Plástica. Al cierre de edición, se temía por la vida del más joven.

Ambos trabajadores pertenecen a la empresa Altereco, con sede en Alcalá de Henares (Madrid). Hace varios días que preparaban la adaptación de los depósitos subterráneos de la gasolinera para dotarlos de un doble fondo que evite filtraciones en caso de una fuga, indicaron fuentes de la empresa. Es un proceso que todos los surtidores tienen por delante para cumplir la legislación europea.

Tras el suceso, la gasolinera se mantuvo cerrada. Su reapertura este miércoles depende de las investigación que por la mañana iniciaron técnicos del departamento de Industria de la Comunidad Autónoma. También participarán especialistas de una empresa de prevención de riesgos laborales para evaluar la situación en la que quedaron las instalaciones. No obstante, la reparación del techo puede condicionar la puesta en marcha.

Hay un precedente casi idéntico de lo sucedido ayer, en 2013 en una gasolinera de La Palma, donde también se realizaban reparaciones en un depósito con una radial. En aquella ocasión, el único afectado falleció, tras quemarse el 80% del cuerpo.